Leo Sbaraglia es un hombre comprometido. Ya sea que hable de trabajo, su vida personal o su visión sobre la actualidad, la suya es siempre una postura concreta y fuerte. Se toma el tiempo para pensar cada respuesta, con fundamentos y asegurándose de estar siendo tan claro como sincero. Este año cumplió 40 y se dividió en varios frentes: volvió a la televisión encarnando al mítico Francisco Canaro en el ciclo de Telefe “Lo que el viento nos dejó”, sale en gira con la obra “Contrapunto”, presentó películas en “Versión original” por Canal 7, es la imagen de Mc Taylor y grabó un piloto para el 2011 con Carla Peterson. Pero ahora está sumergido en el raid periodístico de la presentación de su película “Sin retorno”, donde interpreta a un ventrílocuo que cae preso por un accidente y una muerte que no cometió.
Noticias: ¿Cómo se lleva con el zarandeo que implica promocionar cada trabajo.
Leonardo Sbaraglia: Al comienzo de la carrera, cuando uno empieza a hacer entrevistas, tiene que armarse un discurso y definir qué quiere decir. Pero llega un momento en el cual uno piensa en voz alta con el periodista, y si bien no te desnudás, porque eso sería para el psicoanalista, es un espacio que está bueno.
Noticias: ¿O sea que estamos en presencia de su versión más genuina?
Sbaraglia: ¡Eso intento! Pero uno muchas veces se mide, porque al leerte después te querés morir. Pasa que en el medio de una conversación hay gestos y caras que completan un concepto y son imposibles de pasar a la gráfica… O también pasa que te ponen un título totalmente fuera de contexto. Hace muchos años, presentando “Caballos Salvajes”, me preguntaron: “Cuando amás, ¿sos salvaje?” y yo dije “Qué sé yo, a veces sí”. Pero claro, el título fue “Cuando amo soy salvaje” (ríe). Así que llega un momento en el que inevitablemente te empezás a medir, pero el tema es no caer preso de eso. No hace falta ser diplomático y quedar bien con todo el mundo; está bueno poder decir lo que se quiere.
Noticias: En “Sin Retorno” encarna a un hombre que va preso y le cambia la vida, ¿cómo se preparó para el papel?
Sbaraglia: Desde el principio, leí el guión y me pareció excelente; fue de las pocas veces que terminé de leer y llamé enseguida al director para decirle que sí. Me pareció que estaban bueno el personaje y la historia, y si bien no sabía cómo íbamos a hacer para contar esa transformación que sufre en la cárcel, sabía que quería hacerla. Pero fuimos a ver personas en esa situación, investigamos y hablamos con ex convictos, como para meternos en tema.
Noticias: El antes y el después de la cárcel genera dos personajes diferentes, ¿cuál lo sedujo más como actor?
Sbaraglia: En realidad, entre las dos debía contar el contraste. Pero me ayudó mucho a organizar toda la primera parte empezar a jugar con que mi personaje fuera un ventrílocuo. Uno como actor siempre trata de salirse de sus propios modos, y a través de la ventriloquía entré en un mundo distinto. Me apoyé mucho en todo eso, incluso sabiendo que era lo que menos se ve del personaje. Pero sí, claro, cuando sale de la cárcel resentido es quizás la parte más intrigante…
Aunque por estos días su exposición pública es alta, no fue hace tanto que Sbaraglia hizo valijas y partió a probar suerte a España. Corría el año 2000 y el cine argentino aún no encontraba su espacio, y las únicas propuestas que Leo recibía eran para hacer televisión. “Pero es extraño, porque al poco tiempo que me fui empezó a surgir una camada de directores increíbles, con gente como Bielinsky, Martel, Caetano, Stagnaro…”, reflexiona hoy. Su estadía en España, sin embargo, pronto probó ser fructífera: su primer papel en la película “Intacto” le valió el Premio Goya, que trajo consigo una seguidilla de propuestas.
Noticias: ¿Le costó irse de la Argentina?
Sbaraglia: Sí, fue todo un riesgo. Pero cuando me fui y comencé a trabajar, sobrevino la crisis del 2001, donde todo se desmembró, y mis ganas de volver se dieron vuelta. Fue muy fuerte ver todo desde lejos, de hecho empecé a conectarme con muchos argentinos que se iban para allá, incluidos mis dos hermanos. Y fue rara, pero muy linda, la experiencia de volver a unirnos en España, sin padres de por medio, encontrándonos en otro lugar y con otra mirada.
Noticias: ¿Cómo fue el regreso?
Sbaraglia: Lo decidimos con mi mujer (Guadalupe Martin, escultora) cuando quedó embarazada. Nos parecía que Madrid es una ciudad muy de paso, más para trabajar que para criar un hijo. Pensábamos que estar en la Argentina era mucho más amable para los chicos, porque uno conoce mejor el terreno. Y como justo me llamaron para hacer “Epitafios” (programa por el cual recientemente fue nominado a los premios Emmy como mejor actor extranjero en serie de TV) en Buenos Aires, aprovechamos.
Noticias: ¿Le dio alivio tomar esa decisión?
Sbaraglia: (calla, piensa) Lo que fue muy bueno es que yo empecé a trabajar mucho. Se empezaron a dar reencuentros, porque volví a trabajar con Marcelo Piñeyro, con Stagnaro… Y, paradójicamente, la situación en España hoy es más delicada, así que tuvimos mucha suerte.
Noticias: ¿Con qué país se encontró a su regreso?
Sbaraglia: Extrañaba mucho la cultura argentina, me da la sensación de que este país tiene una cultura muy original y vanguardista. Es increíble la cantidad de propuestas que hay a nivel teatral; hay una pujanza cultural que me resulta muy estimulante. Además, es un momento muy interesante del país, creo que se está dando una discusión muy valiosa a nivel político, social, cultural… Creo que se están haciendo revisiones en muchos aspectos, y que se pueda volver a plantear el asunto de la obediencia debida, del punto final, que se revaloricen muchos asuntos que hace una década o dos se habían mantenido en un terreno más turbio, retomar asuntos que habían quedado como en los ’70, le da una mirada más humana al tema.
Noticias: ¿No siente que la discusión de estos temas continúa polarizando a la sociedad?
Sbaraglia: Creo que eso es lo que quiere un sector. La gente, en cambio, quiere saber más. Hay una tendencia a querer poner a la gente de un lado o del otro, y lo más positivo es dejar que esa búsqueda de la verdad continúe. Probablemente habrá muchos intereses políticos y económicos en juego que uno desconoce, pero creo que el reclamo es muy positivo. Que digan que ya no hay que pensar en el pasado me parece una agresión, porque hay muchas cosas que no sabemos. Como sociedad formamos parte de un proceso muy delicado, donde hubo una dictadura con 30.000 desaparecidos. ¿Fueron 15 militares locos? No, hubo toda una sociedad y un proyecto económico que lo avalaron. También apoyo políticas como la asignación universal por hijo, que está intentando incluir y no excluir.
Noticias: ¿Encuentra también cosas que no le gustan de este Gobierno?
Sbaraglia: Sí, seguro que hay cosas con las que no concuerdo, y hay que tener una mirada crítica inclusive con quienes uno supone que están haciendo bien las cosas, pero apoyo hechos muy concretos, y creo que hay que tener la valentía de poder defenderlos. Todo el tiempo estoy en contacto con los medios, y si bien es mucho más cómodo quedarse callado, está bueno poder hablar. No tengo ningún interés en juego más que el humano, y creo que se están dando las condiciones para poder hablar y pensar.
Noticias: ¿Se asume kirchnerista?
Sbaraglia: Salirse de esa pregunta es difícil, pero esas cosas no son tan blancas o negras. Lo mejor que podría definir lo que pienso es que hay cosas tremendamente positivas de este Gobierno. Quisiera quedarme con eso. Creo que hay que ayudar cuando las cosas están buenas y no criticar siempre para mal. No hay que ser cómplice del encasillamiento político. El periodismo no debe caer en esa trampa, porque no sirve para nada. Se hacen listas blancas, negras, violetas, amarillas… dejémonos de joder, yo apoyo lo que es positivo en todos los casos. El país se está volviendo mucho más humano, ¿quién no va a apoyar eso?
Noticias: ¿Con qué valores educa a su hija Julia?
Sbaraglia: Tiene apenas 4 años, pero con los valores más humanos. En principio, si todos fuésemos mejores padres el mundo no sería la porquería que es. Entonces, trato de ser un padre con afecto, cuidados y atención. Criar a los hijos con el sistema de premios y castigos no está bueno, porque castigarlos es una manera de reproducir violencia. Pero todavía estoy aprendiendo cómo es criar un hijo, porque es como un espejo de tu crianza, se te aparecen todos los componentes de cómo uno está construido: lo bueno, lo malo, todo. Y con un hijo uno puede cambiar eso, regenerar cosas con las cuales uno no está bien construido.
Noticias: Cumplió 40 hace poco, ¿cómo le sentó?
Sbaraglia: En realidad, una vez que los cumplí me di cuenta de que visto de cerca no es tan grave, diría que es peor cuando tenés 39… Una vez que cumplís ya está, ¡ahora voy por los 50!
Noticias: En un futuro, ¿se ve involucrado en otras áreas, como dirección o producción?
Sbaraglia: Sí, en algún momento creo que estaría bueno dar un paso distinto e involucrarme en alguno de esos rubros.
Noticias: ¿Y en política?
Sbaraglia: ¡No, para nada! Hablo mucho del tema, pero no me metería en esa arena.