Cuesta creer que a las 9 de la mañana alguien pueda lucir tan radiante, pero Martina Gusman llega al Palacio Balcarce y, sin una gota de maquillaje, sonríe y embelesa al equipo de producción. Un poco al estilo de su personaje en “Carancho” –película que coprotagoniza con Ricardo Darín–, la de Martina es una belleza natural, capaz de aparecer en cámara linda y etérea aunque sean las 3 de la mañana y esté personificando a una médica de guardia que lleva más de 24 horas sin dormir.
Estudió actuación con Carlos Gandolfo y la Licenciatura en Artes Combinadas en la UBA. En el 2002 fundó junto a su esposo, el director Pablo Trapero (39), Matanza Cine, donde se desempeña como productora ejecutiva. En el 2005 participó en la primer película de él: “Nacido y Criado”, y en el 2007 obtuvo el Premio Sur y fue nominada al Cóndor de Plata por la segunda, “Leonera”. La tercera es otro éxito compartido.
Noticias: “Carancho” trata sobre la mafia de las indemnizaciones en los accidentes de tránsito, ¿cómo se preparó para abordar un guión de ese calibre?
Martina Gusman: Fue un proceso muy fuerte. La escritura del guión duró casi un año, en el cual Pablo trabajó en equipo con tres chicos más. Y cuando me plantearon el personaje de una médica de emergencias, mi desafío fue pensar cómo superar los típicos clichés de un médico, un rol tan estereotipado. La mejor forma que encontré fue acercarme a un hospital, y, a través de un contacto con el director de Simplemente Evita, en González Catán, logré que me recibieran durante seis meses como una suerte de practicante del jefe de Guardia. Lo seguía a todos lados, haciendo guardias de 24 horas de jueves a viernes y recibiendo y viendo todo lo que ellos experimentaban.
Noticias: ¿La recibieron como una más?
Gusman: Al principio yo era “la actriz”, entonces cada vez que teníamos un rato para sentarnos y charlar, todas las preguntas eran sobre mi profesión, ¡exactamente lo contrario a lo que yo quería! Pero conforme pasaban los jueves, pasé a ser una más. Y si bien al principio no sabía cómo iba a hacer para bancármelo, con el tiempo cosas como tomar la presión o dar primeros auxilios comenzaron a resultarme normales. Y así, al tener esos elementos incorporados, sentí que podía empezar a jugar e involucrarme más con la historia de amor y el resto de la trama.
Noticias: ¿Qué fue lo más impresionante que llegó a ver en ese contexto?
Gusman: Me impresionó lo mucho que me alteró mi concepto sobre la vida y la muerte. Me impactó lo que los médicos llaman “la hora de oro”, la primera hora de recepción de un paciente, cuando dependiendo de las maniobras que hagas podés salvarle o no la vida. Ver ese momento y los consiguientes resultados fue algo muy fuerte y transformador. Vi como todo puede cambiar en un sólo segundo, y cómo hay que lograr disfrutar el presente, sin ser siempre el burro que corre atrás de la zanahoria.
Noticias: ¿Diría que en su vida suele tener esa postura de ir siempre tras ciertos logros?
Gusman: Sí, bastante. Si bien disfruto mucho de lo que hago y mi presente, muchas veces pienso en más adelante. Y esta experiencia me cambió bastante en ese sentido.
Por estos días, “Carancho” está rompiendo récords de espectadores (ya superó los 200 mil) y cosechando aplausos en el Festival de Cannes. Y para Martina el festejo es doble: no sólo logró encarnar un éxito rotundo, además es la productora ejecutiva del film. “Hacer ambas cosas fue cansador, pero hubo un tiempo para cada una”, señala hoy. Actualmente, Gusmán se está dejando tentar más por la actuación. Próxima a grabar una participación especial en “Para vestir santos”, el unitario de Pol-ka, y evaluando propuestas de teatro, su camino como actriz fetiche de su marido está tomando una curva.
Noticias: ¿Cómo es trabajar con Pablo?
Gusman: En realidad, no sé como es no trabajar con él, porque así nos conocimos… En el rol de productora el trato a veces es un poco más áspero que como actriz, pero está bueno trabajar con alguien con quien tenés tanta confianza, sobre todo cuando se trata de algo creativo y donde uno expone emociones. El otro siempre logra sacar un plus, y a veces hay cosas que no hace falta hablar.
Noticias: ¿Su marido es un jefe exigente?
Gusman: Súper exigente, es un director que siempre que puede te va a sacar más. Si estás muy cómodo, Pablo va a hacer algo para producirte esa sensación de incomodidad que le da una cierta chispa a la escena. No te deja achanchar, está todo el tiempo ahí pinchándote. Y eso está buenísimo.
Noticias: Y la pregunta del millón, ¿qué tanto le costó filmar la escena de sexo con Darín, con su marido detrás de cámara?
Gusman: Me costó, claro que sí. De hecho, cuando la leí en el guión le pregunté a Pablo si era necesaria, y él me hizo ver que un policial negro con una historia de amor tenía que tener sí o sí una escena semejante. Y la fuimos hablando con él y con Ricardo. Obvio que me puse súper nerviosa, pero el humor de Ricardo ayudó mucho y descontracturó la situación. De todos modos, en el momento de filmar es mucho menos de lo que parece en pantalla grande. Es una toma única, en un set donde hay poquita gente, y lo que uno está haciendo únicamente es topless. El tema no es tanto filmarla, sino el después. La edición, con los doblajes para hacerla más intensa, y una sentada en la sala con todos viendo lo que se produce ya compaginado… Ahí sí me dio vergüenza. Esa energía es medio rara y da calor. Igualmente, que tu marido sea el director en una escena así te contiene más de lo que te avergüenza.
Noticias: ¿Cómo es eso?
Gusman: Es que él te conoce, tenés confianza, tenés conocimiento… Eso da un lugar donde relajarse.
Noticias: ¿Diría que se está abriendo un lugar interesante para el cine argentino en el mundo?
Gusman: Me parece que lo tiene, y desde mucho antes de ganar el Oscar este año. Nosotros estuvimos en Cannes con diferentes películas y hay una mirada interesada hacia el cine argentino. Somos un país con mucha variedad de estilos, de directores, de formas, de formatos, y eso se valora mucho.
Noticias: Pareciera que todo lo que hace como actriz se conecta con una cuestión social muy fuerte, ¿es una inquietud propia o fue pura casualidad?
Gusman: Tiene que ver con una inquietud propia, ya que me gusta explorar personajes que tienen algo para comunicar. Valoro muchísimo ese rol de vocero que tiene el actor, esa posibilidad de representar historias que nunca son contadas y de poner a la luz situaciones con contexto social. Lo cual no quiere decir que el día de mañana no pueda hacer una comedia, pero me gustan los personajes intensos.
Noticias: ¿Siente, quizás, que empezó por el lado más complejo de la actuación?
Gusman: Puede ser, pero tampoco subestimaría el talento que hace falta para ser un buen comediante, por ejemplo…
Noticias: ¿Se vería haciendo un papel así?
Gusman: Sí, aunque quizás con un humor distinto y particular, como un poco absurdo y realista.
Noticias: Se la ve cómoda al momento de posar, ¿le divierte el juego sexy que implica la profesión?
Gusman: Es como un rol más. No es la parte con la que me siento más cómoda, aunque puedo parecerlo, pero me lo tomo como “el personaje que tiene que difundir la película”. No me creo nada, me parece que con la misma naturalidad con la que puedo caminar por una alfombra roja puedo estar seis meses en un hospital público de La Matanza. Es todo parte de la misma profesión y el mismo juego, en distintas instancias.
Noticias: ¿Se diría segura de su belleza?
Gusman: No sé si soy segura, pero me siento linda. Claramente hay cosas que no me gustan, como a todos, pero estoy tranquila conmigo y mi cuerpo. No soy enroscada con eso; como sano y hago gimnasia, pero no dieta.
Noticias: ¿Pero es de producirse para salir?
Gusman: Sí, soy re coqueta, incluso cuando estoy en casa. Pero siempre manteniendo una naturalidad, jamás me voy a pintar mucho. Es todo bastante discreto, pero dentro de ese marco no me da igual estar toda desarreglada que ponerme tapaojeras y estar medianamente linda. Me gusta verme bien, aunque esté todo el día sola en casa. Lo hago para mí.
Noticias: ¿Qué disfruta hacer en su tiempo libre?
Gusman: Estar con mi hijo Mateo, de 8 años, es el mejor programa. Vamos al cine, a caminar, a la plaza… También me gusta mucho ir a la playa, caminar por el mar, leer, cocinar. Sobre todo eso, me encanta cocinar y recibir gente en casa. Pongo buena música, abro un rico vino y lo disfruto.
Noticias: Y trabajando codo a codo con su marido, ¿qué cosas eligen compartir ajenas al ámbito laboral?
Gusman: Nos encanta ir al cine, salir a comer, ir al teatro… También viajamos mucho juntos, y por más ocupados que estemos siempre encontramos el momento para visitar ciertos lugares. ¡Por lo menos hacemos un espacio para averiguar qué se come en esa ciudad!
Noticias: Está evaluando ofertas para hacer teatro y su primera incursión en televisión será en un programa de mucha audiencia. Pareciera que de golpe se le abrieron todas las puertas juntas. ¿Cómo lo vive?
Gusman: Siento que me llegó el momento, y estoy feliz. Como si cada cosa tuviera su tiempo, y el mío fuera ahora. Además, está claro que Pablo va a tener que trabajar con otras actrices y yo con otros directores si queremos seguir haciendo camino, pero estoy segura de que nos esperan más trabajos juntos.