Aníbal Fernández, el hombre más verborrágico de los Kirchner, acaba de vivir una semana de silencio abrumador. Lo suyo son los medios, las palabras, las desmentidas, los exabruptos, los actos, pero nada de ese hiperquinético repertorio pudo verse ni oírse en los últimos días. La razón es una sola: en su último número, NOTICIAS reveló que tenía una hija no reconocida de 14 años con una colaboradora jerárquica de la Jefatura de Gabinete que él comanda. Y tras esa novedad, Fernández desapareció de escena, al menos hasta el cierre de esta edición. “Está guardado, no quiere que nadie le pregunte sobre eso”, lo disculpa un viejo amigo.
¿Qué decía la investigación de esta revista? Que Fernández, el hombre más importante de un gobierno que hizo de los derechos humanos su bandera, y que además ocupó el Ministerio de Justicia y Derechos Humanos y desde allí lanzó iniciativas para defender el derecho a la identidad, hace lo contrario con su hija adolescente: le niega su apellido, es decir, su identidad verdadera.
“De mi vida privada no voy a hablar”, respondió el jefe de Gabinete las tres veces que NOTICIAS lo consultó concretamente sobre su hija extramatrimonial, y esta semana tampoco aportó precisiones. Pero, ¿puede considerarse vida privada la conducta de un poderosísimo funcionario público que hace lo contrario de lo que pregona el Gobierno en sus discursos? Fernández mantuvo un llamativo silencio tras la revelación, que se convirtió en el tema de conversación obligado en los ámbitos políticos, pero no tuvo una repercusión acorde en otros medios de prensa, quienes prefirieron no “molestar” al funcionario ni reproducir la información que lo afectaba.
Borrado. Desde el viernes 19 por la noche en que NOTICIAS llegó a los kioscos, el jefe de Gabinete estuvo inhallable. La portada de esta revista -de la que sabía desde hacía dos meses, cuando recién comenzaba la investigación- lo decidió a “borrarse” para no tener que dar explicaciones. Recién reapareció la mañana del miércoles 24, pero sólo por unos minutos y en la hiperoficialista Radio 10, donde lo dejaron explayarse sobre los temas que él quiso -elogió a Carlos Menem y respaldó al ministro de Economía, Amado Boudou- y nunca atinaron a preguntarle sobre su hija no reconocida. La condición con la que le había dado el reportaje telefónico a la emisora de Daniel Hadad era que no le preguntaran sobre ese tema.
Tras su única aparición “controlada” volvió a llamarse a silencio. Tampoco estuvo en el acto que marcó la reaparición pública de Néstor Kirchner en La Plata, donde el ex presidente como siempre criticó a la prensa, a la oposición y a los jueces, pero también habló del derecho a la identidad y del nieto recuperado número 101 de las Abuelas de Plaza de Mayo. Fernández no considera que el comentario sea una alusión a su caso particular. “Sabe que con Néstor sigue estando todo bien”, explica un operador cercano al jefe de Gabinete. “A aquellos funcionarios que aparecen por primera vez en la tapa de NOTICIAS, el ‘Presi’ les dice en joda: ‘Bienvenidos al club’”.
La que también acusó el impacto fue su colaboradora, la madre de su hija no reconocida, cuyo nombre se mantiene en reserva para preservar la identidad de la menor. La mujer, de pelo castaño, figura sensual e influencia ascendente en la Jefatura de Gabinete, no fue a trabajar ni el lunes 22 ni el martes 23, y algunos colaboradores de Aníbal sostienen que habría discutido con su jefe.
El funcionario debió manejarse solo por varios días. Su misión política de la semana -subterránea- fue convencer a Menem de que no se sumara a la mayoría opositora en el Senado (ver página 28).
Omisiones. ¿Por qué muchos medios -no sólo los oficialistas- no reprodujeron la revelación sobre la hija de Fernández ni intentaron mínimamente consultarlo al respecto? Responde Darío Gallo, editor general del sitio perfil.com, uno de los que sí se hicieron eco de la noticia desde el primer momento: “Fernández es la fuente de muchísimos periodistas que van a verlo todas las semanas, y para muchos la fuente es más importante que la información. Entonces intentan preservarlo”.
Varios periodistas de jerarquía, algunos de los cuales prefirieron no ser identificados, dieron sus explicaciones. Uno del diario La Nación aclaró que al tratarse de una cuestión tan delicada, y que no habían podido confirmar aún en el matutino, la decisión era investigarlo con tiempo. Un colega del diario Clarín explicó que la falta de respuesta oficial por parte de Fernández los desconcertaba y frenaba por ahora la decisión de referirse al tema. Claudio Gurmindo, jefe de redacción del diario Perfil, de la misma editorial que NOTICIAS, dijo: “Habitualmente, por un tema de proximidad con la revista, tratamos de no publicar las notas o investigaciones que son exclusivas de ella. Creemos que eso podría generar confusiones en los lectores y en general preferimos esperar una semana para retomar el tema, cuando su repercusión así lo amerita, como en el caso de la nota de Aníbal Fernández”.
Magdalena Ruiz Guiñazú opinó: “El tema de Fernández tiene que ver con su ética personal. Es posible que no haya tenido más repercusión en los medios porque podría considerarse parte de su vida privada. Claro, también es verdad que se trata de alguien con una función de Estado, y que entre sus actos públicos y privados debería haber una correspondencia. Pero es difícil para mí juzgar desde afuera un hecho de tanta trascendencia como el de no darle la identidad a un hijo”.
¿Casa nueva? Fernández se refugia en el silencio y sigue adelante con su doble vida. Las últimas informaciones dadas por su entono íntimo hablan de una amplia propiedad en la localidad bonaerense de Banfield, sobre la calle Acevedo, que serviría como futuro refugio para los fines de semana del jefe de Gabinete y su estrecha colaboradora. NOTICIAS consultó a los vecinos, que cuentan que la propiedad por ahora está desocupada, pero que vieron a Fernández y a su colaboradora paseando varias veces por la zona.
Aníbal Fernández, el hombre más parlanchín de los Kirchner, tuvo una semana atípica. Esta vez se quedó sin palabras.