Fue el día de la asunción de Cristina Fernández y la imagen impactó tanto que recorrió todos los medios. La Presidenta abrazada a la cantante Mercedes Sosa sobre el escenario que se había montado en la Plaza de Mayo para festejar su estreno del poder con un autoproclamado “Festival por la Democracia”. A su lado, su marido y flamante ex presidente Néstor Kirchner festejaba rodeado de una decena de artistas que participaban del show. Junto a él, los actores Fernando “Coco” Silly y Daniel Aráoz, que oficiaban de locutores y siempre dicen presente en los actos y recitales esponsoreados por el Gobierno, arengaban a la multitud.
Minutos antes, en medio del revuelo, Cristina se había acercado al micrófono para cantar junto a Mercedes y Patricia Sosa, Gustavo Santaolalla, el Bahiano y Alejandro Lerner el estribillo de “Himno de mi corazón”, el popular tema compuesto por “Los Abuelos de la Nada”.
Según dijeron después los artistas que participaron del festival, ninguno cobró por la participación. Algunos afirmaron que habían ido para apoyar a “la democracia” y otros dijeron que se habían acercado por la afinidad ideológica que mantienen con el Gobierno. Pero no todo es gratuito en el mundo de los artistas K y lo que no se cobra por un lado termina facturándose por otro.
La fórmula del Gobierno consiste en apropiarse de los sectores con buena imagen en la sociedad y usarlos como escudos éticos ante el descreimiento que genera la política oficial. Ya lo hizo con las Madres de Plaza de Mayo, con actores, deportistas, militantes de las organizaciones sociales y también con la oposición. El uso de la caja como herramienta política de cooptación.
Los 829.362 pesos que el Gobierno le pagó a Mercedes Sosa, León Gieco, Adriana Varela y Teresa Parodi en concepto de honorarios por su participación en “Expo Zaragoza 2008” –según las facturas que se reproducen en estas páginas– es sólo la punta de un iceberg que esconde el sorprendente uso de los artistas por parte del Gobierno para ganar en credibilidad y aceptación en la sociedad.
No son los únicos casos. También por participar de la Expo, Litto Nebbia y Los Super Ratones –que públicamente suelen ostentar de la amistad que mantienen con el ex jefe de Gabinete, Alberto Fernández– cobraron 45.000 pesos del Gobierno cada uno. Y la cantante Mavi Díaz se embolsó 36.000 pesos. Sus nexos con la embajada argentina en España, según confirmó ella misma, la ayudaron a conseguir su cachet.
Pero la metodología oficial no abarca sólo a músicos y cantantes. “Coco” Silly y Daniel Aráoz, firmes en todos los actos del Gobierno, firmaron dos contratos con Canal 7 a través de su productora Compatriotas por 2.537.287 pesos cada uno, para producir “Los cuentos de Fontanarrosa” y “Tinta Argentina”, dos ciclos de ficción que ya no están al aire. En total se embolsaron 5,1 millones de pesos.
Y el Bahiano, uno de los que participó del festival por la asunción de Cristina, cobra 20.000 pesos mensuales por conducir el programa “MP3”, por Canal 7, según confirmaron desde la emisora. El ciclo lo produce Nara Ferragut, la ex novia del secretario de Medios, Enrique “Pepe” Albistur. Para poner al aire “MP3”, la productora de Ferragut –Innovo– recibe 104.000 pesos más IVA mensuales de Canal 7 y además el 40% del dinero facturado por publicidad.
La feria. La “Expo Zaragoza” se realiza en España y es el mayor congreso sobre agua y desarrollo sustentable a nivel mundial. Dura tres meses –del 14 de junio al 14 de septiembre– y además de debatir sobre temas ambientales, los 106 países que participan aprovechan para mostrar a sus artistas. Según registros oficiales, el presupuesto destinado a la Expo fue de 1.500.000 dólares y la Secretaría de Medios recibió una partida de 230.000 euros con la que se pagó el cachet de los artistas.
En las primeras reuniones de la Comisión y mucho antes de que se supiera cuál iba a ser el presupuesto destinado para la Expo, “Pepe” Albistur ya tenía armado el listado de los músicos que iban a participar. El más difícil de convencer fue el entonces jefe de Gabinete, Alberto Fernández, que quería ubicar a sus amigos Los Super Ratones y Litto Nebbia. “Pepe” enfureció: “A Los Super Ratones no los conoce nadie y Litto está pasado de moda. Necesitamos artistas con vuelo. No los pienso llevar”, lo escucharon quejarse. Cuando Alberto se enteró, se enojó tanto que presionó a la Cancillería para que le recortaran el presupuesto a Medios. Pero su método no dio resultado y al final tuvo que llamar a la embajada argentina en España para contratar desde allí a sus amigos. El gesto costó 90.000 pesos: a cada uno le pagaron 45.000 de cachet. Según estimaciones de productores locales, estos artistas no suelen cobrar más de 5.000 dólares por un show en el extranjero.
El evento estaba pensado para mostrar a Cristina en el exterior y la foto rodeada de músicos destacados y reconocidos en la sociedad cotizaba alto. Pero la crisis con el campo obligó al Gobierno a suspender el viaje de la Presidenta a Zaragoza.
Por su participación en la Expo, León Gieco cobró 147.874 pesos como anticipo del 70% de sus honorarios (en total 211.248). Mercedes Sosa fue mejor recompensada y recibió 253.512 pesos (en total 362.160). Adriana Varela facturó 94.990 pesos (en total 135.700) y Teresa Parodi 84.181(en total 120.259).
No es criticable que artistas reconocidos y con trayectoria sean la cara del país en una feria internacional con el auspicio del Gobierno. Tampoco que sean bien remunerados. Lo que sí genera sospechas es que estos mismos músicos aparezcan en actos oficiales o den discursos a favor de la gestión. Y que el Gobierno se aproveche de su imagen para mejorar la suya.
NOTICIAS llamó a los representantes de todos los artistas involucrados. Gustavo Taranto, manager de Gieco, dice que el monto incluyó todos los gastos: pasajes de avión, hotel, comidas y traslados de los músicos. Asegura que el 30% que aún le adeuda el Gobierno corresponde al cachet de Gieco y afirma que puede justificar todos los gastos.
Noticias: ¿No cree que quedan muy pegados a la imagen del Gobierno?
Taranto: Para nada. León apoya algunas cosas del Gobierno y otras no. No va a cambiar su forma de pensar porque lo contraten.
Noticias: ¿Es consciente de que el Gobierno usa la imagen de artistas reconocidos?
Taranto: Claro, puede ser, pero este no es el caso. León no suele tener gestos públicos a favor del Gobierno.
A días de la asunción de Cristina, Gieco reconoció en una entrevista su simpatía con el Gobierno: “La continuidad de Cristina era merecida. Por fin tuvimos un presidente de nuestra edad, con la sensibilidad de la lucha de los ’70. Estoy contento de que haya ganado Cristina, definitivamente”. Además, el año pasado apoyó activamente la campaña del candidato a jefe de Gobierno porteño oficial, Daniel Filmus. Participó de diversos actos y prestó su imagen para afiches en la vía pública.
El manager de Adriana Varela, Gustavo Lichinchi; y el de Teresa Parodi, Adrián Canedo, concuerdan con el de Gieco. Dicen que el monto pagado por participar en la “Expo Zaragoza” incluye todo y que no es desmedido. Fabián Matus, manager de Sosa, no respondió los llamados de NOTICIAS.
Los nexos de los artistas con el kirchnerismo son de lo más variados. Teresa Parodi suele decir presente en los actos oficiales. Además, es la directora del Espacio Cultural Nuestros Hijos que funciona en el edificio de la ESMA, recuperado por las Madres de Plaza de Mayo. Sosa no sólo participó del “Festival por la Democracia” y fue recibida por la Presidenta en su despacho, sino que además, y por pedido de Cristina, dio un concierto durante la cumbre de presidentes que se desarrolló en junio pasado en Tucumán. Por quince minutos de show, la gobernación de la provincia le pagó 80.000 pesos. A Adriana Varela la une una relación con Albistur, quien fue su manager y la admira públicamente. Ella suele participar de los actos del Gobierno y en marzo pasado tocó en el Salón Blanco de la Casa Rosada. Dice que sólo le pagaron los gastos.
Los actores. El caso del “Coco” Silly y Daniel Aráoz es sorprendente. Sin experiencia en producción, consiguieron dos contratos con Canal 7 por 2.537.286. NOTICIAS accedió a los documentos a través de un pedido de acceso a la información pública tramitado por medio de la Asociación por los Derechos Civiles. Silly y Aráoz son los locutores oficiales de todos los eventos del kirchnerismo. ¿Acaso fue un reconocimiento a su buena conducta con el Gobierno y la excelente relación que mantienen con Albistur? Ellos juran que no. “Negociamos el contrato con Rosario Lufrano, que estaba a cargo del canal y con quien tenemos una buena relación. Ofrecimos los dos ciclos por veinte capítulos cada uno y lo aceptaron. Nuestra afinidad con el Gobierno va por otro lado, somos peronistas. Pero estos contratos no los conseguimos por eso. Ganamos plata, pero fue mínimo, nos hacíamos cargo de todos los gastos”, argumenta Silly.
El lugar de “Tinta Argentina”, que terminó a mitad de año, lo ocupó “Variaciones”, una ficción producida y protagonizada por Juan Leyrado. El actor, uno de los artistas que apoyó la campaña del kirchnerista Daniel Filmus a jefe de Gobierno, participó de actos y firmó una solicitada de apoyo al candidato.
Siempre que se habla de los nexos de los artistas con el Gobierno, los caminos conducen a Albistur. Los encargados de reclutarlos para todos los eventos oficiales son Javier Grossman y Graciela “Chela” Rllepca, dos personas de absoluta confianza de “Pepe”. Grossman fue funcionario de la gestión de Aníbal Ibarra en la Ciudad y hoy se dedica a la producción de espectáculos. Trabajó activamente durante la campaña de Cristina y era el encargado de montar todos los escenarios donde actuaba la entonces candidata. Rllepca es una reconocida productora en el ambiente de la música que trabajó junto a Charly García. Además de tener un cargo en la Secretaría de Medios, produce los shows en el ND Ateneo, el teatro que regentea la familia Albistur. Ellos contactaron para la “Expo Zaragoza” a Gieco, Parodi, Varela y Sosa. Las tres artistas fueron las invitadas de lujo del ND Ateneo para los festejos de los cinco años del teatro en el 2007.
El debate. En el ambiente artístico la noticia de que cuatro exponentes de la canción popular cobraron 800.000 pesos por participar de la “Expo Zaragoza” aún genera debate. Pero más allá de la discusión sobre los montos, ¿el hecho de estar contratados por el Gobierno los condiciona? ¿Apoyan al Gobierno porque les pagan? ¿Se trata de una simpatía legítima de ciertos artistas por el Gobierno, o sólo de un negocio?
Para Adrián Canedo, manager de Parodi, no hay condicionamientos: “Teresa toca porque tiene cierta sintonía y afinidad ideológica. Si no coincidiera, no tocaría”. El productor Daniel Grinbank se pregunta si el Estado “está capacitado para darse el lujo de gastar tanto en esos eventos a pesar de las carencias de fondo”. ¿El Estado actúa con inocencia cuando contrata por cientos de miles de pesos a quienes le suman puntos de imagen?
Gustavo Lichinchi, manager y hermano de Adriana Varela, opina: “Estar a favor del Gobierno no es ser incondicional. Ella no necesita del Gobierno para laburar.”
Noticias: Pero el Gobierno sí necesita de los artistas para mejorar su imagen.
Lichinchi: Adriana es peronista y la llaman por su calidad, y si va a cantar para apoyar al Gobierno no cobra. Lo de Zaragoza nos interesó, pero si no nos interesaba, esa plata la ganábamos en otro lado.
El filósofo Silvio Maresca cree que sí están condicionados y muestra su enojo: “Lo que me indigna es la hipocresía. Escuchemos las canciones: intransigencia frente a las injusticias sociales, exaltación de víctimas, oprimidos e indigentes, prédica de la igualdad y la fraternidad universales, a cambio de honorarios cuantiosos, escenarios privilegiados y repercusión mediática”.
Para el cantante Víctor Heredia, los montos no son exagerados. “No hay por qué dudar de la honestidad de estos artistas. Cuando un artista hace un recital a beneficio, el compromiso social se lleva por delante el rédito económico. Pero eso no se mensura cuando se hacen cuentas ideológicamente malintencionadas”.
El cantante y compositor Peteco Carabajal, que suele ser contratado por la Secretaría de Cultura, tiene una mirada más crítica: “Si el Gobierno me ofrece 200.000 pesos para tocar, sabría que están haciendo algo mal y no lo aceptaría. Ese dinero puede usarse para otras cosas”. En la misma línea, la cantante Suna Rocha se pregunta: “¿No es una exageración que cobren tanto teniendo en cuenta lo que cobran otros artistas?”.
El cantautor Antonio Tarragó Ros opina: “Me parece bien que trabajen y les paguen. Pero hay un pronunciamiento exagerado del Gobierno por los derechos humanos y eso encandiló a algunos artistas. Quedar pegado a una gestión es un riesgo y una decisión personal”.
El Gobierno sabe que su imagen se desgasta y recurre a una fórmula que conoce: caja a cambio de apoyo.