Tiene el Universo forma ovalada? Es lo que me preguntó alguien, apenas vio una de las fotos que obtuvo el telescopio espacial Planck de lo que la Agencia Espacial Europea (ESA, por sus siglas en inglés) presenta como “la primera imagen de todo el cielo” obtenida por el telescopio. “No sólo provee un nuevo acercamiento a las estrellas y a las galaxias, sino que también nos dice cómo nació el Universo, luego del Big Bang”. El Big Bang es la gran explosión inicial que, según la teoría más aceptada hasta el momento, originó el comienzo de la expansión del Universo hasta llegar a su condición actual.
La imagen de un Cosmos aplanado, atravesado por una enorme línea de gas blanco, se instaló en diarios y televisión. Y hasta se llegó a decir que mostraba “todo” el Universo, algo que resulta difícil de pensar. ¿Cómo fotografiarlo “todo” cuando el telescopio está inmerso en ese mismo Universo y no hay un punto de vista externo puesto que, tal y como nos lo enseñaron a lo largo de los años, el Universo no tendría límites espaciales?
En los hechos, Planck (que fue lanzado el año pasado y fue construido por más de 40 institutos de investigación de Europa y los Estados Unidos) está ubicado lejos de la Tierra, a más de un millón de kilómetros de distancia. “Está en uno de los puntos llamados de Lagrange: es donde la gravedad está balanceada y puede colocarse un objeto relativamente estable allí, orbitando alrededor del Sol”, explica el doctor Gabriel Bengochea, cosmólogo argentino que trabaja en el Instituto de Astrofísica del Espacio (IAFE).
Desde allí, efectúa un paneo de 360 grados, en todas las direcciones, y hace el mapa del Cosmos que quedó plasmado en las fotos dadas a conocer por la ESA: una imagen del cielo cuyos diferentes colores evidencian pequeñas variaciones de temperatura de la radiación que llega a la Tierra en todas las direcciones. “En particular –puntualiza Bengochea, postdoc del Conicet–, nos interesa una radiación en especial, la que llamamos Radiación Cósmica de Fondo, que está en todo el cielo y en todas las direcciones y cuyo estudio permite descifrar de manera teórica lo que estuvo sucediendo en el Universo cuando este tenía sólo 380.000 años”.
En esencia, la radiación cósmica de fondo (que en la imagen se ve en color magenta y amarillo) es una de tipo electromagnético, es decir, del tipo de la luz normal, pero que tiene una frecuencia mucho menor. Podría decirse que la radiación de fondo son colores que los ojos humanos no pueden ver, y la primera luz que pudo salir hacia el espacio después de que la temperatura del Universo se enfrió lo suficiente como para permitir que se formaran átomos de hidrógeno. Viene viajando a través del Universo desde que el mismo tenía 380.000 años, y no es completamente homogénea, fluctúa. Esas fluctuaciones son las que indican que, por entonces, la materia se concentraba más en unos puntos que en otros, lo que explica cómo pudieron haberse originado las grandes estructuras del Universo. A partir de estos mapas sería posible, inclusive, estimar la edad del Universo, más allá de los cálculos teóricos que se manejan hasta el momento, y que le estiman una “edad” de 13,73 mil millones de años.
Hasta aquí, a grandes rasgos, la promesa de la sonda, que no es la primera en medir la radiación de fondo. El satélite WMAP ya confeccionó, desde el año 2003, siete mapas completos del cielo midiendo esta radiación. La novedad de Planck es que logra imágenes de mayor resolución que son aún preliminares, porque los expertos deberán quitar de ellas todo lo que no sea la radiación cósmica de fondo, como por ejemplo la radiación que recibe nuestra galaxia y que no es útil para este estudio. En la Agencia Espacial Europea confían en que en un año, más o menos, ya estén disponibles las imágenes finales, luego de haber logrado tener al menos cuatro versiones del mapa.
El tema de la forma ovalada que se le ve al Universo en esas imágenes tiene una explicación muy simple: pese a lo que muchos medios difundieron, es un recorte arbitrario. Los seres humanos no tienen manera de saber exactamente qué forma tiene, dado que no pueden salirse del Universo para verlo. Así que sólo hay indicios. “Esa forma ovalada que se ve es sólo la manera de proyectar una esfera (todo el cielo) en un plano (un papel de fotografía)… de la misma manera que al globo terráqueo se lo proyecta en mapas, con la misma forma”, puntualiza Bengoechea. En cuanto a si Planck fotografió la totalidad del Universo, también hay que hacer una aclaración: mapeó sólo la parte a la que la sonda tuvo acceso, porque la luz había llegado. Algo que no le quita mérito ni importancia al logro de Planck, sino que lo pone un poco más en contexto.
*Editora de Ciencia y Medicina