No hay música, pero ellos la escuchan. Entrecierran los ojos sintiendo el abrazo y uno se funde con el otro en la simbiosis de un tango. Él goza haciéndola girar, y ella –ágil y complaciente– se deja llevar hasta que se quiebran en un final. Él es Lito Cruz y ella su mujer, María Dutil (51), bailarina y coreógrafa. Desde que se encontraron, no se despegaron más: “Fueron dos meses viéndonos todos los días, porque Lito quería que le pasara técnica; él bailaba tango como su padre, con intuición y sentimiento” cuenta esta rubia menuda, educada en el ballet del Colón. Acaban de crear su propia compañía de teatro Los Alquimistas; se presentan en el teatro Siripo de San Pedro con “El Oso”, de Ánton Chéjov y en el SHA, con “La otra”, la obra de Javier Daulte; una vez por semana llevan a las cárceles de Ezeiza y Marcos Paz el espectáculo “Sueños de milongueros”, que termina con un debate con los convictos, una experiencia de gran impacto para todos. “En la unidad de gays y transexuales nos miran embelesados, tomados de la mano; en la de mujeres –donde hay madres con sus chicos– interpretan un gancho o un boleo como violencia de género; los hombres, carcomidos por el fantasma de la infidelidad y desesperados por huir, nos dicen que lo que más quisieran al salir, es recuperar su relación de pareja, cuentan. La cosa es que entre tangos y relatos (textos de Alejandro Dolina, Jorge Luis Borges y Roberto Fontanarrosa) todos se movilizan y nosotros sembramos la idea de que si hay amor todo es posible”, dice Cruz. Y como si esto fuera poco, mecha las giras con dos programas de radio, clases de actuación en su emblemático estudio, la gestión pública –es director del Consejo Provincial de Teatros Independientes de la Provincia de Buenos Aires– y encarna al mismísimo diablo Oscar Nevares Sosa en la exitosa tira de Telefe, “El elegido”.
Noticias: ¿Cómo hace todo lo que hace y bien?
Lito Cruz: Lo de bien es relativo… Tengo en los genes la cultura del trabajo, unos cuantos objetivos, y 70 años. A mi edad, es tiempo de devolver lo que he recibido del país y de la gente. Uno es lo que es por lo que ha hecho, pero mucho más por ese aliento popular que te impulsa a seguir. Trato de hacer lo máximo en beneficio de situaciones a futuro.
Noticias: ¿Por ejemplo?
Cruz: Impulsar con leyes el teatro independiente, que es el que ha generado cien años de cultura. Obtener subsidios, pero no con la intervención del Estado sino a partir de los impuestos que se pagan por ver tele, escuchar radio, jugar a la lotería.
Noticias: ¿Siempre fue hiperactivo o su motor es María?
Cruz: Me crié en Berisso, entre inmigrantes europeos que huían de la guerra y el hambre; fundaron ese pueblo con calles que llamaron Industria, Providencia, Porvenir. A través de mis ojos y mis oídos infantiles recibí el mandato: “La vida es así, trabajar y producir”. Cuando nos encontramos con María, ella sumó energía y ambición a los proyectos que yo tenía y que ella también anhelaba, alineados en el mismo eje: nuestra vocación de servicio; lo que hacemos siempre tiene un sentido social.
Noticias: ¿Cómo se conocieron?
Cruz: Nos invitaron a ser jurados en un evento. Yo tenía una asignatura pendiente con el tango; le pedí unas clases y así, bailando, nació esta historia de amor. El amor es caminar juntos, dar pasos en la misma dirección, hacia lo que se proyecta en común.
Noticias: Como en el tango. ¿Se encontró con su amigo Robert Duvall en alguna milonga?
Cruz: Una vez, en lo de Carlos Copello. Yo estaba practicando y ahí entró Duvall con su mujer. “No quiero que me veas”, me dijo. “Yo sí quiero que me veas”, le retruqué.
Noticias: ¿Y cómo fue esa pulseada?
Cruz: Y… (menea la cabeza y ríe con gesto ganador). Un día me encontré con Miguel Ángel Zotto y fue contundente: “Lito, nosotros dos nos sentamos a tomar un café, nos vamos ¡y la gente se cree que bailamos!”. Porque la estampa, la presencia, no se arma así nomás.
Noticias: Usted tuvo un largo matrimonio y enviudó…
Cruz: Sí, hace 4 años. Mi mujer era pintora y peruana, Nilda Gutiérrez. Tuvimos dos hijas, Alejandra (43) casada con Nicolás Galiarducchi que es también pintor, y me dieron tres nietos: Santino (14), Ángelo Lucca (12) y Rocco Vincenzo (9). Viven en Los Angeles. Mi otra hija, Micaela (37) es madre soltera y vive acá con mi otro nieto, Dante Cruz Gutiérrez (6). ¡Es una banda! Con María tenemos varias casas: la de sus hijos Belén (24) y Joaquín (23), la de mis hijas, y la nuestra.
Mientras habla, extiende los brazos hacia los costados, los recoge sobre el pecho y los arquea con plasticidad. Habla con todo el cuerpo y por momentos tiene un sorprendente parecido a Zorba, el griego, el personaje del inefable Anthony Quinn.
Noticias: ¿Cómo fue estudiar en Chile, en el Teatro de la Universidad, con Víctor Jara?
Cruz: Lo conocía como cantante, no sabía que era actor y menos me imaginé que sería mi profesor de actuación en primer año. Me tomó el examen de ingreso y me sacó un punto en foniatría. “Sé que los argentinos hablan fuerte naturalmente –me advirtió– pero igual, un punto menos”. Fue terminante.
Noticias: Igual que su decisión de no embarcarse si lo mandaban a Bahía Cochinos mientras hacía la colimba en el `62. Le tocó con Onganía como comandante en jefe… ¿Iba a desertar?
Cruz: Sí; hicimos la instrucción, nos dieron la medallita, pero ni siquiera los oficiales iban a subirse al barco. Nos tenían encerrados en el cuartel y algunos se escapaban para casarse con cualquiera y eximirse de esa guerra. Por suerte, Kennedy dijo no.
Noticias: En aquel tiempo usted ya tenía ideas socialistas.
Cruz: Sí. A los 15 años me la pasaba de comité en comité. Estaba uno al lado del otro: radicales, peronistas, conservas… El mundo socialista me seducía y el conservador me decepcionaba.
Noticias: ¿Qué diferencia ve entre los políticos de entonces y los de hoy?
Cruz: En ese entonces se bebían todas las ideas y los políticos tenían una formación pluralista. Los de ahora no. ¿Y por qué? Porque se formaron durante la dictadura y en el miedo. Y el miedo frena. Los diputados y senadores fueron chicos o adolescentes que se educaron durante el proceso militar. Crecieron con una mente a la que le pusieron límites y el resultado es lo que hay ahora, sectarismos.
Noticias: ¿Eso vale también para Cristina, la Presidenta?
Cruz: No, porque en Néstor y en Cristina hay un sentido de continuidad que está por encima de lo sectario. Ningún partido –salvo Cristina– reparó en que el hombre necesita esa continuidad para explicarse su lugar en el mundo.
Noticias: ¿La votaron por la continuidad y se olvidaron de la inseguridad, la inflación, la corrupción?
Cruz: Lo que pasa es que otro partido no continuaría, no iba a tomar lo bueno que hizo este gobierno, como la Ley de Medios, la restitución de hijos, esto y lo otro. Iba a romper con lo anterior y empezar todo de nuevo. Y así yo no veo al país creciendo. Ganó porque la vida cotidiana de la gente común está mejor.
Noticias: ¿Quién es la gente común?
Cruz: El taxista, el chacarero… si hasta el campo la votó.
Noticias: La otra mitad de gente común que se preocupa por el riesgo país, los números dibujados de Moreno, los okupas, está peor.
Cruz: Eso está y hay que corregirlo. Pero los políticos no son solidarios.
Noticias: ¿Y Cristina? ¿No la ve yoísta?
Cruz: Yo no lo creo.
Noticias: Suele hablar de “discapacidades del alma”: ambición de poder, avaricia, traición, celos… ¿Cree que se puedan purgar?
Cruz: Practicando la generosidad no como una virtud, sino como un correctivo.
Noticias: ¿Y los celos? A María no la deja bailar con nadie.
Cruz: Mmm… Para eso todavía no encontré el correctivo.
Noticias: Ponga en orden de importancia: sexo, comida y dinero.
Cruz: Creo que el dinero es lo último. Y, la verdad, a veces no me acuerdo si almorcé o cené.
Noticias: Se da por contestada la pregunta…
Cruz: Es que lo que más me interesa de la vida es la procreación. Crear ideas con la mente, con el corazón. ¡Y el sexo!
Noticias: ¿Alguna vez se psicoanalizó?
Cruz: Nunca, jamás. Y eso que todos mis amigos están psicoanalizados. Siempre me pareció que el psicoanálisis era una cantidad de palabras que te daban para explicarte tu pensamiento con otras palabras. Cuando me sentí mal me puse a actuar. Siempre actuar, trabajar organizando grupos de teatro, creando espectáculos que incluyan a los que tienen capacidades diferentes…
Noticias: De vez en cuando, ¿duerme?
Cruz: De canto…