Pocas semanas antes de morir, Julio Ramos había firmado con el empresario español Antonio Mata –ex CEO de Aerolíneas Argentinas- un preacuerdo para la venta del diario Ámbito Financiero: el 80% del paquete accionario por aproximadamente 28 millones de dólares. A ocho meses de aquella decisión trascendental –postergada por la muerte del propio dueño-, Silvana Suárez, ex de Ramos, vendió el 40% de las acciones del diario (que administraba en nombre de sus hijos menores, Julia y Augusto), al mismo Mata.
“Es el primer movimiento de una estrategia que vengo negociando directamente con Mata desde la muerte de Julio, cumpliendo con la promesa que le hice: Julio eligió a Antonio y yo le vendo a él. Son los primeros pasos”, explica la ex Miss Universo su decisión en medio de las reuniones para formalizar el traspaso. “Mis hijos están de acuerdo totalmente y se sienten contentos de hacerle este regalo simbólico a la memoria de su papá en el Día del Padre (17 de junio). Ha sido duro tomar la decisión, es casi como un duelo, pero es lo mejor para la empresa”, explica Suárez desde su casa de San Isidro.
Cuando Mata daba casi por perdida la posibilidad de comprar Amfin, la sociedad que administra el diario económico más influyente, y volver al mundo de los negocios en la Argentina controlando un medio, recibió una carta de Suárez en la que le proponía retomar las negociaciones. Mata viajó varias veces, y finalmente cerró el acuerdo.
Negociaciones paralelas. Pero el español, polémico por su paso por Aerolíneas, va por más: persigue la adquisición del 80% de las acciones, para lo cual intenta ahora comprar el casi 20% en poder de Claudio Ramos (el hijo mayor de Julio Ramos) y otro 20% repartido entre herederos testamentarios (4% a nombre del director periodístico Roberto García; 14% que suman las tenencias de otros empleados y periodistas y 2% del rubro “otros”).
Pero, sobre el cierre de esta edición, las negociaciones adoptaron un giro imprevisto: el grupo AISA –la sociedad entre Daniel Vila, José Luis Manzano y Francisco de Narváez- confirmó que pretende salir de Ámbito. Para eso ya discute la venta de su participación accionaria del 20% a Claudio Ramos, que quedaría así con otro 40%. Claudio Ramos y AISA estarían ya en etapa de discusión del monto de la operación. El heredero mayor de Ramos cuenta con la parte “líquida” de la herencia que dejó su padre –la fortuna de Ramos por afuera de las acciones de Amfin- para enfrentar esa operación. De concretarse, Ramos y Mata quedarían así con similar nivel de participación accionaria en Amfin. Pero en el mercado se atribuía este trancendido a una maniobra del Grupo Vila-Manzano para hacer subir el precio de venta de sus acciones.
Si bien la voluntad expresa del fundador del diario, antes de morir, fue la de venderlo, marcó también en su testamento la necesidad de repartir sus acciones de manera tal que cualquiera de sus herederos naturales -sus tres hijos: Claudio, el mayor, de su primer matrimonio con Elba Thomas; y Julia y Augusto- tuvieran que acordar entre sí la forma de conducir el diario ya que representaban la mayoría accionaria real. Ramos también dejó un legado testamentario de casi el 14% de las acciones a un grupo de profesionales de Ámbito, periodistas, administrativos y abogados.
Todo marchó tranquilo hasta principios del 2007. Roberto García ejercía la dirección periodística, Claudio comenzó a asumir un rol más protagónico en la redacción (pese a que no solía instalarse en el diario en vida de su padre) y Suárez participaba de algunas reuniones gerenciales. Toda la familia había participado de un brindis junto a la redacción por los 30 años del diario a principios de diciembre.
Todo cambió en el verano. Una reunión de directorio convocada por Claudio Ramos había definido que no habría pago de dividendos por los resultados del ejercicio 2006, que supuestamente no habrían dado ganancias. Y también determinó un cambio de autoridades: incorporaron al empresario Carlos Ávila en nombre de la sociedad AISA cuando sólo tenía un 4% de participación en ese Grupo. Hoy ya ni siquiera forma parte de esa sociedad que también es dueña del diario El Cronista y del canal América.
Interna feroz. Las consecuencias fueron inmediatas. Los abogados de AISA se presentaron en la Justicia para impugnar las decisiones tomadas en esa reunión de directorio. Y los representantes legales de Suárez debieron presentarse en el diario para que les abrieran los libros de la compañía. Allí se determinó que la sociedad administradora, Amfin, sí había dado ganancias en su último balance, unos 12 millones de pesos. Finalmente, los hijos menores de Ramos cobraron el porcentual correspondiente.
Antes de estos entredichos, Claudio Ramos ya había intentado reunirse a escondidas con sus hermanos menores para que convencieran a su madre de que le vendiera sus acciones. Aparentemente, pretendía quedarse con el control accionario del periódico. Todo desembocó en una pelea a los gritos entre Suárez y Claudio Ramos en el departamento de Punta del Este de la ex modelo. A su regreso a Buenos Aires, la viuda inició los contactos necesarios para reanudar las negociaciones con Mata. Estaba dispuesta a desprenderse de su mayoría accionaria, pero no a favor de Ramos hijo.
El plan Mata. El ex presidente y accionista del Grupo Marsans, desembolsaría entre 13 y 14 millones de dólares por el 40% de Silvana Suárez, según un acuerdo que protocolizaron las partes el jueves 13. Pero Mata pretende la mayoría y está dispuesto a hacer la primera oferta de compra a todos los accionistas grandes y pequeños, incluso a Claudio Ramos si este finalmente se quedara con el 20% de AISA, algo que parece lejano.
Por personalidad y estilo empresario, Mata no juega a medias. Llegó a la Argentina en el 2001 con la compra de Aerolíneas Argentinas y desde entonces presidió la compañía, hasta que tuvo que vender su participación societaria del 30% a fines del 2005 por el duro enfrentamiento que sostenía con los gremios aeronáuticos ligados al oficialismo y los cruces verbales con el propio presidente Néstor Kirchner. Así fue que el Gobierno presionó para que sus socios españoles en Marsans y Aerolíneas, Gonzalo Pascual y Gerardo Díaz, compraran finalmente la participación de Mata en la línea aérea y lo corrieran de la conducción.
El empresario que se queda con Ámbito Financiero es dueño, en la actualidad, de un grupo de cinco complejos turísticos -Royal Premier Hoteles- instalados en Torremolinos, Marbella y Murcia. Cuenta con inversiones y participaciones accionarias en varias empresas constructoras y agencias de turismo en España. Sin embargo, desde su salida de Aerolíneas había dejado en claro su voluntad de hacer nuevos negocios en el país. Siempre confesó su debilidad por contar en la Argentina con un diario económico potente y superinformado, imprescindible para la elite empresaria que toma decisiones: está convencido de que puede agregarle valor y suficiente garra periodística como para luchar por los primeros puestos del mercado. Su ambición es convertirlo en el diario de negocios líder de la región.
No cree que vaya a ir contra el legado de Ramos. Siempre recuerda una frase del fundador de Ámbito Financiero –hecha pública en una carta publicada en la revista NOTICIAS el 11 de noviembre del año pasado, una semana antes de su muerte-: “Como creador de un medio de cierto éxito me preocupa que circulen cálculos sobre sucesiones y conducciones no reales. Los medios de prensa sirven a una comunidad, pero no necesariamente deben ser continuidades vinculares”.
Próximos pasos. Si las negociaciones siguen la actual tendencia, el diario pasará por un tiempo bastante tempestuoso, aunque nunca se pondrían en juego los puestos laborales. La lucha por el control accionario y la conducción periodística ya empezó y su agudización dependerá finalmente del resultado final del cambio accionario que está en pleno trámite. Por ahora, Mata confía en que los accionistas minoritarios aceptan su oferta.