Suena a advertencia: “Chiche no es la misma que empezó en el `91”. Aclara que lejos de ser vocera de su marido Eduardo Duhalde, se ganó un perfil propio a fuerza de quemarse el lomo en el asador partidario y que las derrotas la curtieron. En campaña, está dispuesta a retener su banca de senadora o a ser la mujer del futuro presidente y acompañarlo desde la acción social. Enciende uno de los 15 cigarrillos del día, sonríe y marca la cancha con tanta diplomacia que casi ni se nota.
Noticias: ¿Cómo decidió meter los pies en la política?
Hilda “Chiche” Duhalde: El destino te va llevando a situaciones que a lo mejor no pensaste encarar. Yo acompañé a mi marido desde el principio. No me metí en la política sino que la política se metió en mi vida. Cuando mi hijo menor cumplió 8 años, decidí colaborar desde mi vocación social y empezamos a armar las redes sociales. En el `97, la que mejor medía en el peronismo era yo. Claro, tenía que enfrentar a la Alianza, que se presentaba como el cambio, y estaba encarnada en una mujer que había sufrido la desaparición de un hijo (Graciela Fernández Meijide) y venía con una aureola de credibilidad absoluta. Mi inexperiencia, y la fuerza de la Alianza hizo que yo perdiera la elección.
Noticias: ¿Cómo fue el impacto a nivel emocional y personal?
Duhalde: Terrible, terrible… cuando me enteré de los resultados, no me podía levantar de la cama. Me dolía porque sabía que el proyecto de mi marido se perjudicaba.
Noticias: En el 2005 vino otra derrota, con Cristina.
Duhalde: Mucho menos impactante, porque yo sabía que perdía muy mal, pero quería presentarme igual.
Noticias: ¿Cómo se sostiene en una campaña si sabe que va a perder?
Duhalde: Yo me había dado cuenta que cada vez eran más autoritarios, con características que no tenían mucho que ver con una democracia verdadera. Entonces, dije “a esta gente hay que plantarle un mojón, si soy coherente conmigo misma, esto no lo quiero para la Argentina”. Y bueno…di la batalla sabiendo que perdía, pero fijate lo que es la vida… Graciela dejó la carrera política y Cristina se va a ir de la política con una imagen muy deteriorada.
Noticias: ¿Por qué esa certeza?
Duhalde: Porque el 70% de la sociedad, el 65% si querés, no la acepta, no acepta esas personalidades autoritarias y soberbias que creen que lo saben todo.
Noticias: Sin embargo, su imagen sigue siendo muy buena.
Duhalde: Cuánto… estamos hablando de que no va a poder evitar ir a una doble vuelta, hoy puede estar en un 35 o un 37 que es su techo, pero hay un 60 y pico por ciento que no la quiere de ninguna manera.
Noticias: Pero con una oposición tan atomizada…
Duhalde: No está atomizada, han quedado unas cinco propuestas alternativas. Y en la segunda vuelta, quien sea segundo, Alfonsín, Duhalde, va a aunar los esfuerzos de los demás en lo que es un voto útil.
Dice que camina mucho las barriadas pobres y critica: “Esto de formar cooperativas para ir a los actos partidarios, para ir a la unidad básica, que te la doy si venís a mi acto y si no venís te la saco…”
Noticias: ¿No funcionó siempre así?
Duhalde: No, cuando yo fui candidata, las manzaneras recibieron una nota mía en las que les pedía que no participaran en la campaña y me costó el enojo de muchos dirigentes.
Noticias: ¿Dio mucha batalla interna?
Duhalde: Todos los días, y cuando perdimos los compañeros de partido hacían catarsis y me mataban… “perdimos porque vos”… yo respetaba al intendente, fuera radical, vecinalista o peronista. Ellos entendían que si era un intendente radical, los tenía que ayudar a ellos por afuera y yo les decía “ese intendente ganó con los votos de la gente y yo soy esposa del gobernador y tengo la obligación de tener una actitud igualitaria”… nunca me lo perdonaron. Hoy reniegan de la actitud de Cristina Kirchner, que es la misma que ellos me pedían. Pero mi coherencia ha hecho que yo pueda andar por la calle.
Noticias: ¿Ningún ahorrista, por ejemplo, la increpó?
Duhalde: No es un tema mío.
Noticias: Pero la portación de apellido de la que habló.
Duhalde: No, no, mi amor.
Noticias: Esto de que “el que depositó dólares, recibirá dólares”…
Duhalde: No, no, la gente tiene muy mala información. A la semana (de la asunción), el ministro de Economía le dice que no se pueden devolver y él decide hacer una conferencia de prensa para decir que se había equivocado. No conozco muchos dirigentes que reconozcan que se han equivocado… Cuando dijo que el 9 de julio íbamos a festejar la salida de la recesión, todos los medios de comunicación lo cargaron, salimos en mayo… la historia acomodará los melones en su lugar.
Noticias: Dice que todavía le cuesta la rosca política.
Duhalde: No participo en la rosca política. Ya adquirí un nombre. La política se tiene que hacer trabajando desde abajo y ese reconocimiento llega.
Noticias: ¿Su partido está aprovechando el enojo de muchos intendentes con el kirchnerismo?
Duhalde: No, hasta el cierre de las listas pensábamos que podía haber más dirigentes con huevos (se ríe). Después de las elecciones, hay dos opciones: ganar o perder. Pero no te tiene por qué quedar un sabor amargo. Yo estoy con gran paz interior. Llega un punto de la vida en la que te centrás y decís “esta es mi certeza y de acá no me muevo”.
Noticias: ¿Cuál es hoy esa certeza?
Duhalde: Que soy una mujer que sabe lo que quiere, que hace lo que debe, a veces con más éxito y otras con menos. A veces, no podés hacer nada. Para darte un ejemplo, hace 6 años que soy senadora y ningún proyecto mío fue tratado en el Senado.
Noticias: Debe generarle frustración.
Duhalde: Sí, te da bronca, pero siempre pienso que va a venir otro Senado distinto y podré concretarlo.
Noticias: ¿Qué le pasa a una persona cuando deja de tener poder?
Duhalde: A mí, nada. Por suerte tengo familia y amigos y no siento vacío para nada, tengo mucha riqueza interior. Hay gente que tiene una mirada lúdica del poder, lo disfruta, para mí es como si me llevaras a la guillotina.
Noticias: ¿Y por qué sigue?
Duhalde: Creo que es una obligación moral. Yo no sé hacer todo, pero sé organizar a la gente en la búsqueda de soluciones con la ayuda del Estado.
Noticias: ¿Quiere ser gobernadora en el 2015?
Duhalde: Voy a estar muy vieja. Estoy convencida de que mi esposo va a ser presidente 4 años y que va a dejar un país encaminado. Si él gana y tengo las herramientas para hacerlo, creo que hay que formar una escuela de dirigentes femeninas en todos los órdenes.
Noticias: En ese sentido, ¿le reconoce a Cristina su aporte?
Duhalde: No, Cristina llega a presidente por esa decisión de ambos de un mandato cada uno, pero sin el menor “expertise”, y cuando la ignorancia se mezcla con la soberbia hacen una explosión y es la que estamos viviendo.
Noticias: Sin embargo, se la considera una mujer formada.
Duhalde: Es un personaje, la verdadera Cristina es una mujer que hoy está en un lugar que no quiere estar, pero tiene la obligación de sostener un proyecto que no sé cuál es.
Noticias: ¿No habla bien de ella sostenerse por un proyecto?
Duhalde: No, no tiene otro remedio. Si se va se produce una diáspora y todos los gobernadores que sienten que tienen condiciones para ser candidatos van a dar la pelea. Entonces, tiene que quedarse, rodeada de chicos que no son camporistas, están metidos en una asociación que se llama La Cámpora, pero en realidad cobran sueldos siderales y ocupan cargos para los que no están preparados.
Noticias: Como mujer, que ella enfrente el duelo en medio de la responsabilidad de gobernar, ¿le genera cierta identificación?
Duhalde: ¿Te digo lo que yo siento? Siento que fue una sociedad política.
Noticias: ¿Dice que no hubo un amor verdadero entre ellos?
Duhalde: Fue una sociedad política, la “mise en scene” de la muerte de Kirchner no la hace una mujer que ama a su esposo…
En el imaginario popular, el apellido Duhalde suele estar asociado con el narcotráfico. Tanto, que el hijo menor de la familia le dijo hace unos años a su padre: “Tenés que poder aclarar esto, por mis hijos y por la historia”. Como respuesta, el expresidente escribió el cuarto libro sobre el tema. Chiche asume que ese “rumor” es la cruz que les toca.
Noticias: ¿Cómo repercutió eso, puertas adentro?
Duhalde: Cuando los hijos van creciendo y madurando, saben el papá que tienen y se van llenando de rabia, pero cuando son más jóvenes lo sienten como un pesar. Mi marido hizo millones de tareas en la prevención de la droga, pero la única manera de perjudicar y desacreditar al que se mete con eso, es involucrarlo.