Julio Ramos siempre fue un hombre previsor. Desde hace ya unos años, cada vez que iba a emprender un viaje dejaba escrito su testamento, en manos de un escribano de su confianza. Antes de viajar al mundial de fútbol, en junio, dejó la última actualización del texto que finalmente será el de su testamento, y que leerá su albacea testamentario, el abogado Julián De Diego, cuando pasen los días de duelo. Una leucemia aguda lo mató en menos de un mes hace una semana.
Ramos no se sentía enfermo, pero era precavido. “Ya tengo una edad que exige que tenga cuidado y sea responsable, no tengo que dejarle un problema a mis hijos”, repetía cuando explicaba la decisión. Dejarles un problema a sus hijos era dejarles la conducción de Ámbito Financiero, el diario económico más importante e influyente de la Argentina, que en diciembre cumplirá 30 años y que lo tenía como fundador. Lo obsesionaba la necesidad de garantizar la conducción profesional del diario, que es lo que haría sustentable el futuro del periódico. Para eso, decidió utilizar una herramienta legal que se denomina “legítima” y que permite a una persona disponer del 20% de sus bienes para otorgar a herederos testamentarios.
Con esa herramienta decidió legar el 20% de sus acciones de Ámbito Financiero (que representan el 14,2% del total de la empresa) a un grupo profesional vinculado al diario y que lo acompañó en la gestión, lo que obligaría a todos los herederos a negociar con ese grupo para obtener la mayoría antes de tomar cualquier determinación sobre el futuro del medio. Ramos dejó tres hijos: Claudio (44), de su primer matrimonio con Elba Thomas; y Julia (17) y Augusto (16), de su relación con la ex Miss Mundo Silvana Suárez, de quien se divorció en medio de una fuerte polémica que incluyó denuncias de violencia, maltrato y extorsión. Tuvo dos hijos más en su relación con Thomas, que fallecieron en trágicos accidentes con sólo 70 días de diferencia. La decisión de utilizar la “legítima” estaba influenciada también por la preocupación que le generaba a Ramos la posibilidad de que, siendo menores, sus hijos Augusto y Julia heredaran un porcentaje mayoritario del diario que manejaría, como representante de los jóvenes, su madre.