El ciclo sale ileso de una situación difícil, ya que debería ir despacio por emitirse los domingos, pero también andar rápido por durar solamente una hora. A eso hay que sumarle la presencia del informativo, las tandas, tres temas musicales y, sobre todo, la actual desmovilización del espacio público y el consenso algo blando que impera hacia las elecciones, ya que si bien la política “posmo” se constituye como espectáculo, eso no quita que muchos argentinos quieran votar y expresarse. Los programas políticos, también en radio, tienen que enfrentar -máxime un domingo- el vacío ideológico actual que, sin embargo, no parece comportar catástrofe ni apocalipsis.
María O`Donnell conduce con encomiable equilibrio y, como dato central, hay que admitir que nunca, luego de escucharla, el oyente se queda con las manos vacías. Tanto la información política (que siempre debe verificarse, claro), como las reflexiones, suelen ser de primera. Pueden recordarse, para dar ejemplos, algunos dichos oídos en su programa: el encuestador Artemio López admite que trabaja para el gobierno, pero dice que eso no lo condiciona, la lista del gobierno lleva en San Miguel a Aldo Rico, el 50 % de los nuevos votantes son del Gran Buenos Aires y el 23 % está desocupado, Victoria Donda (hija de desaparecidos) va en la misma lista que Alberto Groppi (intendente de Esteban Echeverría durante la dictadura, en cuyo partido funcionó un centro de represión clandestina).
Datos que están a la vista son, sin embargo, re-descubiertos por María O’Donnell: Cristina Kirchner, por suceder al marido, no podrá hacer uso de “la pesada herencia recibida”. Y deberá, también, ser la responsable de “sincerar al INDEC”. Cristina, según O’Donnell, nunca habló de la inseguridad, fue la primera en sacarse una foto con Raúl Othacehe (cuestionado intendente de Merlo) y mantiene, en la provincia de Buenos Aires, la misma estructura de Eduardo Duhalde, a quien la candidata calificó duramente.
Todo la información se resuelve de manera periodística y es presentada con un buen envase radial. Es muy importante, además, la inteligencia de O’Donnell para que los entrevistados -buenamente, eso sí- vayan hacia donde ella lo desea. Excelente la producción (varios visitantes por emisión), entretenidos los juegos de Hilda Erro y valioso el aporte de los operadores (Martín Calvo y Gustavo Chiarelli), y más si se considera que el programa alguna vez ha salido grabado, sin resultar perjudicado en su eficacia.