Hace diecinueve años, el latiguillo “Dale gassss” se escuchaba en una radio en Pinamar. La voz era la misma que lo dice hoy en el programa “El Oro y el moro” en Radio 10. La del hombre al que integrantes de la comunidad boliviana -apoyados por el INADI (Instituto Nacional contra la discriminación, la Xenofobia y el Racismo)- le hicieron una manifestación en la esquina de la radio (“¿Qué fue lo que pasó? Una mala manera de decir las cosas que vi en Bolivia cuando viví allá, donde teníamos una empresa. Se entendió mal y tuve que pedir disculpas”). Oscar Mario González Oro es un tipo vehemente, que encuentra paz en su en su chacra de Punta del Este, con su hijo de sangre Agustín (30) y su hijo del corazón “Nenu” (29): “Me llamó padrino y un día me preguntó si quería ser su papá. Lo adopté, sin papeles. Me llegó criado, pero es de muy buena madera”. Pocos saben que, antes de la fama, Oscar trabajaba en la empresa familiar, estudiaba Derecho y tomaba clases de teatro con Héctor Bidonde y Lito Cruz.
Noticias: ¿Cuál fue el click para cambiar?
Oscar González Oro: Romper con una especie de clan familiar, una búsqueda de independencia y además, creo que hacer radio siempre estuvo en mi inconsciente. Una vez atendí de casualidad a Cacho Fontana y me dijo: “Usted tiene que ser locutor, tiene una voz maravillosa”, eso me quedó dando vueltas. Por eso, acepté hacer radio en Pinamar, y ahora sé que todo lo que hice en mi vida me sirvió para conducir radio. Desde ser vago en la adolescencia, a ser lector compulsivo, especializarme en un tipo de música o viajar hasta el hartazgo.
Noticias: ¿Tanto lo marcó ese clan, era una familia poderosa?
González Oro: Lo fue en algún momento. Mi tarea era controlar distintas empresas en Latinoamérica. Estaba harto, muy solo, pero el resultado es este que soy, un tipo que puede hablar de Borges, o de las calles en Villa Urquiza, donde tenía amigos atorrantes. Fui príncipe y mendigo.
Noticias: ¿Cuánto hay de personaje y cuanto del González Oro genuino cuando sale al aire?
González Oro: Hay de los dos. Está el negrito que vino de Mendoza a los 11 años, muy enojado con su papá porque lo sacaba de allí, y el personaje que tiene la obligación de estar todos los días del mejor humor posible. No me la paso contando chistes ni soy tan optimista. A veces estoy melancólico, algunas feliz y otras infeliz. Voy al gimnasio y este año retomé terapia. Me gusta estar mucho en casa, ver películas. No veo mucha tele y ahora leo menos. Creo que uno lee más cuando no está feliz.
Noticias: Entonces está feliz.
González Oro: Sí.
Noticias: ¿Está en pareja?
González Oro: No, por eso estoy feliz (ríe a carcajadas). No sé si tengo ganas de estar en pareja. Creo que estoy cosechando lo que sembré. Me hace muy feliz estar con mis hijos, compartir una comida con amigos. Leo menos, porque uno lee desde la soledad.
Noticias: ¿No le molesta estar solo?
González Oro: No. Tampoco me fascina, pero sé como entretenerme. También aprendí a pedir auxilio. Antes no podía, ahora no me da vergüenza decir “necesito verte” o “dame un abrazo”. Yo era mucho más de dar que de pedir, porque es más fácil. Si te pido un abrazo me podés decir que no y eso sí que lastima. Hoy no me pasa, porque sé a quien pedir.
Noticias: ¿Estuvo mucho tiempo casado?
González Oro: No, no, no, pero me llevo muy bien con mi ex. No sé si nací para estar casado. Envidio eso del familión alrededor de la mesa, pero prioricé otra cosa. Soy amante de la libertad, no doy explicaciones, sólo informo. No soy fácil para convivir. Quiero ver una película a las tres de la mañana, me levanto y la veo, pero a la vez me gusta que me contengan y me mimen.
Noticias: Entonces, ¿no hay una mujer ideal para González Oro?.
González Oro: Si existiera, y fuera tan independiente y amante de la libertad como yo, no sé si me la bancaría. Es la neurosis. Soy bastante posesivo, controlador, manejador, incluso como padre.
Noticias: ¿Le gusta hacer televisión?
González Oro: No me apasiona. Prefiero la radio, donde puedo ver la reacción del operador. Además, odio maquillarme, sacarme fotos. Me pone de mal humor…
Noticias: No es un metrosexual…
González Oro: No. Soy un señor que gusta a las mujeres, pero más por el personaje divertido que por una atracción física. Soy un negro interesante (dice alzando la voz), pero no un sex symbol. Me corto el pelo yo, agarro la maquinita y me rapo. Si voy al gimnasio es porque me hace bien a la cabeza.
Noticias: ¿Las mujeres hoy están muy lanzadas?
González Oro: La juventud no tiene referentes, por eso aparecen haciendo una felatio en internet y ya están en la calle Corrientes. No hay valores. Muchas trabajan, estudian y se rompen el lomo, pero las que trascienden son las que muestran el culo en la tele y abajo dice: “sólo pienso en mis hijos”.
Noticias: Conoce mucho de música, ¿qué le gusta?
González Oro: No hay música que me disguste. Bueno, la dodecafónica, Schönberg… no lo entiendo.
Noticias: Y cantar…
González Oro: Sí, pero lo hago para reírme, es un jueguito entre el oyente y yo.
Noticias: ¿Grabó el CD para probar qué pasaba?
González Oro: No, el CD fue un error. La gente me colocó en un lugar de privilegio en la radiofonía desde hace siete u ocho años y no debí moverme de ahí. Entendí que una cosa es cantar en la radio y otra grabar un disco. No volvería a hacerlo.
Noticias: ¿Qué le pareció Cristina Kirchner cuando la entrevistó?
González Oro: La veo como la senadora, una política casi profesional, y me parece bien que haya decidido atender a los medios de comunicación nacional. Yo me enteraba de lo que decía leyendo el “New York Times”. Estuvo muy amable en la entrevista, y bien dispuesta. Pero espero que siga en esta línea y no que haya sido sólo un acto de campaña.
Noticias: ¿El presidente lo llamó para su cumpleaños?
González Oro: Sí, fue bueno, pero no hay mensajes más importantes que otros, me gusta tanto eso como que me llame un amigo o mis hijos.
Noticias: ¿Es espontáneo o más bien introvertido?
González Oro: Soy espontáneo. Me enojo, digo la mayor barbaridad y me arrepiento a los diez minutos, pero la vida me enseñó y me enojo mucho menos que antes. Hace diez años era un energúmeno, armaba un escándalo por una huevada.
Noticias: ¿Cómo pelearse con Sofovich por el estacionamiento?
González Oro: No, ese fue el detonante. Estaba cansado de hacer “Polémica en el bar”, pero en lugar de ser maduro y decírselo a Gerardo, me fui pegando un portazo.
Noticias: ¿Le molesta que lo llamen facho o de derecha?
González Oro: El otro día Alberto Fernández habló de la inseguridad, y dijo que al que delinque hay que meterlo preso, hacerle cumplir la ley. Y a los jueces que no sirven, echarlos. Cuando terminamos le marqué la ironía, decir lo mismo me dijeron durante muchos años facho. Me contestó que estúpidos hay en todos lados. Yo no soy facho, quiero que se cumpla con la ley, porque yo la cumplo. Ni soy de derecha, me sensibiliza tanto la pobreza como a un progre o a un tipo de izquierda. No puedo ver a un chico con las patas en el barro porque me pongo a llorar, no puedo ver a un anciano con hambre. Soy un ser humano, un humanista en todo caso, que está tratando de entender qué pasa en este mundo.