Es imposible estar en la plaza más de media hora. Los gritos de “¡Loco!” y “¡Grandee!” arrecian, y hasta una plácida abuelita se acerca, bebé en brazos, para contarle del señor ese flaco y de pelo chuza que ríe sin parar: “¿Ves? Es el Loco Gatti, un ar-que-ra-zo”, explica. Y él se presta, sonríe, posa. Y canta: “Que vuelva Carlos, que vuelva ya”. Después se pone serio. “Yo quiero que vuelva Menem, vive acá cerca, a veces comemos juntos. Pero no soy peronista. Soy menemista, duhaldista y macrista. Mirá Mauricio, cómo dejó esta plaza. ¡Una maravilla!”, celebra. Es lo que es: ámalo o déjalo. Y mucha gente lo ama y también lo lee en el diario “Libre”, donde tiene columna propia.
Noticias: En su primera columna dijo que “se juega al fútbol como se vive, y vivimos haciendo trampa”. ¿Realmente cree eso?
Hugo Gatti: Sí, totalmente. Porque Messi será un crack, pero también juega en un lugar donde no roban la cartera como hacemos acá. Nosotros jugamos un fútbol con trampa. Y en España, como se vive sin trampa, también se juega sin trampa. El fútbol no escapa de eso. Este es un país en donde todos queremos robar. Es una educación nuestra. Robamos. Yo robé toda mi vida.
Noticias: Pero, a ver: ¿qué quiere decir con “robar”?
Gatti: Que si te puedo joder, te jodo. Eso. En el fútbol, si te puedo meter una trompada, te la meto. En el super, si podemos, robamos algo. En cambio en Europa, no. Si te agarran robando, vas preso; si pasás una calle y hay un peatón tenés que frenar, pero acá lo pisamos. Somos así. Y eso es lo que yo extraño cuando estoy en España, no puedo vivir allá.
Noticias: ¿Y qué extraña allá de esto?
Gatti: Todo, todo. Yo tengo 67 años y no puedo cambiar, así que quiero vivir en España como vivo en la Argentina. Madrid es Buenos Aires, pero limpio y educado. Y no me hallo. Yo allá vivo encerrado. Vengo acá y soy otro tipo. Allá no voy al gimnasio y acá sí, todos los días. Mi mujer, Nacha, hasta me carga con eso: “¡Para mí que tenés una mina!”, me dice (risas).
Delgado, fibroso, excepto por cierta molestia en una de sus rodilla, todo –la sonrisa, el look, la actitud juguetona de antes– permanece intacto. “Yo me cuido. Como y chupo, pero poco. Hago dos comidas por día. Y tomar, tomo vino. Mi padre en el campo tomaba caña, grapa”.
Noticias: ¿Y cómo fue esa infancia en Carlos Tejedor?
Gatti: Muy buena. Jugaba todo el día al fútbol, cazaba pajaritos, robábamos fruta a la hora de la siesta… Todo robar, todo robar. Siete hermanos éramos. Yo fui el menor, y mi madre quería que yo fuera nena. Y no fui nena. ¡Le pegué en el palo! (risa)
Noticias: Y su padre, ¿cómo era?
Gatti: Un divino, pero de poco hablar. Una sola vez me pegó. Un latigazo. Yo no quería tomar la sopa, y me educó. Desde ese día, la sopa es uno de mis platos preferidos. Yo creo que los libros son buenos, pero un buen latigazo, a cierta edad, es mejor que cien mil libros.
Noticias: ¿Con sus hijos fue igual?
Gatti: No, yo quise hacer la de mi padre y se me reían. Lucas, de 31, y Federico, de 28, creo que abandonaron el fútbol porque yo, hasta el día de hoy, sigo siendo un tipo público. Hasta creo que ahora soy más popular. Entonces, cualquier cosa que yo digo los afecta, e inconscientemente creo que les hice un daño.
Noticias: ¿Por qué cree que los arqueros actuales son malos?
Gatti: Para mí, es cuestión de genes. De azar. Y tampoco hay espejos, maestros en quién reflejarse. Antes la única diversión era la pelota, y hoy los chicos están con la play y el celular.
Noticias: ¿Por qué nunca cambió su look?
Gatti: Porque hago un poco el “golpe de vistosidad”. Un arquitecto me contó que se llama así. Y yo lo busco en la ropa, en mi casa, en todo. Es la inventiva de uno para hacerse notar.
Noticias: ¿Y el “golpe de vistosidad” le ganó botineras?
Gatti: No, nunca fui mujeriego. Además, nuestras botineras eran La Raulito y La Gorda Matosas, así que imaginate. Y encima, cuando les hacías un gol, te reputeaban.
Noticias: ¿Siempre dice todo lo que piensa?
Gatti: Sí, porque yo no hablo nunca para quedar bien. Yo digo mi verdad. En España se enojaron cuando critiqué a Iker Casillas. Tanto, que perdí uno de los trabajos que tenía en el diario “As”. Dije que era “horrendo”, y pienso eso: puede que sea mejor que los de ahora, pero comparado con los jugadores de otra madera, como los que había antes, es horrendo.
Noticias: ¿Antes los jugadores eran tan “estrellas” como ahora?
Gatti: Y, medio sí. Yo antes me escondía más. Cuando se me acercaba la gente, decía “Uh, qué plomo”. Y después que dejé de jugar me di cuenta de que el cariño de la gente es lo que te mantiene vivo. Ahora estoy aprendiendo a vivir y antes era un boludo, como todos los jugadores de fútbol. Porque viven en una nube de pedos. Y más cuando sos un jugador de fútbol distinto, la figura. Vivís para el fútbol y no te importa nada más.
Noticias: ¿Qué opina de Riquelme?
Gatti: Que es muy vivo. Tiene mirada zorra. Es el mejor jugador de la Argentina. Pero es eso: para consumo interno. No creo que se banque el fútbol europeo, donde los 90 minutos los tenés que jugar y la pelota no te la pasan. Él es un buen jugador cuando tienen la pelota en los pies, y como se crió en la villa tiene toda la picardía que te da el potrero. Pero su físico es lento. Y si tenés cabeza rápida pero el cuerpo no te acompaña…
Noticias: ¿Maradona o Pelé?
Gatti: Pelé, sin dudas. Pelé tenía piel de jugador, cabeza, ritmo, todo. Era una pantera vestida de blanco, yo jugué con él: entraba a jugar en el último minuto y te podía dar vuelta el partido. Y la gran diferencia es que Pelé en la cancha daba miedo, y Maradona no. Nunca dio miedo. Para mí, están Pelé, Alfredo Distéfano y Maradona, en ese orden. Yo a Diego lo aprecio, es un gran jugador. Pero de otro planeta era Pelé, no él.