Kirchner siempre les pregunta a los colaboradores que nota desanimados: “¿Vos te deprimís? No hay que deprimirse. Yo trato de estar lo más lejos que puedo de la depresión y de la euforia…”. A su mujer, Cristina Fernández, flamante candidata oficializada a la Presidencia, hace mucho que no se lo dice. Ella es distinta. Y él se acostumbró a sus pozos anímicos, sus raptos de alegría y sus momentos de irritación, como los de los días previos a la confirmación definitiva de su lanzamiento, cuando las dudas que generaba esa movida –y los funcionarios y asesores que se animaban a plantearlas– la hacían estallar de indignación a la senadora. Hoy no les dirige la palabra.
En noviembre pasado, NOTICIAS reveló que ese comportamiento habitual de Cristina tenía una explicación. Según fuentes muy cercanas a la Primera Dama, incluido uno de los psiquiatras que la ha tratado, ella sufriría de trastorno bipolar, antes llamado psicosis maníaco depresiva. Es una enfermedad que combina picos de euforia con otros de depresión, que afecta a entre tres y cuatro de cada cien personas y que se estabiliza con tratamiento psiquiátrico y una adecuada medicación: la droga más antigua es el litio, y a eso se suman dos sustancias químicas como el divalproato y la lamotrigina, a las que los especialistas llaman “estabilizadores del ánimo”. Según el psiquiatra de Cristina, que pidió reserva de su nombre, el caso de la senadora sería leve y estaría bien controlado. El hombre es una eminencia en trastorno bipolar y atiende a unos seis pacientes por día en su consultorio porteño.
Luego de esa revelación, que mereció comentarios en la prensa internacional y silencio entre los medios kirchneristas del país, no hubo ninguna confirmación ni desmentida del Gobierno, como si la situación no lo ameritara. Sí trascendió la molestia de la ahora candidata presidencial cuando un secretario le llevó la revista y la dejó sobre su escritorio. “Bipolar… Ahora puedo ser presidenta y vice”, bromeó ella con una mueca burlona ante los funcionarios presentes. La seriedad del tema merece un debate entre los especialistas ahora que se sabe que es Cristina la que más posibilidades tiene de ganar las elecciones y de gobernar la Argentina a partir de diciembre. NOTICIAS consultó a varios de los psiquiatras que se especializan en trastorno bipolar para entender cómo podría influir esa enfermedad a la hora del ejercicio del poder.
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