Mauricio Macri recibe a los periodistas en su amplio despacho de la calle Bolívar. Saluda sonriente: “¿Cómo anda la gente de ‘Malicias’?”. Así llama a esta revista desde hace años “porque es ciento por ciento maldad”, machaca. Hasta dentro de algunos minutos, el jefe del Gobierno porteño logrará conservar el buen humor. Pero terminará revoleando por el aire un viejo ejemplar de NOTICIAS que siempre lo fastidió: la portada de hace exactamente un año, donde se lo catalogaba de “candidato haragán” por su relax en Punta del Este en medio de la campaña electoral y de la conmoción por el bochornoso caso Gerez.
El Macri de estos días parece otro. Está lejos de esa imagen de perezoso, ganada a fuerza de veranos esteños y faltazos recurrentes a su antigua banca del Congreso. Ahora empezó a gobernar la Ciudad a pura acción, con medidas fuertes, a veces antipáticas, y golpes de efecto como los que caracterizan por estos días al francés Nicolas Sarkozy, bautizado “Supersarko” por su ritmo de trabajo febril, su marketing de la hiperactividad y su prepotencia para enfrentarse con otros factores de poder. Aunque no lo reconozca, Macri está copiando el modelo: guerra al sindicalismo, mucha acción y pocas explicaciones. Hasta logró tapar las repercusiones del impresionante aumento del ABL gracias a su flamante avanzada contra el gremio de los estatales porteños: ordenó no renovarle el contrato a 2.300 empleados, resistió las protestas, contraatacó con grabaciones que mostraban a los gremialistas desvalijando la sede del sindicato intervenido y se anotó su primer triunfo ante la opinión pública. Y en la Legislatura porteña, el macrismo alcanzó un acuerdo con Elisa Carrió para aprobar la intevención de la obra social mediante un proyecto de ley, luego de que la Justicia anulara el decreto del jefe de Gobierno.
Macri dice que tiene poco tiempo para esta entrevista –en su nueva versión, siempre le falta el tiempo– y juguetea con una birome Bic azul. Su vocero vigila cada detalle.
Noticias: ¿Cuándo se volvió tan hiperquinético?
Mauricio Macri: La fama de haragán me la hicieron ustedes, nunca lo fui. Toda la gente que me conoce sabe que soy un tipo trabajador. La verdad es que tuve opciones muy tentadoras para no trabajar y jamás las elegí. Así que eso de que soy un vago corre por cuenta de quienes lo dijeron. Háganse cargo.
Noticias: Se le criticaba que no iba a las sesiones del Congreso, que faltaba mucho…
Macri: A las sesiones del Congreso fui, diría yo, al 60%, mucho más que otros.
Noticias: Faltó al 40%.
Macri: Eso era algo inútil, yo no tenía capacidad de acción en el Congreso porque allí el oficialismo posee absoluta mayoría. Acá, en cambio, lo que hago es mi responsabilidad, y cada minuto de tiempo lo aprovecho para realizar algo constructivo para la sociedad.
Noticias: Entonces, se siente cómodo en la gestión e incómodo en el debate, en lo legislativo.
Macri: Incómodo, impotente… No soy un hombre al que le guste el debate por el debate mismo. Y en el Congreso era eso, porque dijésemos lo que dijésemos, ya tenían decidido qué iban a votar en cada caso. En cambio, esto es todo construcción, resulta ser mi esencia. Siempre he sido un constructor de soluciones, no un opinador.
Noticias: Es la primera vez que no se va de vacaciones a Punta del Este.
Macri: Es la primera vez, sí. Hace 25 años que venía pasando Año Nuevo en Punta del Este. Una sola vez, en el 2000, me fui a la Antártida, sino siempre en Punta del Este con mis hijos y el resto de la familia. Esta vez me quedé acá y sin mis hijos, porque ellos se fueron al campo.
Noticias: ¿Y esta vez por qué no fue?
Macri: Porque eran tres días, demasiado movimiento para tan poco tiempo, y no me quería desfocalizar.
Noticias: Entonces, va a ir más adelante.
Macri: No, no. La verdad es que molesté mucho durante cinco años para que me diesen una oportunidad de ayudar a construir una mejor sociedad. Ahora que me la dieron, estoy apasionado con la tarea.
Noticias: ¿Le prohibió vacaciones a todo su equipo?
Macri: Sí, claro.
Noticias: ¿Con qué líderes del mundo se siente identificado? En una entrevista lo escuché hablar del modelo francés y el chino.
Macri: Tengo como modelos a los que miré y estudié: a Frondizi, a Churchill y a algunos líderes del mundo moderno. El tipo de reformas que necesita nuestra sociedad es el mismo que requiere la sociedad francesa, por ejemplo. Lo que allá está haciendo Sarkozy… Cuando uno a veces lee su discurso, dice: “Pero este tipo está hablando de la Argentina”.
Noticias: Hay paralelismos entre el inicio de gestión Sarkozy y el suyo: el tema de enfrentarse con el sindicalismo, de mostrar acción y dar golpes sobre la mesa. ¿Lo está imitando?
Macri: No, no… Insisto, lo que hemos hecho hasta ahora tiene que ver con cumplir el proyecto de cambio que entusiasmó a los vecinos de Buenos Aires. Si nosotros queremos aumentar la inversión, debemos bajar el gasto.
Noticias: ¿Lo conoció a Sarkozy?
Macri: Todavía no…
Noticias: ¿Lo quiere conocer?
Macri: Sí, por supuesto, me encantaría. Pero lo veo ocupado. Entre el gobierno y Carla Bruni, se encuentra demasiado ocupado (ríe).
Noticias: Su novia, Malala, tiene un aire a la de Sarkozy.
Macri: ¡No, Malala es más linda que Carla Bruni!
Noticias: Pero se parecen, ¿o no?
Macri: No miré atentamente las fotos de Bruni…
Noticias: Y ahora Sarkozy podría casarse con ella.
Macri: Y bueno, si a él le va bien, allá él.
Noticias: Defínalo a Sarkozy.
Macri: Me genera respeto, porque es un hombre que transmite decisión.
Noticias: ¿Hay también una coincidencia generacional?
Macri: Sí, creo que él es un poco más grande, ¿no? Pero transmite que es un hombre decidido y no duda frente a lo que siente, que es lo que corresponde.
Noticias: ¿Es la nueva derecha?
Macri: Yo diría que es parte de una nueva corriente de dirigentes que entiende que la gente quiere soluciones. No quiere más discursos ideológicos vacíos de contenido real. La ideología tiene que tener un objetivo concreto, que es soluciones que mejoren la calidad de vida de la gente. De lo contrario, a estas alturas no hay guitarra que te alcance.
Noticias: Dolina decía que todo lo que un hombre hace es para conquistar mujeres. ¿Todo lo que usted hace es para ser presidente?
Macri: Si la próxima elección fuese en el 2080, habría hecho exactamente lo mismo. Esto tiene que ver con hacer las cosas bien, que es lo único que me ha movido siempre en mi vida. Yo siempre hice lo que pienso que es lo correcto, y te aseguro que te equivocás mucho menos.
Noticias: Pero la elección es en el 2011, no en el 2080.
Macri: Insisto, lo que me mueve es hacer lo correcto.
Noticias: Podemos decir que no va a ser candidato en el 2011…
Macri: (Piensa). No tengo idea de dónde voy a estar en el 2011. Soy un hombre interesado en la Argentina, obviamente. Mucha gente quiso que yo fuese candidato ahora, y yo dije: “Voy a cumplir con mi palabra de ser jefe porteño”. Significa que potencialmente soy candidato en el 2011. Pero insisto, aunque les cueste creerlo, no pienso de esa manera. Será que soy ingeniero y bruto, entonces pienso qué es lo que conviene para la gente, no lo que me conviene a mí. Y si le conviene a la gente, al final me va a convenir a mí. Es mucho más simple de lo que uno piensa.
Noticias: ¿Qué le parece el modelo chino? Sé que lo elogió en una entrevista.
Macri: Bueno, no… Es un modelo que solamente se pueda aplicar a los chinos.
Noticias: Se lo pregunto porque no es un modelo que se caracterice por su respeto a las libertades individuales.
Macri: Yo me refería a otra cosa. China es el socio ideal para la Argentina, pero no significa que sea un modelo aplicable a nosotros. Si yo fuese el responsable del país, pensaría las 24 horas en cómo maximizar nuestra asociación con China. Nos puede hacer multiplicar por tres todo lo que exportamos, derrotando definitivamente a la pobreza.
Macri se para y posa para las fotos, ya algo molesto. Permanecerá de pie hasta el final de la entrevista, apoyado en el respaldo de su sillón reclinable.
Noticias: ¿Sigue haciendo terapia?
Macri: Sí, claro, ahora mi analista se fue de vacaciones todo el mes. Ni siquiera hablé en terapia de las medidas que iba a tomar…
Noticias: Me dijeron que comparte analista con Francisco de Narváez, ¿puede ser?
Macri: (Sorprendido). No, no puede ser, ¿en serio? Lo tengo hace diez años, me tendría que haber dicho. Imposible, es imposible.
Noticias: ¿Cómo está la relación con De Narváez?
Macri: Bien, bien, valoro mucho el trabajo que hizo en la provincia. Es un buen punto de partida.
Noticias: ¿Y con López Murphy?
Macri: No lo veo hace rato…
Noticias: Criticó el aumento de ABL.
Macri: (Molesto). A medias, pero bueno… Por ahí no estaba en temas de la Capital, él vive en Adrogué.
Noticias: ¿Quién es el ideólogo de este nuevo Macri hiperactivo? ¿Su asesor Durán Barba?
Macri: …
El jefe porteño sigue posando para las fotos y se pone una corbata rosa. Los periodistas le muestran la tapa de NOTICIAS que tanto lo enfureció un año atrás, aquella del “candidato haragán”.
Noticias: ¿Se acuerda de esta nota? Ahora parece otro Macri.
Macri toma la revista entre sus manos, la observa por dos segundos y la revolea molesto. El ejemplar aterriza en su escritorio cubierto de papeles.
Macri: Ustedes acuérdense de esta payasada, háganse cargo de esto. Esa tapa fue de esas cosas que deberían abochornarlos…
Noticias: Bueno, después de esa tapa no volvió a Punta del Este.
Macri: (Entre enojado y divertido). El año que viene voy a volver a ir. Después de un año de trabajo, vacaciones.
Noticias: ¿Cómo ve que Cristina se vaya diez días a El Calafate a dos semanas de asumir?
Macri: No, no hablo de eso…
Noticias: En serio, Macri, ¿no lo imita un poco a Sarkozy?
Macri: Yo no lo conozco, no sé más que ustedes.
“Comparten psicólogo”, apunta, desde atrás, su vocero. Macri se ríe y ordena algunos papeles de su escritorio. El fotógrafo le pide unas fotos más. “No me rompan más los huevos”, contesta Macri. Enseguida recobra la compostura y se despide de los periodistas: “Un gusto, señores”.
Y sale de su despacho con pasos apurados.