Dos personas juegan al tenis. Juegan cinco sets. Ganan tres sets cada uno. ¿Cómo es posible?”, lee Gisela Marziotta –periodista, conductora del noticiero de América 24 y de “Vidas paralelas” por América TV, escritora, del signo de Piscis, amante de la comida macrobiótica, asidua oyente de música clásica, recién casada con Ramiro Cerezo (el cantante de Pier) y fanática de los acertijos– en la contratapa de un libro. Ahora busca la respuesta. No la encuentra. “No puede ser”, dispara. Pasa las hojas casi con desesperación infantil, mira la tapa, vuelve a la contratapa, se fija en las solapas. Nada. Gisela Marziotta 0; libro de acertijos:1.
Noticias: Seguro que de chica tenía un diario íntimo.
Gisela Marziotta: No, siempre quise tener y nunca pude. No lograba sistematizar eso de contarle al diario qué me pasaba y qué sentía…
Noticias: ¿Escribe algún otro género que no sea periodístico?
Marziotta: Tenía un blog literario. Se llamaba “Adicta”.
Noticias: ¿Y qué pasó?
Marziotta: Y un día me lo borraron…
Noticias: ¿Quién?
Marziotta: No sé… como que alguien entró, y no sé…
Noticias: ¿Vivía con alguien cuando pasó eso?
Marziotta: En ese momento, no.
Noticias: ¿Un ex novio despechado, tal vez?
Marziotta: Pero no pudo haber entrado…
Noticias: El miércoles 2 de septiembre se casó por civil con Ramiro Cerezo, el cantante de Pier. ¿Es cierto que ni siquiera la familia lo sabía?
Marziotta: Mirá, no es un tema del que quiera hablar demasiado…
Noticias: ¿Se casaron en secreto?
Marziotta: Nadie sabía del casamiento, excepto los testigos. Es un compromiso entre él y yo, y así elegimos vivirlo.
Noticias: ¿Ya conoció a sus suegros?
Marziotta: Sí, ya nos juntamos con su familia.
Noticias: ¿Dónde conoció a Ramiro?
Marziotta: Nos encontramos en una disquería. Ahí nos vimos por primera vez y un mes más tarde vino a La Mega para una entrevista en el programa que yo conducía en la radio. Pier estaba por tocar en Obras.
Noticias: ¿Le gusta la música que hace su marido?
Marziotta: Me gusta Pier, pero por sobre todas las cosas disfruto de escuchar a Ramiro. Su voz me hace muy bien: me alegra, me emociona, y en verdad me conmueve. Pero no quiero hablar más de esto.
Noticias: Usted presentó el libro “Abzurdah”, la autobiografía de una joven anoréxica. ¿Lo leyó?
Marziotta: Sí, me pareció un libro para adolescentes, escrito por una adolescente… yo también escribí un libro para jóvenes –“Contrato de señoritas”– cuando tenía 30 años. Habla sobre el cambio de década.
Noticias: ¿Le pesó el pasaje de los 20 a los 30?
Marziotta: No, más me costó cuando cumplí los 29. Pero creo que está buenísima esta edad, tal vez uno se va convenciendo. Los años están buenos, de hecho, me gustan las canas que estoy teniendo, ¡Quiero tener más canas! Cuando suceda, las tendré como algo natural. Pero está bueno verse con el paso del tiempo: habla de lo que fuiste, sos y serás.
Noticias: Algunas vez dijo que su primer libro, “Contrato de señoritas”, tiene un 50% de usted. ¿Es bastante autobiográfico?
Marziotta: No, en absoluto, pero todos los libros tienen que ver con uno. Es tu mirada, sos vos. Es igual que una foto: vos la sacás, y por algo elegís lo que será fotografiado. Uno es lo que hace y lo que escribe.
Los fines de semana Gisela Marziotta se reparte entre su curso de fotografía –con cámara manual–, reuniones con amigos y muchas tardes para escribir o leer. También cocina, y dice que muy bien, en especial pizzas con harina integral.
Noticias: ¿Qué come habitualmente?
Marziotta: Arroz yamani, todos los días. Me encanta. Con la cocina macrobiótica hay que ser más creativo y dedicarle tiempo. Antes cocinaba más. Y no como carne. Si me invitan a una parrillada voy, pero elijo otra cosa. Eso sí: no pido la parrillada de vegetales, no me gusta.
Noticias: ¿Hace cuánto come comida macrobiótica?
Marziotta: Fue un proceso. Primero dejé de comer pollo porque le inyectaban hormonas. Después abandoné la carne. Igual, como pescado 2 o 3 veces por semana. Es importante lo que comemos. Uno es lo que hace, lo que escribe, y también lo que come.
Noticias: Toti Pasman –compañero suyo en América 24– fue uno de los periodistas agredidos por Diego Maradona. ¿Cómo se vivió la situación en el estudio?
Marziotta: Estábamos siguiendo la conferencia desde el noticiero, y nadie podía creer la reacción de Maradona. Fue una mezcla de impotencia con vergüenza. Aplaudimos cuando Toti se defendió: nos llenó de orgullo que ante un Maradona tan agresivo y violento él hubiera contestado con respeto, expresando lo que todos pensábamos. Creo que tanto la FIFA como la AFA tendrían que sancionarlo. No pueden pasar de largo un acto con este nivel de violencia. ¿Qué clase de ejemplo se puede dar para que después no se agredan entre los hinchas?
Noticias: ¿Le gusta la música de Mercedes Sosa?
Marziotta: Sí, me gusta. Nos queda de ella lo que su trabajo significa para la cultura. Su trabajo estuvo mucho antes de la muerte, lo que pasa es que somos una sociedad que comienza a valorar a partir de la muerte. Es una pena que si bien fue reconocida en vida a nivel nacional e internacional, a lo mejor nos perdimos de conocer a una persona extraordinaria: luchadora, emprendedora, coherente.
Noticias: En la carrera presidencial del 2011, ¿qué candidato cree que tiene más posibilidades?
Marziotta: Falta mucho para las elecciones, me parece apresurado hablar de candidaturas y creo que cualquier postulación con tanta anticipación a los comicios, se desgasta pronto.
Noticias: ¿Qué le parece el cambio de postura de la senadora Dora Sánchez al votar la ley de medios?
Marziotta: Es preocupante. En este caso, nos enteramos todos porque los medios seguían muy de cerca lo que pasaba con el proyecto de ley y estábamos atentos, pero es alarmante pensar cuántas veces esto debe haber pasado en el Congreso y no lo sabemos. Preocupa también que esa sea la forma de hacer política. Sería interesante que alguna vez debatiéramos sobre los medios que se aplican para llegar a ciertos fines. No puede darnos todo igual.
Faltan minutos para que Gisela salga al aire en el noticiero de América 24. Se le hace tarde, entonces va hasta la librería para comprar el libro de acertijos. Lo toma de donde lo había dejado, va hasta la caja y le dice al encargado que no puede ser que el libro no tenga la respuesta. “No puede ser”, contesta él, que busca hoja por hoja hasta dar con la solución: los dos tenistas jugaban un partido de dobles.