En su juventud, Gabriela Cerruti era tan fanática de la Acción Católica que casi ingresa al convento de las Carmelitas Descalzas. Y aunque la imposición del mandato paterno ordenaba estudiar ingeniería, la tercera de seis hermanas, nacida en la sureña ciudad bonaerense de Punta Alta, optó por el periodismo. De la mano del multipremiado periodista Daniel Santoro, entró y recibió su primer recibo de sueldo en Noticias Argentinas, luego de pagar derecho de piso en Prensa Abierta. Pero la agencia de noticias le quedó chica y al poco tiempo se sumó al proyecto de Página/12, diario en donde llegó a ser jefa de la sección política.
Inquieta como pocas, la hija de Rosa Riasol y Ruggero Cerruti pegó el portazo y fundó la revista Trespuntos. Seducida por la moda de los libros periodísticos, se hizo escritora y publicó “El Octavo Círculo”, “El Jefe” (la biografía no autorizada de Carlos Menem) y “Herederos del Silencio”. Hasta que un día se hartó de todo y emigró a Londres, en donde se doctoró en la University of Westminster, basando su tesis en la destrucción de la esfera pública durante la dictadura militar.
Al cabo de unos años, un poco por nostalgia y otro tanto por transmitir conocimientos, Cerruti pegó la vuelta y, junto a otros defensores de derechos humanos, creó la Comisión provincial de la Memoria. Allí, la admiradora de Hebe de Bonafini se enfrentó con Estela Carlotto, y pegó el salto a la política porteña, bajo el padrinazgo de Jorge Telerman, cuando el actual Jefe de Gobierno era el vicejefe de Aníbal Ibarra.
Casada con el periodista Lucas Guagnini, nieto de Cata Guagnini, madre de dos hijos desaparecidos y un símbolo de la lucha por los derechos humanos. Hoy, Cerruti es la Ministra de Derechos Humanos y Sociales, y la preferida del hombre rapado que busca la reelección. “Nos queremos mucho, somos muy amigos. Y, además de ser mi jefe político, estamos compartiendo este camino con mucha alegría”.
Noticias: ¿Le resulta atractivo integrar un gobierno poblado de hombres?
Gabriela Cerruti: Me resulta divertido y halagador (sonríe). En las reuniones de gabinete siento que me escuchan, y al mismo tiempo defiendo las cuestiones de la mujer, además de la política en general.
Noticias: ¿Es de las que creen que la política está hecha para los hombres?
Cerruti: No sólo eso, tienen hasta horarios de ellos. Por eso, creo que tendría que hacerse política y ejercer cargos con horarios de las mujeres y respetando los de la familia.
Noticias: En el hogar, ¿su marido acepta los horarios que usted le dedica a la familia?
Cerruti: Mi marido acompaña. Si una pareja tiene proyectos en común, la lleva adelante.
Noticias: ¿Sus dos hijos, Sofía y Lucio le deben reclamar su presencia?
Cerruti: Sí. Pero prefiero no hablar de mi familia.
Noticias: Pero déjeme preguntarle, ¿qué dicen sus hijos sobre la mamá funcionaria?
Cerruti: Mi hija, la más grande, es la que más entiende y le conmueve que siga haciendo cosas por la gente que más lo necesita. Pide acompañarme, hace cosas para llevar a los hogares de niños o cuando recorremos una villa.
Noticias: ¿Está pendiente de su labor?
Cerruti: Sí. Si estamos ayudando, si estamos haciendo casas y dónde están durmiendo los chicos de la calle. Mi hija mayor es una personita muy sensible y le conmueve, no que esté en política, sino que me ocupe de ayudar a los más vulnerables.
Noticias: ¿Aceptó el ministerio porque le gustan los desafíos?
Cerruti: Acepté porque formo parte del proyecto de Jorge. Y aceptaría todo lo que me pida. Pero, al mismo tiempo, tengo una vocación muy grande por todo lo que tiene que ver con los derechos humanos, en el sentido más amplio.
Noticias: ¿Sólo por lo que aconteció en la dictadura?
Cerruti: No sólo por lo que sucedió en los ‘70 y la búsqueda de la memoria, verdad y justicia de esa época, sino por los derechos humanos del presente.
Noticias: ¿Soñó con estar en la política o hubo un clic que la hizo ingresar?
Cerruti: Siempre me gustó la cosa pública, siempre me interesó el poder y siempre me interesó el poder de transformación de la sociedad a través del poder. Durante un tiempo, creí que lo importante era contarlo y por eso lo hice desde el periodismo. Hasta que un día, me di cuenta de que no era leal conmigo misma.
Noticias: ¿Por qué?
Cerruti: Porque cuando querés transformar la realidad, no alcanza con contarlo.
Noticias: ¿Cuándo ingresó a la política para transformarla?
Cerruti: Ingresé por los derechos humanos cuando dejé el periodismo.
Noticias: ¿Dejó o lo postergó?
Cerruti: Lo dejé cuando nació mi hija porque el periodismo no tiene horarios para mujeres y para mamás. Cuando uno quiere ser periodista de verdad, trabaja las 24 horas.
Noticias: ¿No estaba dispuesta a llevar esa vida?
Cerruti: No. Porque sentía que tenía que dedicarme a mi etapa de madre. Y, además, venía de hacer el master en Londres. Algo que pude aplicarlo cuando creamos la Comisión de la Memoria.
Noticias: Organismo que le trajo problemas…
Cerruti: Cada vez que estoy en algún lugar me enfrento con el poder. Esto me sucedió siempre. Cuando era periodista, me enfrenté con Carlos Menem y con Astiz. Luego estuve en la Comisión y terminé enfrentada con Carlotto. Veré cuál es el próximo que me toca.
Noticias: ¿Por qué se enfrenta contra los que detentan el poder?
Cerruti: Evidentemente, hay algo que me lleva a discutir con los absolutos en todos los terrenos.
Noticias: Se aproximan las elecciones a jefe de Gobierno. ¿Cómo se ve al lado de Jorge Telerman?
Cerruti: Cuando salga tu nota, va a estar definido quién lo acompañará en la fórmula. Con lo cual…
Noticias: ¿Soñó con ser la presidenta de la Legislatura?
Cerruti: Ah (suspira). Pensé que me preguntabas como presidenta de la Nación y te digo que me veo. Dame 10 años y me veo como Presidenta.
Noticias: Entonces, ¿su sueño es llegar al sillón de Rivadavia?
Cerruti: Y bueno, ¿cómo hacés para transformar un país? Es como preguntarle a un cura si quiere ser Papa. Obvio.
Noticias: ¿Se arrepiente de algo?
Cerruti: De tantas cosas. Pero no las voy a decir públicamente.
Noticias: ¿Son tan graves?
Cerruti: La mayoría son personales. Con lo cual, reitero, no las voy a decir.
Noticias: Se lo repregunto, porque tuvo una vida muy activa…
Cerruti: (Interrumpe) Tuve una vida muy activa, hice muchas cosas. Si querés, la tristeza que llevo hoy con respecto a todo esto es que mi viejo estaba convencido de que yo iba a ser presidenta, pero murió hace dos años y no me va a ver en la Casa Rosada.