Yo soy de la época del Winco, pero me gustaría saber de qué modo podemos interactuar”, les propuso el secretario de Cultura, Jorge Coscia (57), a un grupo de veinte bloggers kirchneristas que fueron a su oficina el jueves 3 de septiembre. Coscia estaba interesado en conocer a estos muchachos, peronistas de vanguardia que proponen la web como un espacio de encuentro y discusión, una remozada plaza virtual sin patas en la fuente. “Los del grupo Clarín son muy poderosos, pero este gobierno ganó las elecciones nacionales y ese también es un poder”, analizó el funcionario, sin tomar nota de la derrota de Kirchner en suelo bonaerense. El encuentro fue relatado con lujo de detalle en “elconejodelasuerte.blogspot.com”
La reunión pionera, sin embargo, se hizo en pleno enfrentamiento entre el agro y la presidenta Cristina Fernández (56). El jefe de los diputados oficialistas, Agustín Rossi (49), convocó a algunos blogueros, que acordaron defender al Gobierno de los embates agrarios. “Pero necesitamos información de primera mano”, advirtieron. Rossi se rió. Y les dijo: “Bueno, eso no es tan fácil porque a veces la Casa Rosada ni siquiera me da información a mí”.
Boom. Según un estudio de la consultora Files, especializada en análisis y búsqueda de contenidos en internet, el fenómeno de los blogs K cobró impulso durante la guerra entre el Gobierno y el campo y se consolidó ahora, en medio de la cruzada oficial contra el Grupo Clarín. Se trata de un centenar de blogueros que supieron conciliar nuevas tecnologías y política. Mezclan información con irreverencia, mística peronista con análisis de medios. Y los funcionarios K los convocan a sus despachos. “Los blogueros K no son un colectivo homogéneo, pero sí militantes y simpatizantes que defienden la política oficial aunque no se privan de publicar sus críticas”, señala Víctor Candi, de Files.
Autodenominados “nacionales y populares”, tienen algunas características comunes: apuntan sus cañones contra los diarios Clarín y La Nación y utilizan la web para contrarrestar lo que definen como “el monopolio” de la información por parte de los medios tradicionales. No responden a un jefe, aunque varios citan en sus “blogrolls” (enlaces de sus blogs) a Gerardo Fernández (48), quien además de ser blogger conduce el programa “La bloguera radial” por Radio América.
Referente. “Yo no soy líder de nada porque esto no es un partido político sino un movimiento que circula por la red, una especie de plaza pública o de café virtual donde se discute política”, se desmarca Fernández, y señala un blog que califica de “insigne” para los muchachos K: “Ramble Tamble”, del encuestador oficial Artemio López (53). También hay otros blogs con fanáticos propios: el “emo peronista” (su creador, Matías Castañeda, fue demandado por Clarín por el uso del dominio quetepasaclarin.com), “Conurbanos” de Fabián Rodríguez, “Mundo Perverso” de Diego Faur, “Anarkoperonismo” y “Los caniches de Perón”.
Gerardo Fernández asegura que no existen los blogueros “rentados”, pero sí que algunos funcionarios K o empleados estatales tienen un blog. De hecho, Sebastián Lorenzo (35), impulsor de “PJ Digital”, admitió en el 2008 que recibe un sueldo de la organización Generación K, de Carlos Zannini, secretario Legal y Técnico de la Presidencia. Es que no sólo en el mundo virtual se tejen redes.