Los archivos periodísticos son el punto débil del Presidente. Así como NOTICIAS hace pocas semanas encontró fotos en las que el joven Kirchner escoltaba a un general de la dictadura militar, Oscar Guerrero, en plena guerra de Malvinas, ahora hay otras evidencias que demuestran lo poco “progre” que era el patagónico en sus tiempos de Río Gallegos. Un diario del feudo, La Voz de Santa Cruz, contaba con el apoyo siempre generoso de la publicidad oficial que repartía el entonces gobernador. Hasta aquí, nada que lo diferencie de otros medios de la provincia. Pero lo grave de la cuestión es que La Voz propalaba un mensaje claramente filonazi, los empleados llamaban “Führer” a su director y él firmaba sus columnas con el seudónimo de “Francisco Franco”, el dictador español. Y lo desopilante, a la vez, es que todo esto lo investigaba el diario Página/12, que hoy desplazó a su antiguo competidor santacruceño en la preferencia y los avisos del Presidente.
Los archivos no mienten. Y en ellos puede encontrarse la historia de cuando Kirchner financiaba a un diario nazi y Página/12 lo cuestionaba.
El Führer. Carlos “El Bocha” Navarro comenzó a dirigir La Voz en 1996. El 20 de julio del año siguiente, el diario publicó en su tapa un saludo de los empleados al director con motivo del Día del Amigo. Decía: “A nuestro Führer: gracias por soportarnos en los momentos más duros”. Y estaba acompañado por una réplica del rostro de Adolf Hitler. También había otro aviso que retribuía esa gentileza. Lo firmaba “la familia del Führer” y agradecía: “A los chicos y chicas de La Voz: lo mejor para siempre y gracias por todo”. Todos felices, empezando por Navarro, a quienes sus colaboradores además definían como un admirador confeso del “Duce” Benito Mussolini y como un supuesto miembro de los servicios de inteligencia de la dictadura. Como broche, él reconocía haber trabajado para dos empresas del suicidado Alfredo Yabrán, Intercargo y Villalonga Furlong.
¿Por qué el gobernador Kirchner promovía con fondos del Estado a una publicación de esa naturaleza? El diario Página/12 se lo preguntó y obtuvo una respuesta extraña: “La Voz es un diario de gente muy respetable, muy buena. Tengan cuidado con lo que publican”. La periodista inquirió si había visto los avisos del “Führer” y el patagónico replicó furioso: “¿Está segura de lo que van a publicar? Mire que hay muchos enemigos políticos nuestros que distribuyen mala información”. Repregunta de la cronista: “¿No cree que La Voz comulga con la ideología nazi?”. Y una nueva negación del gobernador: “Eso es absurdo. Vinculación conmigo no tiene ninguna. Y publicidad oficial también tienen otros medios”.
Las editoriales que “El Bocha” Navarro firmaba con el alias de “Francisco Franco” echan luz sobre sus pensamientos más profundos. Por ejemplo, en un artículo publicado el 24 de marzo de 1997 se despachó: “No hay parámetros que fundamenten expresamente que en la Argentina se produjeron o hubo 30 mil desaparecidos”. Y afirma más adelante: “La estructura subversiva llegó a contar con 25 mil efectivos, de los cuales 15 mil fueron combatientes, personas técnicamente capacitadas e ideológicamente fanatizadas”. Navarro no sólo pone en duda la cantidad de desaparecidos que dejó la dictadura, sino que además se viste de analista militar en otra columna referida a Malvinas: “La guerra contra los ingleses podía ser ganada. El error fue no prever que pelearíamos contra todo un grupo internacional. Rusia nos combatió absteniéndose”. Su alergia a la corrección política también lo lleva a definir a Graciela Fernández Meijide y a Carlos “Chacho” Álvarez como “profesionales de esa ficción que es la izquierda argentina”.
Página/12, que entonces hacía periodismo de investigación, abordó al escriba y lo consultó por los avisos del “Führer”. Navarro respondió: “Bueno, entre otros seudónimos yo tengo ése. Me dicen “El Führer”. Por nada en particular… No es que salude a la redacción con la venia nazi”. Y cuando la periodista insistió, el hombre comenzó a trastabillar: “Lo de “Führer” es una fórmula afectuosa de los muchachos… Pero pensándolo bien, ahora que usted me llama me hace reflexionar… Creo que fue un exceso de la perrada (en referencia a sus empleados). Eso: fue un exceso que toleré. Pero me llama la atención que a usted le llame la atención que se hayan publicado esos avisos…”. La periodista de Página/12 le hizo un comentario que hoy sería imposible en ese medio: “Su diario es bastante oficialista”. “El Führer” contestó con calma: “Nuestra línea editorial es informar sobre las cosas del Gobierno que están bien hechas. Estamos en una provincia ordenada. Pero usted se debe referir a que nosotros, como otros dos diarios, tenemos publicidad que no todos tienen. Eso es cierto”.
Los otros. Además de Navarro, en la redacción de La Voz se destacaba un gran amigo del actual Presidente, el periodista Emilio García Pacheco, quien escribía columnas pro kirchneristas. El dueño del diario dirigido por “El Führer” era el empresario José Picone, otro viejo conocido del ex gobernador, un dato que ayuda a entender por qué ese medio siempre recibía plata del Estado. Picone se desprendió del diario después de un tiempo y los nuevos propietarios fueron el polémico Claudio “El Mono” Minnicelli –cuñado del ministro Julio De Vido– y su socio Carlos González. El fin del pasquín llegó con el cambio de milenio, no por lo perimido de sus ideas, sino porque la gobernación ya no tenía tanto interés en auspiciarlo.
¿A qué se dedica “El Führer” Navarro hoy? Dirige una consultora llamada Magna que prepara papers diarios de resumen de medios. Entre sus clientes están la provincia de Santa Cruz y la Casa Rosada. El dueño –en los papeles– es Fernando Butti, un contador del misterioso Lázaro Báez, el constructor que gana la mayoría de las licitaciones de obra pública en el feudo K y que además le presta su chacra de las afueras de Río Gallegos al Presidente, quien pasa largas horas allí los fines de semana.
La Voz desapareció. Y el Kirchner que apoyaba a ese diario filonazi y era investigado por Página/12 se convirtió en un gobernante “progre”. Una metamorfosis increíble.
(sbt)Rudy Ulloa – Más prensa K(sbt2)
a redacción de El Periódico Austral, propiedad de Rudy Ulloa Igor, queda a pocos metros de la casona de los Kirchner en el centro de Río Gallegos. La cercanía también se nota en otros aspectos: en el 2003 su grupo de medios santacruceños –el diario, una radio y una productora de tevé– empezó facturando 30 mil pesos de publicidad oficial de la provincia, pero en el 2005 trepó a medio millón. Rudy es el ex chofer de Kirchner y hoy comanda la fuerza Compromiso K.
Su diario gratuito pone en tapa al Presidente todos los días del año y el caso ya trascendió las fronteras. El escritor Marcos Aguinis se sorprendió cuando escuchó hablar de Ulloa en un ambiente académico de Washington, donde se dictaba un seminario sobre América latina. Como antes lo fue La Voz de Santa Cruz, su sucesor El Periódico Austral es un buen ejemplo de cómo la prensa ultra K se premia con fondos del Estado.