En su cocina tiene una cacerola con dulce de naranjas que preparó el día anterior y la mitad de una pascualina de verdura con un hojaldre hecho por él. Meter las manos en la masa es una de sus terapias. Sonríe y asiente cuando se le sugiere que es una gran metáfora de su vida política: de un modo u otro, Julio Bárbaro siempre ha estado en la cocina del poder. El ex interventor del Comfer y referente histórico del peronismo, celebra el saludo de la Presidenta a Mauricio Macri tras la victoria del PRO en el balotaje porteño. De paso, se permite la ironía: “¡Eso nos liberó de las explicaciones de los intelectuales!”.
Noticias: ¿Es un cambio de actitud o sólo un gesto?
Julio Bárbaro: Eso… lo juzga el psiquiatra y Dios.
Noticias: Ha dicho que en el gobierno K se jugaban cuestiones psicológicas, más que ideológicas.
Bárbaro: Porque tienen como una idea de que el mal humor es revolucionario y da razones. Yo fui muy amigo de Néstor, pero cuando me dijo: “Venís al gobierno”, le dije “no, la relación entre vos y yo es perfecta sin poder, con poder nos matamos”.
Noticias: Y lo terminaron echando en el 2008.
Bárbaro: Mirá, cuando quien gobierna ama el pensamiento, se enamora de quienes lo cuestionan. Cuando ama el poder y la obediencia, se queda con los obsecuentes. La vida es dialogo enriquecedor. Perón decía que conducir era poner voluntades en paralelo, y para Néstor conducir era poner voluntades en obediencia.
Noticias: ¿Por qué se habían hecho amigos?
Bárbaro: Porque vivía acá a 4 cuadras e íbamos a cenar dos veces por semana.
Noticias: Pero si tenían tantas diferencias…
Bárbaro: Es que la relación era divina. Cuando me ofreció el Comfer, me dijo: “Está lejos de los conflictos, por lo tanto no vamos a discutir”. Así y todo… Después, prefirió hablar con Rudy Ulloa y no conmigo. Kirchner era eso, no lo endiosemos.
Noticias: ¿Cómo evalúa hoy a la oposición?
Bárbaro: Una oposición con 20 candidatos, ¿qué es?, no existe. Tenemos una hoguera de vanidades, pero unas cenizas de partidos, nada…
Noticias: ¿Y entonces?
Bárbaro: Creo que está creciendo, que el radicalismo se sacó a la Coordinadora de encima.
Noticias: Pero se puso a cuestas a De Narváez.
Bárbaro: Pero es mucho mejor, empezó a discutir el poder. Esta idea de que los buenos son Binner, Stolbizer, Pino, era suicida… Las elecciones tienen que ver con los votos, no con las ilusiones. Con una alianza con de Narváez, va a discutir votos.
Noticias: ¿No hay diferencias ideológicas?
Bárbaro: Yo creo que el radicalismo siempre fue de clase media, ergo, fue de centro. La Coordinadora, una ilusión afrancesada, la llevó a otro lado. Le dio a Alfonsín como presidente y después le dio 20 años de saludar al poder desde la casa. Que es lo que le puede pasar al peronismo si sigue este camino hacia la izquierda. Un gobierno que se pelea con la soja y expande las tragamonedas me explica a mí que yo soy de derecha y ellos de izquierda…
Noticias: ¿Cómo piensa que repercuten las derrotas electorales en Cristina?
Bárbaro: Hay una frase que dice: “No es cierto que el poder corrompe, el poder delata”. En alguna medida, el poder la cambió. Pero creo que tiene margen para resolver, volver y seguir, ahora… se tiene que sacar a los gurkas de encima. Avanzó la democracia, porque perdieron y porque reconocieron la derrota.
Noticias: ¿Dónde se ubica políticamente?
Bárbaro: Tanto Macri como Duhalde me invitaron… Yo prefiero enriquecer el debate. No me dejé convencer por el poder económico, porque el poder está en mi conciencia. Yo quería escribir en los medios y que me respeten, no vivir en Puerto Madero. El peronismo es una identidad cultural. Cristina se iba a Miami y yo le decía que estaba enamorado de Roma y de París…
Noticias: Me sigue intrigando qué lo acercó a los Kirchner.
Bárbaro: Fuimos muy amigos, Néstor en la noche, en la vida y en lo cotidiano, era un tipazo. Yo fui amigo de él cuando su poder era muy chiquito. Después se metieron todos estos alcahuetes, estos revolucionarios…
Noticias: ¿Quiénes son?
Bárbaro: Qué se yo, yo no los nombro.
Noticias: ¿Qué opina de la militancia kirchnerista?
Bárbaro: Militante es el que vive en la víspera de una utopía, el que tiene un cargo y aplaude no sé si es militante…
Noticias: Usted fue taxista y a la vez militaba y estudiaba Ciencias Políticas, ¿esa tensión que hoy marca entre el mundo académico y la calle es parte de su historia?
Bárbaro: Sí, sí. Yo iba a las clases de Grondona con un Seat 60, estuve 9 años en el mercado del Abasto y cuando volví del exilio fui a San Clemente del Tuyu y abrí una carnicería y verdulería.
Noticias: ¿Eso lo aleja del pedestal intelectual, que tanto lo subleva?
Bárbaro: El intelectual es un individuo que tiene más relación con los libros que con la realidad y eso no me gusta.
Noticias: ¿Por qué este gobierno captó y fascinó a tantos intelectuales?
Bárbaro: Kirchner era muy inteligente para manejar la realidad. Con 4 o 5 que lo rodeaban, encontró que había una izquierda vacante, entonces un gobierno pragmático en un momento de debilidad seduce a una izquierda que se engancha e inventa una justificación, a cambio de un espacio de poder. Menem lo había hecho con la derecha, les decía: “Señores dueños de las empresas, vengan a mí que los asocio”. Kirchner dijo: “Restos de la izquierda argentina, yo les ofrezco su último destino”, punto.
Noticias: En el libro de Sandra Ru-sso, “La Presidenta”, Cristina acusa a Alberto Fernández de ser hombre de “Clarín”. A usted le endilgaron lo mismo.
Bárbaro: En el 2006 “Clarín” saca una solicitada en contra mío… yo de “Clarín” no era… Néstor sabía perfectamente lo que hacía Alberto. Que “Clarín” tenía una concepción excesiva del poder, lo he dicho siempre. Lo que me resulta absurdo es que los conflictos se transformen en guerra.
El debate político lo trenza de a ratos con su hija Carmela y su yerno, Gerardo Rozín. “¡Ahora están un poco menos kirchneristas los hincha pelotas!”, se ríe. Además, es abuelo de Elena, de 1 año, y papá de Francisco, un chico de 23 con Síndrome de Down. “El Down es un golpe que te da la vida, que a la larga te enseña lo que es el afecto”.
Noticias: ¿Los problemas de salud de los hijos generan aprendizajes?
Bárbaro: Uy, sí, Carmela tuvo cáncer a los 16 años… Si la vida no te pega, te hace tonto. Ahora, cuando te pega, te mata. Una Navidad la pasamos con Pancho internado con una pierna enyesada y Carmela también internada por la quimio… No soy un fanático religioso, pero me siento más movilizado por la duda de los creyentes que por la fe de los ateos.
Noticias: Es un reivindicador de la duda en todos los órdenes
Bárbaro: El que está convencido de su verdad, siempre es un imbécil.
Noticias: Recién decía que se alegró con el resultado del balotaje, ¿votó a Macri?
Bárbaro: No, yo no voté a Macri. No me voy a hacer macrista, se lo dije a Mauricio. Yo quisiera que mi presidente sea Pepe Mujica, que hizo la revolución en serio, la sufrió en serio e intenta representar a todos los uruguayos en serio. Acá nadie sufrió tanto, ni peleó tanto, ni perdona tanto… El peronismo era una alianza entre los obreros productivos y los pequeños y medianos empresarios. El kirchnerismo es una alianza entre los intelectuales y los empleados del Estado, no es productiva. Tengo reuniones con gente muy valiosa, que no están con el gobierno ni con Duhalde.
Noticias: ¿Se está armando otra cosa?
Bárbaro: No, no hay nada que se pueda armar. Es triste…no puedo pisar el partido porque los alcahuetes del portero Víctor Santamaría (al frente del Congreso Justicialista Porteño) lo impiden… Viejos amigos que tienen un cargo me esquivan… Yo le dije a Néstor “te voy a traer un gorila” y le llevé a Barone (Orlando). También le presenté a Cristina a Timerman (Héctor). Nos lastimó más el kirchnerismo en las relaciones humanas que los `70. Pasamos tantas malas en la vida y de golpe pelearnos porque uno dice que Cristina es una reina y el otro que no… con Nilda Garré escapamos juntos el día del golpe… ella firmó mi habeas corpus cuando me secuestraron… y después no te saludás.
Noticias: ¿No se saludan?
Bárbaro: Que se yo, creo que no. Hay algunos sembradores de odios que no aportan nada, pero creo que los votos les van a empezar a planchar el jopo.