Colgó los “botines” porque necesitaba un cambio. Tras esperar paciente los cuatro años que demoró su “pase”, el ex hombre de negro decidió poner a remate los emblemáticos trajes con los que salía al ruedo en “CQC”, para donarlos a la fundación santiagueña Adoptar, que lucha contra el tráfico de bebés. Ahora se enfunda en otro traje, uno que le gusta más: el de “El ciudadano”, en “Telenoche”, el noticiero que emite Canal 13.
Un rayo de sol, que se cuela por la ventana del Speel Café, apenas calienta la gélida tarde de Puerto Madero. Daniel Malnatti llega metido en un abrigado suéter negro y verde y pide una cerveza roja. La charla comienza con un periodista algo tímido, que irá soltándose hasta llegar a descostillarse de risa. Parece entusiasmado con su nuevo trabajo. “Estoy muy contento, lo busqué y creo que cuando la idea es fuerte, el cambio se produce. Esperé cuatro años y, mientras, trataba de hacer lo más parecido a lo que me gustaba”, admite Daniel, con tono serio.
Noticias: Se comenta que la relación con Pergolini no pasaba por su mejor momento, ¿eso apuró tu decisión?
Daniel Malnatti: Nunca tuve una relación personal con Mario, así que no podríamos estar pasando un mal momento. A Mario lo respetaba porque era mi jefe, y lo sigo respetando. Si había que hacer algo y estaba dentro de lo que yo consideraba lógico, le daba para adelante.
Noticias: A veces, cuando uno deja un lugar tiene ganas de encender el ventilador…
Malnatti: No es mi manera de manejarme. Sería extemporáneo, si tenés que decir algo, hacelo en el momento que corresponde, teniendo en cuenta las consecuencias que pueden acarrearte. Después, es blá, blá, blá, y mala leche.
Noticias: En “CQC” eras una suerte de cazapolíticos. ¿Cuál es el peor de toda esa fauna?
Malnatti: Es muy cómodo cargarle las tintas de todo lo que pasa a los políticos; después de seguirlos por todos lados me di cuenta de que los políticos son muñecos. Son mascaradas del poder real, que es el económico. Es muy chocante ver a un político en acción, a veces no saben si están en San Isidro o en Burzaco. En medio de la campaña, son llevados como si fuesen muñecos. Y actúan igual con todo el mundo: con un empresario o un tipo de la calle. En “CQC” hacía de periodista, porque el programa tiene tono de parodia, y terminaba pegándole a un muñeco. Eso no tenía más sentido para mí.
Noticias: ¿Ni el amor de Elisa Carrió?
Malnatti: (ríe) Carrió no me habló por dos años. Es una persona muy rara. Ése es otro tema, uno nunca puede llegar a conocer a un político como es. Y acá está tu pregunta. Quizás el político más revulsivo también es el más tarado.
Noticias: ¿Cuándo empezó tu interés por los temas sociales? ¿Hubo un clic?
Malnatti: Es extraño el poder que tienen los medios. Soy de Flores, de una familia de clase media-media y, por la dinámica de los medios de comunicación, en un momento puedo estar hablando con el Presidente o con un empresario que jamás me daría bolilla de no estar en un medio. Eso tiene un valor agregado, es una oportunidad para hacer algo. Tampoco me la creo, no soy Castells ni pienso que puedo cambiar el mundo. Pero creo que en el periodismo hay un espacio en el cual uno puede investigar y aportar las soluciones a los problemas planteados. Siempre en un plano simbólico, porque las soluciones, en el fondo, las tiene que encontrar la gente. Uno puede dar las herramientas que sirvan para que algo se mueva.
Noticias: ¿Por qué remataste el traje negro y los anteojos de “CQC”?
Malnatti: Por dos razones. Porque el año pasado hice una nota sobre el tráfico de bebés para “La Liga” en Añatuya, entrevisté a una Fundación que trabajaba en el lugar, no tenían un mango y les cortaban la luz por no tener cómo pagarla. Y pensé que así se los podía ayudar. Por otra parte, a esos trajes ya no los quería más. Me los quería sacar de encima. Se remataron en 2750 pesos, creo que con eso pagaron la luz.
Noticias: ¿El humor es la cura de todos los males?
Malnatti: El humor es el bálsamo para todos los males. Si le pasás la pátina del humor se genera risa y eso te despega del problema. Si te reís, no es tan grave. También funciona para decir las cosas que no se pueden decir estando serio; es una pomada contra el dolor y la hipocresía.
Noticias: ¿Cómo es Malnatti el día que se levanta con el pie izquierdo?
Malnatti: Bastante introspectivo. Con mal humor me encierro. Soy implosivo, las cosas estallan adentro, lo que es malo para mi hipertensión arterial, que me cuesta dominar, además de las muchas contracturas. Si estoy mal, me despierto mucho de noche. Esto parece una consulta con un psiquiatra (ríe), pero es así nomás.
Noticias: Una buena salida para la implosión es el diván…
Malnatti: Me analizo desde los 16 años.
Noticias: ¿Algún disparador te hizo llegar al analista?
Malnatti: ¿Me estás preguntando si me quise suicidar? (ríe mucho). Lo uso para… uno no tiene tiempo para pensar y ese es un espacio para hacerlo.
Noticias: Es raro que un chico de 16 años vaya solo al diván. ¿Es cierto que quisiste ser cura?
Malnatti: Me pescaste (ríe a carcajadas). Sí, quise ser cura. Estaba muy contento, la religión es muy bella, es lindo tener la certeza de que todos estamos llamados a ser santos, de que alguien te perdona los pecados. Que todos somos hermanos e iguales.
Noticias: ¿De qué edad estamos hablando?
Malnatti: (ríe a carcajadas) 16 años… Es que me cerraba por todos los costados. Si hacés algo mal, te perdonan, sos un elegido para hacer las cosas bien, para ser bueno. Fui monaguillo, misionaba en El Bolsón, en Santiago del Estero, estaba muy comprometido. Me encantaba, hasta que bueno… crecí y vi las cosas de otro modo. Eso no estaba bien para un chico… A esa edad, al pibe le explotan las hormonas, las pulsiones, no te para nadie. En mi caso era todo lo contrario… Iba a un colegio religioso, donde estaba todo planteado…
Noticias: ¿Qué dijeron tus padres?
Malnatti: Estaban curados de espanto, mi hermano mayor también quiso ser cura. Pero él, además de querer ser cura, tenía el ropero lleno de santos de este tamaño (señala 70 centímetros, y ríe mucho). Un día regalé toda la ropa, cosas que hacen los chicos, inspirado en San Francisco de Asís. Mis viejos pensaron que ya se me iba a pasar…
Noticias: ¿A tu hermano se le pasó?
Malnatti: Sí, se le re-pasó (ríe), tiene cuatro hijos (ríe a carcajadas). Por suerte, si no ya tendría cuatro causas judiciales (no puede parar de reír).
Noticias: ¿Cómo te diste cuenta de que ese no era tu camino?
Malnatti: Me cayó la ficha de que esa era una fe adolescente, que no me iba a llevar a ningún lado y después iba a tener muchos juicios (ja, ja, ja, já). Pasé por un período de descreimiento y después me amigué con la Iglesia.
Noticias: Hablando de religión, ¿qué cosas te dan culpa?
Malnatti: ¡Me estás matando! ¿Puedo pasar una?
Noticias: Hoy estoy buena. ¿Es cierto que vendiste pollos?
Malnatti: Eso es, justamente, lo que me da culpa (ríe). Vendí pollos en San Miguel, mientras estudiaba Abogacía. ¡Mirá que deshueso muy bien los pollos! Flor, mi mujer, siempre me manda a deshuesar el pollo. Soy el as del pollo. Cursaba la facultad a la mañana, me tomaba un colectivo hasta Devoto, el tren hasta San Miguel y a la tarde atendía la pollería. Pelaba el pollo, lo trozaba… No me quiero tirar contra el gremio pollero, pero vas a comprar un pollo, y si está entero, está ocho puntos; cuando pasa el tiempo y no se vendió, se troza; sigue pasando el tiempo y no se vendió, se deshuesa y se puede lavar, etc, etc. Sigue pasando el tiempo y no se vendió, se hacen milanesas. Conclusión: señora, no compre milanesas de pollo, ¡hágalas usted!
Noticias: Un servicio para la comunidad. ¿Y vender pollos te ayudó a pagar la carrera?
Malnatti: También quería trabajar con mi hermano, que tenía la concesión. Me ayudaba a solventar los gastos de la carrera, claro, pero además lo hice porque siempre pensé que era más productivo estar ocupado todo el día.
Noticias: Trabajando te recibiste de abogado a los 22 años, ¿eras una especie de traga?
Malnatti: Sí, me gustaba estudiar mucho, me lo tomaba muy en serio. Rendí libre un montón de materias.
Noticias: ¿Qué cambios produjo el nacimiento de tu hijo Amadeo, que tiene dos años?
Malnatti: Además de todaslas cosas obvias que le pasan a todos los papás, él es un testigo calificado de mi vida. Tiene que ver con una responsabilidad… y estos cambios que hice también tienen su por qué. Amadeo no sólo me va a ver en casa, sino también verá lo que hago en mi trabajo, que es público.
Noticias: ¿El golpe más fuerte de tu vida fue la muerte de tu madre?
Malnatti: (rotundo) Sí, hace muchos años, pero hace poco tiempo para mí. Yo me entiendo…
Noticias: Si cerrás los ojos, ¿cuál es el primer recuerdo que te viene de ella?
Malnatti: Ehhh… A mi mamá trayéndome cerezas. Lo que representa esa imagen es el amor incondicional. Si le digo a cualquiera que me traiga cerezas, seguro que se olvida de traérmelas; mi madre nunca se hubiera olvidado. Uno nunca se recupera de la pérdida de su madre.
Noticias: ¿Pudiste decirle todo lo que querías o te quedó algo pendiente?
Malnatti: Mi mamá no era muy comunicativa, era segunda generación de inmigrantes y estaba dedicada a hacer y no a disfrutar. No teníamos la dinámica de la comunicación a través de la palabra, pero lo hacíamos con las acciones.