Morir y ser otro. Es decir, no se trata de vivir para ser alguien, sino de morir para ser otro. Mártir. Mito. Mesías. La muerte, se supone, lava, dignifica, redime. A veces tanto, que convierte a humildes pecadores en ilustres santos.
La vida de un líder puede ser contradictoria, errática, marcada por aciertos y desaciertos, una historia humana, corriente, poblada de verdades y mentiras y dictada por unos escrúpulos justicieros o de los otros, los que generan la ambición desmedida de dinero y poder.
Pero la muerte, su muerte, la de Néstor Kirchner, “aclara”. Como escribió Martín Caparrós en el diario español El País: “Ayer era un político controvertido, hoy es un estadista.
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