Un spot de la AFIP convirtió al actor en un fenómeno en internet. Militante en River, vendedor maquiavélico y productor en bancarrota.
Después de filmar cantidad de publicidades en el exterior, participar en decenas de tiras, armar una productora, romperse el pellejo para escribir, dirigir, actuar y producir una película, se viene a hacer famoso por el “Tudo bom, tudo legal” de Don Carlos, un empresario que decide blanquear a quienes trabajan para él en un spot oficial. Hoy Mariano Argento es el señor AFIP que generó una multitud organizada de detractores en internet.
La página de Facebook “Don Carlos es un pelotudo” tiene 50.000 fans que se esmeran en desquitar broncas de injusticias sociales, laborales y gubernamentales pegando en un punching ball con la cara de Argento. También venden remeras con su sonrisa impresa y hay parodias del comercial en YouTube. Para compensar la controversia, esgrime su chapa de actor de pantalla grande y su participación en “El secreto de sus ojos”, la última película de Juan José Campanella. Estudió teatro con Héctor Bidonde y con Norma Aleandro.
Pero antes que actor, se publicita como un excelente vendedor y dice haber utilizado sus dotes con fines comerciales hasta los 30 años. Repite que “Gobernar es hacer creer” y, con el don de persuadir, se siente potente. A los 19 años vendía cursos de inglés que no servían, y mientras sus compañeros metían 30, él se alzaba con 400. Cuando algún decepcionado le decía que sus cursos no le habían enseñado nada, él respondía: “Ese ya no es mi problema”. Llegó a ser gerente de una sucursal del entonces Banco del Buen Ayre pero se sintió asfixiado por las responsabilidades y se jugó por la actuación. Empezó en “Poliladron” y siguió con varios unitarios y tiras. Cuando el teléfono dejó de sonar, empezó a autogenerar. Armó Cinema Argento Producciones, hizo decenas de publicidades para el exterior, escribió 7 guiones y se empecinó en hacer con uno de esos libros (“Amigos de la infancia”), un largometraje de 108 minutos. Su osadía coincidió con la crisis del 2001.
Noticias: ¿Encontró quien financiara su opera prima?
Argento: Soy el dueño del producto, pero tengo muchos socios minoristas. Vendí una casa, saqué un préstamo y puse unos 90 mil dólares. En el medio me pasó algo terrible: el Instituto del Cine daba subsidios que podías pedir con el guión en la mano o en medio de la realización. Quise hacerlo adelantando imágenes y empecé a poner plata. Pero cambió la ley y si tenías avanzado el proyecto te jodías… y me jodí.
Noticias: ¿Recuperó algo?
Argento: Ni un centavo. La película anduvo extraordinariamente bien en festivales (compitió en 11 internacionales y ganó dos premios), pero le faltó la pata comercial. La tengo archivada en un cajón.
Noticias: ¿Hay chances de que se estrene?
Argento: Quisieron comprarla para cable pero me ofrecen monedas. Para la emisión en todo el mercado hispano de Latinoamérica me ofertaron 2.500 dólares… ¡Imaginate!
La ciudadanía italiana y sus contactos en Europa lo tentaron a dejar el país. Pero era difícil cerrar la productora y trasladar a su familia (está casado con Bachi Mazzotta, también actriz, y tiene un hijo, Mauro, de 11 años). También pesó su fanatismo por River Plate, que hoy lo lleva a militar por la candidatura de Hugo Santilli. Ad honorem, dedica 6 horas diarias a la campaña “gallina”: entre otras cosas, dirige, edita y compagina los spots y coordina un call center para persuadir a socios.
Noticias: Ser actor de publicidad ¿le resta posibilidades en la ficción?
Argento: Sí, por eso casi siempre hago publicidad para afuera, porque no quiero que acá me vinculen con un producto.
Noticias: ¿Por qué aceptó, entonces, el spot de la AFIP?
Argento: Sabía que era una campaña sobre blanqueo de personal y me pareció positivo.
Noticias: ¿Se arrepiente?
Argento: Para nada. No me molesta lo de Youtube ni lo del Facebook porque hablan del personaje, no de mí.
Noticias: ¿Sufrió algún episodio violento?
Argento: Ninguno. En Facebook escriben chicos de 15 años con buena onda y con el ánimo de ser como aquellos revolucionarios de los ´70. En la calle, jamás me comí un insulto.
Noticias: ¿Cuánto le pesa la mochila de Don Carlos?
Argento: Y, pesa. Estuve a punto de protagonizar un aviso, pero el creativo me dijo: “Sos un actorazo pero hoy sos el Sr. AFIP y no puedo ponerte”… llamé a la agencia de Braga Menéndez (responsable del aviso de la AFIP) y dije: “Che, muchachos, ojo que estoy perdiendo guita, eh…”
Noticias: ¿Y qué le contestaron?
Argento: Y… lo mismo que yo les decía a los del curso de inglés (risas)
Noticias: En lo personal, ¿el mote le genera ruido?
Argento: No soy K pero en el 2001 la pasé como el culo, con una película a medio hacer, no tenía con qué pagarle a la gente… no me puedo olvidar de esa crisis.
Noticias: ¿Cómo califica a Don Carlos?
Argento: Para mí, está el garca y el pobre tipo que tiene una PyME, no llega a fin de mes y quiere hacer las cosas bien.
Noticias: ¿Se cruzó con alguien que tuviera la remera de Don Carlos?
Argento: Nunca. Es más, no creo ni que exista.
Noticias: Pero está la foto.
Argento: Sí, debe ser un productor que apostó, hizo 10 o 12 remeras y se las viene metiendo en el culo (risas).
Noticias: ¿En quién se inspiró para componer a Don Carlos?
Argento: En el dueño bueno de una PyME que para salvar el boliche no pudo hacer esto antes y ahora puede, porque hoy tenemos medios legales para lograrlo y bueno, en fin, tudo bom, tudo legal (risas).