Noticias: ¿Ser mujer en política tiene algún handicap?
María Eugenia Estenssoro: En este momento de la Argentina y del mundo, es una ventaja. En la Coalición Cívica las principales candidatas somos mujeres. Sergio Berenstein, analista político, me dijo que no le parece contraproducente. Vimos este escenario en Chile, con Bachelet. Ángela Merkel, que nació en Alemania Oriental, es muy respetada por la derecha y la izquierda. Francia tuvo una candidata mujer y Hillary Clinton disputa la nominación en el Partido Demócrata.
Noticias: ¿A qué debemos esta confluencia de mujeres poderosas?
Estenssoro: Se decía que el siglo XXI iba a ser de las mujeres y se aceleró la llegada a los más altos puestos políticos, se esperaba para dentro de 20 años. Los mejores promedios de la universidad son mujeres y tenemos más años de escolarización. En todo el mundo se quiere recuperar la política como instrumento para mejorar la vida, no como una lucha por el poder. Hay una expectativa, se nos percibe más sensibles, honestas y ligadas a lo nutritivo, lo docente, podemos humanizar una sociedad muy fragmentada.
Noticias: ¿Se puede prescindir de la metodología masculina y tener poder real?
Estenssoro: Es un proceso gradual, yo provengo del periodismo (N. de R: fue editora de economía de NOTICIAS) y las ONG, del mundo de los emprendedores, y llegar hubiera requerido años de internas, alianzas, de rosca política. Pero traté de aportar algo y hacer las cosas bien. Me dio resultado cooperar, crear relaciones de confianza. En esta coalición no hay barreras, no encabezamos listas para “vestirlas”.
Noticias: Tenés fama de trabajadora, ¿sos demandante con tu entorno?
Estenssoro: Soy demasiado exigente, impaciente, es mi talón de Aquiles. A los 30 encaré un profundo trabajo interno, medito, hago yoga y eso me domesticó un poco. Tengo una parte serena y otra en ebullición.
Noticias: Cambiaste y también se modificó tu entorno.
Estenssoro: Fui casada, separada, madre soltera y concubina, pero cuando era separada trabajaban conmigo mujeres independientes y sin relaciones estables. Estoy en pareja hace diez años y parece que trabajara en “El despacho del amor”: se casaron, se juntaron, tuvieron hijos (ríe). Esta alquimia de trabajo, pareja y familia fue nuestro mayor logro. Yo planteé que no podemos ser mejor políticas que personas, si queremos crear una sociedad mejor. Mi equipo se reúne los viernes a charlar, dar una clase o meditar.
Noticias: Eso es muy femenino, no me imagino un grupo de políticos en lo mismo.
Estenssoro: Somos un grupo mixto, si queremos hacer una diferencia empleando valores femeninos debemos ponerlos en el centro de nuestra actividad. La sociedad lo está buscando.
Noticias: ¿Cuántos proyectos presentaste como diputada de la Ciudad de Buenos Aires?
Estenssoro: Más de treinta, pero es un error pensar que las legislaturas y parlamentos son fábricas de leyes. Tenemos más de las que necesitamos, muchísimas no se cumplen, aprobamos leyes poco trascendentes y no hay acuerdo en las importantes. Le cambiamos el nombre al cantero de una plaza, nombramos más ciudadanos ilustres…
Noticias: Chopra sostiene que el cambio real nunca viene de los políticos: la base de la política es el poder, el control, la manipulación, la corrupción. ¿Queda margen para maniobrar?
Estenssoro: Dijo Krishnamurti que la verdadera revolución no es socialista, fascista o de izquierda: el mundo cambiará cuando neutralicemos la codicia, la maldad y se pueda vivir en el amor, no en la desconfianza y el miedo. Trabajo con mi pareja, Haroldo Grisanti, y el primer mes le dijimos a mis asesores: no tienen que trabajar, sino conocerse, y estaban desconcertados. Si nos conocemos, respetamos y cuidamos, eso podremos ofrecer afuera. Es mi verdadera militancia: establecer lazos de confianza y respeto, transformar lo más pequeño. Lo que ofrezco es lo que soy.
Noticias: Se publicaron fotos estremecedoras de los tobas en el Chaco, piel y hueso, y fue necesario que la Corte Suprema ordenara ayudarlos. ¿Para qué quieren gobernar?
Estenssoro: No tenés que irte tan lejos, frente a mi ventana hay un centro de acopio de cartoneros todas las noches. En muy pocos lugares del país quienes han gobernado querían mejorar la vida de los ciudadanos, como en Rosario, caso emblemático manejado con eficiencia y valores. La política se convirtió en un medio de ascenso social. Los ciudadanos deben fijarse cómo viven las personas a las que votan, esas fortunas, esas dinastías en provincias pobres con empresarios ricos.
Noticias: “Hay que sacarle la mordaza al Congreso y llenarlo de contenido”. ¿A qué te referías?
Estenssoro: A que no se debaten las leyes importantes. Un ministro de Economía presenta el presupuesto sin debate, por decreto, por un bando militar. Pasó con las concesiones de áreas petroleras, de los aeropuertos, con un montón de prebendas a los empresarios. La orden del Ejecutivo es que cuando manda proyectos se aprueban a libro cerrado. Los funcionarios hacen puestas en escena y dicen con desparpajo: “No necesitamos hablar con el pueblo a través de la prensa”. ¡Es su obligación! lo necesita la sociedad. Es aterrador haber caído tan bajo después de 25 años de democracia. La bonanza económica anestesia, pero está erosionándose: la gente vive al día, hay un malestar enorme.
Noticias: ¿Sos pariente de Víctor Paz Estenssoro, cuatro veces presidente de Bolivia?
Estenssoro: Era primo hermano de mi abuelo, y Hugo Banzer era mi tío abuelo. Yo nací en La Paz, llegué al país a los 4 años. En mi familia hubo nacionalistas, militares, liberales y esa convivencia de ideologías produjo enfrentamientos, mucho dolor. Mi bisabuelo descubrió el petróleo en Bolivia, mi padre vino a instalar una empresa que hacía trépanos en época de Frondizi, con la promesa del florecimiento del petróleo argentino.
Noticias: ¿La muerte de tu padre fue un atentado?
Estenssoro: Nunca se terminó de aclarar, pensé que era un accidente de aviación, pero muchos me dicen que lamentan que lo hayan matado. Eso me obligó a pensarlo. Lo que sé es que el modelo de empresa que él quería para YPF mientras la presidió no beneficiaba a un funcionario público ni a grupos empresarios. Trabajaba para los argentinos, no para el gobierno de turno.
Noticias: ¿Fue una figura fuerte en tu formación, en tu vida?
Estenssoro: Era una relación fuerte, mi padre era machista con mi madre pero muy pro con sus tres hijas, nos educó igual que al varón. La figura exitosa, venerada, que hacía lo que quería era él, y yo quería ser como él. Cuando tuve mis hijos me di cuenta que quería hacer las cosas como mujer. Pude conciliar lo femenino, que había relegado mucho, y lo masculino.
Noticias: ¿Cómo cayó ser madre soltera en esa familia?
Estenssoro: No era una florcita, tenía 25 años, era separada y con dos hijos. Mi madre me apoyó en forma incondicional, mi padre me decía: “¿Estás segura? Para tus hijos va a ser complicado”. Nació Francisca y admitió: “Tenías razón”. Vió tanto apoyo a mi alrededor, se dio cuenta de que la sociedad argentina ya no tenía esos prejuicios.
Noticias: ¿Te educaron para ser quién y hacer qué?
Estenssoro: Para ser una profesional y lo que quisiera, y yo tenía un motor propio. Me dieron la mejor educación, bilingüe, a los 17 estudié Literatura Comparada en una universidad de los Estados Unidos. Estudié en Francia y en Columbia. La educación elitista te prepara para ser líder, pero el periodismo primero y luego la fundación Equidad, recorriendo escuelas del país para conectarlas con internet y capacitar maestros, me mostró la sociedad real, solidaria, trabajadora.
Noticias: ¿Te esmeraste por cumplir mandatos o hiciste la tuya?
Estenssoro: Tenía 23 años, mi padre me dijo: “Tenés que pensar en casarte” y dije: ¿queé? Me casé a los 25, pero después que nació Blas, a los 30, descubrí que me había alejado de la ternura, el cuidado. Tenía problemas con mi marido, no era muy feliz, pero profesionalmente me iba bien, un amigo me dijo: “Sos exitosa”. Ese día supe que tenía que tener éxito como ser humano, el otro éxito es una máscara. Derivó en el trabajo social, en la fundación Endevour ayudé a emprendedores de alto potencial a hacer crecer sus empresas. Aunque soy bastante aguerrida, empecé a cambiar.
Noticias: ¿Sos una mujer fuerte, de las que lo pueden todo?
Estenssoro: No, para nada, decido lo que quiero hacer, pero necesito tener apoyo y sé pedir.
Noticias: ¿Sos enamoradiza?
Estenssoro: Lo fui de joven, y era autosuficiente, tener una pareja estable, hijos, no era algo que deseaba. Me hacía la fuerte, pero sufría mucho. Aprender a cuidar a Blas (19), Gaspar (17) y Francisca (14) me enseñó a ser más cuidadosa conmigo misma. Confundía pasión con amor, me querían mucho y yo no tanto o amaba y no era amada. Hasta que pude formular: “qué lindo debe ser tener un amor correspondido”. Y un día se dio.
Noticias: Apareció el señor Grisanti.
Estenssoro: Es la persona con la que he tenido mayor estabilidad.
Noticias: ¿Casas separadas evita el desgaste?
Estenssoro: Estamos separados por un jardín, él acondicionó como loft lo que fue el garage. Tengo mis hijos, él los suyos, así no tenemos la obligación de estar amontonados siempre, elegimos cuándo estar juntos.
Noticias: Todos los hijos pasan facturas a los padres, ¿qué te tocó?
Estenssoro: La relación con ellos ha sido muy fácil, los mayores son dóciles, tranquilos, cariñosos, Francisca tiene un carácter más fuerte, pero convivimos bien porque les doy bastante libertad.
Noticias: Estás bordeando los 50, ¿es una edad que mete miedo?
Estenssoro: Miedo no, pero te das cuenta de que cambia tu aspecto físico, te vas aseñorando, sos consciente de la finitud. No creo que me haga cirugías ni botox, iré con las marcas de la vida que tuve. Pero miro a las de 30 con nostalgia, tienen una belleza y un arrojo diferentes. Lo que más extraño es usar ropa alocada.
Noticias: ¿Tu vida lleva la velocidad que quisieras?
Estenssoro: Me gustaría una vida más calma, pero me entusiasmo con todo. Me gusta ir al Tigre, quedarme dos meses en una playa, me encantaría irme a un ashram, tomarme un año sabático, aprender a cocinar…
Noticias: ¿Leés sólo sobre economía, política, cosas serias?
Estenssoro: No leo sobre economía, leo libros espirituales: Krishnamurti, Alejandro Jodorowsky… Más que llenarnos de información, necesitamos conectarnos con nuestra propia sabiduría.