Primero fue el boca en boca. Pacientes satisfechos que iban perdiendo peso y funcionaban como publicidad ambulante de un tratamiento que se presentaba como la última panacea para gordos: una dieta rápida y efectiva que permitía bajar decenas de kilos en pocos meses. Detrás de esa promesa llegaron los famosos y, con ellos, la atención mediática que convirtió a Máximo Ravenna en el nuevo gurú light.
Hasta Susana Giménez y Diego Maradona se pusieron en sus manos y propalaron el método mientras el médico abría nuevas sedes y centros en el interior y hasta fuera del país. Pero así como sumó centenares de acólitos, Ravenna también se hizo de detractores: colegas y expacientes cuestionan ahora no solo su metodología sino también sus resultados a largo plazo y los efectos que el método puede causar en el organismo. ¿Es saludable consumir apenas 600 calorías diarias?
La Sociedad Argentina de Nutrición dice que no. “Un plan alimentario saludable no debe poseer menos de 1.200 calorías por día”, aseguran desde la entidad. Exactamente el doble de lo que Ravenna les aconseja a los obesos –y no tanto– que atiende en su clínica de Zapata 121, en el barrio porteño de Belgrano. Cada semana hay cinco reuniones para potenciales pacientes que averiguan costos, tienen una breve entrevista y participan de una sesión grupal que –si su agenda lo permite– será con Ravenna en persona. Su ojo clínico es impiadoso.
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