El periodista deportivo Enrique Sacco tenía la inquietud de generar un proyecto deportivo para su ciudad natal, Bolívar ubicada a 350 kilómetros de Buenos Aires. Cuando se contactó con la gente de Sportivo Barracas, por el 2002, la idea empezó a tomar forma y hoy ya se trata de una empresa, que tiene 250 jugadores, estadio, una copa de campeón, pero además cuenta con economista de cabecera y un grupo de empresarios que lo financia, entusiasmados con la idea de invertir en el negocio del fútbol.
Sacco formó una gerenciadora, Grupo Inversor S.A., en el 2003, que se quedó con el desarrollo y la explotación del negocio del fútbol de Sportivo Barracas a cambio de un canon anual. Trasladó la sede a Bolívar e inscribió el equipo en la Asociación de Fútbol Argentino (AFA) para que comience a competir en los torneos oficiales. El traslado se limitó al fútbol, el resto de las actividades sociales y deportivas del club se siguen desarrollando en su sede porteña. El flamante club debutó en la D en la temporada 2003/2004 y salió campeón, lo que le permitió ascender a la C, donde ya disputó una temporada y apuesta en la campaña 2007 a ser campeón para ascender a la B.
(sbt)Empresarios.(sbt2)Cuando comenzó el proyecto, Sacco lo hizo pensando en modelos de club-empresa que tiene al Manchester United como máximo ejemplo. Por eso se contactó con el agente de Bolsa Héctor Scaserra, quien atendió las inquietudes por un motivo personal inicialmente, más que por el interés económico: su padre había sido socio y fanático de Sportivo Barracas.
(sbt)Paso a paso.(sbt2)Para Scaserra era fundamental tener un plan de negocios para poder conseguir inversores interesados en el proyecto, y lo convocó a Orlando Ferreres para que desarrollara el plan. “En definitiva el proyecto tiene todos los elementos de una empresa para poder analizar y trazar proyecciones de rendimiento, evaluar la inversión necesaria, el plan de negocios y la rentabilidad potencial”, explica el economista.
La inversión necesaria está en mantener la infraestructura, las becas de los jugadores y su atención médica y deportiva; el plan de negocios es ascender el club a la B o la A y aumentar los ingresos por sponsors, tv y merchandising; y colocar jugadores en clubes de la primera A o en el exterior.
“Es una apuesta interesante para inversores a los que les interesa el fútbol pero no saben como entrar al negocio, pero que deben saber que es capital de riesgo puro”, explica Scaserra. Con el plan de negocios de Ferreres armado, el presidente de Arpenta Sociedad de Bolsa consiguió un grupo de inversores que pusieron 25.000 pesos cada uno, con el objetivo de financiar el proyecto y de obtener, en el futuro, una renta, que derivará de los ingresos que tenga el club por la venta de jugadores.
El club ya cuenta con 250 jugadores, a los que les da asistencia deportiva, médica y nutricional. Y tiene en marcha acuerdos con River Plate para ser el detector de talentos en la zona de la provincia de Buenos Aires de los millonarios y para un club austríaco llamado Linz. En River ya están a prueba tres jugadores del Barracas Bolívar. Si el Club los incorpora pagará un canon a la gerenciadora por los derechos, y si se transformaran en cracks y los vende al exterior, el 30% de los ingresos serán para el club de Bolívar y llegará la hora de cobrar dividendos para los inversores. La rueda está en marcha.