Amor perenne en Verona

Amor perenne en Verona

“Todo el mundo tiene su sombra”
“La clase alta es muy maleducada y egoísta”
“Soy primario, y el más lindo entre los feos”
“A veces me agarran ataques de llanto”
La democracia del dedo

La democracia del dedo

“Se está construyendo una historia política”
“Los hombres son de otro planeta”
Cómo construir un santo

Cómo construir un santo

El estudiante

El estudiante

`Las siliconas me hicieron más mujer´
El escudo ético del Gobierno

El escudo ético del Gobierno

Historia clínica

Los psiquiatras lo comparan con una montaña rusa. El paciente sube y baja, pasa de la euforia a la depresión, llega a lo más alto y vuelve a caer como un acróbata sin red. Los vaivenes emocionales pueden resultar vertiginosos, se suceden los raptos de omnipotencia y los pozos de desánimo, hay momentos de irritación y otros de alegría desmesurada. Se llama trastorno bipolar –o psicosis maníaco depresiva, como se lo definía antes– y afecta a cuatro de cada cien argentinos.
Cristina Fernández de Kirchner sería una de ellos, según fuentes médicas cercanas a la senadora.

Eso pudo establecer NOTICIAS tras dos meses de investigación. Desde ya, no se trata de una intromisión en la vida privada de la Primera Dama, sino de un dato que debería ser público por su condición de legisladora y candidata presidencial. La senadora es una de las dos personas más poderosas de la Argentina –la otra es su marido– y sus decisiones repercuten sobre la vida de millones de ciudadanos, que tienen derecho a saber si actúa en la plenitud de sus facultades. Así ocurre en los países más serios del mundo.