Una red de llamados telefónicos que confluyen en la Casa Rosada. Y en cada uno de los extremos de la línea, secretarios presidenciales, senadores y el jefe de inteligencia de la SIDE. Los cruzamientos telefónicos y los rastreos satelitales son la prueba más contundente que tiene la Justicia para comprobar que Fernando de la Rúa (71) se reunió con senadores del PJ para “destrabar” mediante supuestos sobornos la sanción de la ley de reforma laboral. Fuentes judiciales le revelaron a NOTICIAS que esa fue la evidencia para que la Cámara Federal confirmara el procesamiento del ex presidente el 4 de agosto.
El arrepentido Mario Pontaquarto (47) aseguró que él se había reunido en el despacho presidencial con De la Rúa el jueves 30 de marzo del 2000, a las 12.30 del mediodía. Según aseguró, allí también estaban el senador radical José Genoud –que se suicidó en el 2008– y los peronistas José Alasino (62) y Alberto Tell (54). Al final apareció Alberto Flamarique (59), entonces ministro de Trabajo. La reunión habría sido gestionada por el ex jefe de Inteligencia, Fernando de Santibañes (64). Todos ellos fueron procesados.
El juez federal Daniel Rafecas (42) ordenó examinar los celulares de los implicados y el resultado es revelador: el 30 de marzo al mediodía, todos estos funcionarios (excepto De Santibañes) estaban en la Casa Rosada, según el rastreo satelital de sus teléfonos. Además, antes y después de la reunión intercambiaron insistentes llamados.
Aunque De Santibañes no participó del encuentro, estuvo en contacto con la Rosada ese mediodía a través de 13 llamados al edecán de De la Rúa –que no usaba su propio celular, sino que se hacía llamar a ese, según consta en la causa– y a su secretario privado Leonardo Aiello. El rastreo que ubicó el celular de Tell en la Casa Rosada el 30 de marzo a las 12.29 señaló que el funcionario retornó al Senado a las 12.54. En el medio, estuvo cerrado. También el celular de Flamarique permitió situarlo en la Casa del Gobierno. Lo apagó entre las 12.27 y las 13.36. Alasino hizo su último llamado desde el fijo del Senado a las 11.40, dejó su celular ahí y no atendió el teléfono hasta las 13.15.
La reunión en la Rosada habría sido a las 12.30. Según la resolución de Rafecas, allí “los futuros sobornados querían corroborar que De la Rúa estaba al tanto del vergonzoso acontecimiento”, es decir, del reparto de 5 millones de pesos en coimas que se investiga. ¿La prueba de los celulares es suficiente? El juez cree que sí. De la Rúa continúa negando la supuesta reunión.