A Néstor Kirchner no le gusta que lo comparen con Hugo Chávez. Guarda sentimientos contradictorios hacia él. Gracias a sus “desprolijidades” –como las llama en la intimidad–, se vio salpicado por el escándalo de la valija de Antonini Wilson y salieron a la luz los negocios sucios en el comercio bilateral. En su búnker de Olivos dice lo que piensa y le pasa la factura al bolivariano. Pero Kirchner también reconoce la habilidad de Chávez para convertirse en referente imprescindible de una sociedad como la venezolana, partida en dos. Es lo que le metió en la cabeza el filósofo y politólogo posmarxista Ernesto Laclau, hoy por hoy su ideólogo de cabecera: que el peronismo será una cáscara vacía hasta que no confronte abiertamente con las corporaciones. La recomendación, en palabras de Laclau, son más específicas: “Se necesita algo más para tener una cristalización populista del tipo de Chávez o Perón. Se necesitan slogans y símbolos que vayan presentando una división radical de la sociedad. Como fueron en el pasado ‘Patria sí, colonia no’ o ‘Braden o Perón’” (ver recuadro).
¿Magnetto o Kirchner? Patria liberada sí, patria corporativa no. Los retazos setentistas no suenan tan bien en el siglo XXI. Pero tienen vigencia en el estrecho círculo del kirchnerismo pro chavista. El 27 de agosto pasado, Kirchner le entregó al repentino gurú Laclau el doctorado Honoris Causa de la Universidad de San Juan en el marco del Primer Congreso Extraordinario de Ciencias Políticas. Aprovecharon para conversar. “Hay que ser más claros”, insistió el intelectual. Argumento: la aplicación de algunas medidas “progresistas” no convence automáticamente a los votantes. No muestra la dimensión de lo que está en juego. Porque la ofensiva opositora de los medios de comunicación –coincidieron Laclau y Kirchner– coloca a los kirchneristas de clase media en seres “vergonzantes” y “pasivos”. Ninguno apeló a la falta de credibilidad o a la pérdida de confianza en el Gobierno como eventuales motivaciones de esas actitudes presuntamente “vergonzantes”. Hablaban de las proyecciones electorales para el 2011.