Tangos en “El Viejo Almacén”, con Virginia Luque, Hugo Marcel, Nicole Nau, Luis Pereyra, parejas de bailarines y Sexteto de Fernando Marzán. Dirección artística y coreografiá grupal: Nau-Pereyra.
“El Viejo Almacén” ha iniciado una nueva etapa, la que conlleva un alto grado de participación del tango-danza. De esta manera, y ante un lleno total de público integrado por porteños y gente del interior, con mayoritaria legión de turistas –donde no están ausentes los del Extremo Oriente–, la danza ocupa el lugar lógico de privilegio. Claro que para nosotros, los argentinos ya maduros, la actuación extraordinaria de Virginia Luque equivale a un paseo plagado de recuerdos inolvidables del tango (Hugo Marcel incluido). Y como el tango es música, esta halló una notable representación en las interpretaciones del Sexteto de Fernando Marzán y la inesperada brillante actuación del bandoneonista Carlos Galván.
Así, todo el espectáculo se constituye en una muestra de tango que encanta a todos. Nicole Nau y Luis Pereyra efectuaron una eficaz dirección artística que contempla las restringidas medidas de “El Viejo Almacén” y su destacada tarima, sin abandonar la visita coreográfica a aquel atractivo “adagio acrobático” de los años ’20, caracterizado por los amplios desplazamientos laterales y hacia arriba. Un tipo de tango que practican las parejas del elenco con cierta concesión al tango “for export”, con mucha velocidad en las piernas, mientras que Nau con Pereyra optan por el refinado deslizamiento del tango “terre à terre”, que incluye poses de estatuaria en las terminaciones. Dentro del primero, y con gran talento, se destaca la pareja de Ivana y Mauricio, con perfecta preparación física. Ellas están vestidas con atractivos diseños de época, de Nicole. Distinguida intervención la del Sexteto Marzán, exaltada por el primer violín y el solo del bandoneonista.