La historia se repite. En 1995, Marcelo Tinelli llevó a su programa a Carlos Menem, en lo que se interpretó como el espaldarazo final para que el riojano lograra la reelección presidencial. Ahora Tinelli, otra vez, aparece en el cierre de campaña deseado de la candidata oficialista, Cristina Fernández. Lo que antes pareció casual, ahora se ve premeditado. La comparación con los ’90 puede resultar odiosa pero es inevitable. La relación entre el Presidente y el conductor más popular de la televisión tuvo altos y bajos, pero hoy parecen haber firmado un pacto con la lógica del trueque: Tinelli aporta su fama, su espacio en los medios y la foto deseada por la Primera Dama. Kirchner, como contraprestación, desembolsa 2.600.318 pesos del Estado para financiarle una obra y habilita otros negocios satélites. Ganancias para todos.
La inauguración del polideportivo José Domeño –en Bolívar, la ciudad del conductor de ShowMatch– fue la excusa para lograr, al cierre de esta edición, el flash más deseado de la campaña en un acto en el que toda la plana principal del Gobierno daría el presente, incluido el vicepresidente y candidato a gobernador, Daniel Scioli. El complejo deportivo lleva el nombre del abuelo materno de Tinelli, ex dueño de los diarios locales El Mensajero y La Mañana. Tiene 3.000 metros cuadrados cubiertos, con pileta climatizada, gimnasio, dos cancha de vóley, 14 dormitorios con equipamiento a full y un parque de deportes en un predio de 4 hectáreas. La obra, que se inició en el 2003, es un emprendimiento privado que, en total, habría costado 9 millones de pesos. Fue desarrollado por la firma Esfinge 21 SA, que pertenece a Tinelli y gerencia al club Bolívar. Pero las buenas gestiones del empresario despertaron el interés de los Kirchner en el proyecto, como antes lo hizo con el gobernador Felipe Solá, que también aportó fondos. “Él sabe que el Gobierno busca la foto de campaña, pero fue el intendente el que le pidió que vaya a la Rosada para que liberaran los fondos”, dice un allegado cercano a Tinelli.
El 23 de agosto, Tinelli visitó al Presidente en la Casa Rosada para cerrar el aporte y presenciar la firma de un convenio entre la Nación y la municipalidad de Bolívar, que adjudicaría el dinero en concepto de Adelantos del Tesoro Nacional (ATN). Allí estuvieron el intendente radical Juan Carlos Simón, el ministro de Planificación, Julio De Vido; el secretario de Obras Públicas, José López; Fabián Scoltore –la mano derecha del empresario televisivo– y, desde ya, Cristina, que consiguió una foto de anticipo.
Triangulación. El intendente Simón apoya a Roberto Lavagna, pero dicen en Bolívar que no vería mal el corte de boleta. Él es el eslabón clave en la “donación” K para Tinelli. La semana pasada ingresó en el Concejo Deliberante local el convenio entre el municipio y el club Ciudad de Bolívar para traspasar los fondos nacionales para el complejo deportivo. El presidente del club es Luciano Carballo, a la vez, jefe de la bancada de legisladores radicales bolivarense, para el que la empresa de Tinelli gestiona la obra a inaugurar. Se sabe que el conductor es un impulsor de ese deporte y tiene intereses en el negocio, a tal punto que su productora, Ideas del Sur, comercializa los partidos de la Liga Nacional de Vóley, que transmite Canal 7.
En los últimos días, Bolívar se llenó de obreros para finalizar los trabajos en el polideportivo, ante la llegada de Kirchner y Cristina. Pero esa podría no ser la única inauguración del acto K: el cine de la ciudad, que compró y luego donó al municipio Tinelli, mostraría nueva fachada, gracias esta vez, a un aporte de la gobernación de Felipe Solá de 80 mil pesos para refaccionarlo, por ser un “monumento histórico”.
“Tinelli tiene el teléfono rojo”, dice un funcionario para referirse al diálogo fluido entre el Presidente y el principal conductor de la televisión argentina, que recuerda la visita al despacho de Kirchner, luego de que San Lorenzo fuera campeón. De ese encuentro, el técnico de su equipo favorito, el riojano Ramón Díaz, salió borocotizado y cambió su apoyo a Mauricio Macri por el de Daniel Filmus, en las elecciones porteñas. En el medio, desde el Gobierno hubo promesas para mejorar la infraestructura de riegos en La Rioja. Todo un estilo.
Este es el show. La ausencia de Alberto Fernández en el acto de Casa Rosada no sorprendió. Dicen que Tinelli retomó el diálogo formal con el jefe de Gabinete, pero aún quedan recelos por haber vinculado a Ideas del Sur con Sol Group, una empresa acusada de proveer facturas truchas que tomó fama por las derivaciones de caso Skanska, en un intento de perjudicar al jefe de Gobierno porteño, Jorge Telerman. El ataque de Fernández recibió la respuesta de Tinelli, que lo calificó como el “López Rega de Kirchner”, en el momento más tenso de la relación con la gestión K. Pero no fue la única rispidez, antes de los actuales buenos tiempos. En mayo del 2006, NOTICIAS contó cómo el Gobierno presionó al conductor de ShowMatch para que en su programa dejaran de aparecer imitadores de la pareja presidencial y cámaras ocultas que parodiaban a funcionarios oficialistas. Para conseguir su objetivo, Kirchner dilató un año y medio la firma del decreto de adjudicación que necesitaba Tinelli para ser dueño en los papeles de Radio del Plata. Recién lo logró en julio de ese año.
El formato de ShowMatch cambió –con éxito– de las parodias y los sketches a los concursos de baile, canto y patinaje. Sin embargo, en los últimos meses hubo espacio para la campaña electoral. Tinelli jugó apuestas en su programa con Sergio Massa, titular del ANSES y candidato a intendente de Tigre. Le mandó saludos a su amigo, el gobernador ultrapingüino de Chubut, Mario Das Neves, y hasta promocionó la postulación a intendente de Escobar del humorista Raúl “Larry de Clay” Biaggioni, que integra su staff y es candidato kirchnerista. En las últimas veladas, entre el baile y el patinaje, hasta se vieron carteles en las tribunas de ShowMatch con la consigna “Scioli gobernador”.
El cambio en la relación es notorio y el cruce con Alberto Fernández no impidió que Scoltore visitara al secretario de Medios, Enrique Albistur, al menos cuatro veces en lo que va del año. Tal fue el giro que los operadores del kirchnerismo le adjudican a Ideas del Sur la producción de un spot a pedido del equipo de campaña de Cristina, dirigido por el cineasta Adrián Caetano, en el que se muestra a un grupo de niños que no saben lo que es el FMI. Según los mismos asesores, el aviso, de un minuto de duración, habría costado 170 mil pesos. Ideas del Sur desmiente haber participado en la realización. “Caetano habrá usado algún fierro de Ideas pero fue otra empresa la que hizo el comercial”, argumentan en la productora. Tinelli cree que al mismo Gobierno le interesa hacer rodar estas versiones, para sacar provecho.
El jueves 18 a última hora, ya consciente de que la foto de campaña le iba a generar un costo, Tinelli le dijo a un allegado: “Yo sólo acerqué al intendente con el Gobierno para poder concretar la obra. Esa fue mi intervención, además de poner mi propio dinero. ¿Si me van a utilizar políticamente? Este acto estaba previsto hace varias semanas y por un motivo u otro lo fueron postergando. Quien quiera ver fantasmas que los vea, pero esta es la única verdad”. “Sacar provecho de la imagen de Tinelli es un logro, pero el Presidente respeta su poder de fuego”, confiesa, desde el otro lado, un funcionario kirchnerista que tiene llegada a ambos personajes. Fernando de la Rúa aún acusa a Tinelli como el culpable de todos sus males tras el papelón que protagonizó en su programa. Esa imagen está en el pensamiento de Kirchner. En Bolívar se rumorea que Cristina estaría dispuesta a considerar otros proyectos en un predio de 10 hectáreas que Tinelli querría utilizar para ampliar las instalaciones deportivas en un futuro. Cristina, canje mediante, parece indemne.