Al principio pensaban que habían caído en las redes de otro villano argentino. Sin embargo, ahora gritan a los cuatro vientos que Sergio Di Nucci es un verdadero héroe de la colectividad boliviana. Es que finalmente los integrantes de la Asociación Deportiva Altiplano recibieron los 60 mil pesos (59.300, según el contrato de donación) que el periodista y novel escritor embolsó tras conquistar el concurso La Nación-Sudamericana 2006, con su libro “Bolivia Construcciones”, envuelto en escándalo por una denuncia de plagio. “Para nosotros fue muy importante la donación de Di Nucci porque, sin conocernos ni saber quiénes somos, escribió un libro para ayudarnos. Por eso lo hemos nombrado socio honorario”, reveló a NOTICIAS el presidente de ADA, Fidel Colque González, despreocupado por la interna literaria.
Riesgos. La donación corrió serio riesgo de concretarse, desde el día en que el mismo jurado, compuesto por los escritores Carlos Fuentes, Tomás Eloy Martínez, Griselda Gambaro, Luis Chitarroni y Hugo Beccacece, revocó el fallo y declaró desierto el premio, luego de estudiar una denuncia efectuada al matutino por un apasionado lector y estudiante de Economía, Agustín Viola, quien consideró que existían “extrañas similitudes” entre la obra premiada y “Nada”, novela escrita por Carmen Laforet, en 1944.
El joven de 19 años contó que “en junio del año pasado, una amiga me prestó ‘Nada’; la leí y me gustó mucho”. Meses después, “a principios de enero, me compré ‘Bolivia Construcciones’ y de entrada me sonaban conocidos algunos personajes y situaciones. Cuando empecé a adivinar cómo continuaba, me pareció todo muy raro y busqué la novela española. Ahí me di cuenta de dónde surgía el parecido”, alertó Viola.
Rápido de reflejos, Di Nucci se defendió con uñas y dientes: “Desde la primera entrevista con La Nación hablé de la reescritura como un principio constructivo de la novela, que por algo se llama “Bolivia Construcciones”.
El autor hace referencia a un antiquísimo recurso literario, que utilizaron desde William Shakespeare hasta el mismísimo Jorge Luis Borges: la intertextualidad, mediante el cual se intercalan frases de una obra en otra. En sí y según Di Nucci, el citado recurso funciona como un claro homenaje a través de los guiños que remiten a la obra original. “Nunca quise perjudicar a Carmen Laforet -contraatacó como un centrodelantero de fútbol-. Por el contrario, quise que ‘Nada’ tuviera más lectores y no menos. Es una novela clásica que se enseña a los chicos en el secundario. Se quiso señalar a esta otra novela, no ocultarla, se la quiso homenajear, no cancelarla. Esto de la reescritura de ‘Nada’ equivale en música al zampleo, o en artes plásticas, a lo que hizo Warhol con La última cena”. Lo que llamó la atención del jurado es que no hiciera ni la mínima referencia tangencial a la obra o a la autora homenajeada.
Filósofos, académicos, estudiantes universitarios y miembros del ámbito cultural pertenecientes a todas las tendencias se pronunciaron a favor y en contra del autor. Entre los últimos, hasta se animaron a acusarlo de un vulgar ladrón.
Cómo era de esperar, la ardiente polémica y el veredicto del jurado provocaron cierto temor en ADA. “Nos preocupamos apenas conocimos la noticia -admitió el titular de la ONG-. No queríamos que esa decisión revocatoria afectara nuestro proyecto: utilizar la donación de Di Nucci para adquirir computadoras y brindar servicio gratuito, no solo a los miles de inmigrantes de mi país, sino a todos aquellos latinoamericanos que necesitan documentarse”, afirmó Colque González recordando que, pese al temor de endeudarse hasta el cuello, la comisión directiva de ADA ordenó la compra de las máquinas.
Tarde pero seguro. Pero para satisfacción de sus integrantes, el agua no llegó al río. Porque aunque las bases establecen que si el premio quedase desierto, “el monto será acumulado para el certamen siguiente”, los organizadores optaron, después de idas y vueltas, por entregar el cheque a Di Nucci. Justamente, porque el ganador ya había declarado públicamente que el dinero iba a ser donado a la institución del Bajo Flores.
Noticias: ¿Cuándo y cómo se materializó la entrega?
Fidel Colque González: La plata tardó un poco en llegar a nuestra cuenta bancaria, pese a que a Di Nucci se la dieron en noviembre del año pasado. Esta demora se debió, fundamentalmente, a que esta comisión directiva no tenía la aprobación de la Inspección de Justicia. Entonces, la plata estuvo girando por la Aseguradora Zurich, en donde la depositó el escritor, y el banco Credicoop, hasta recalar en una entidad bancaria uruguaya. Cuando logramos abrir la cuenta, el dinero fue girado definitivamente a nuestra asociación.
Mientras se hacían estos trámites y según carta oficial del 29 de noviembre, el actual Cónsul General de Bolivia en Buenos Aires, José Alberto González Samaniego, le escribió al presidente de su país, Evo Morales, proponiendo una condecoración “…al señor Sergio Di Nucci correspondería un reconocimiento de los que nuestro Estado prevé en atención a su gesto. Desde este despacho nos comprometemos a coadyuvar en el cumplimiento de los requisitos que sean necesarios para plasmar esta distinción…”.
Noticias: ¿En qué fecha se firmó el contrato de donación?
Colque González: Lo hicimos el miércoles 6 de diciembre delante de todos los socios de ADA, el embajador de Bolivia, varios periodistas y el mismo Di Nucci, quien se vistió con vestimentas típicas del norte boliviano y recibió un cálido homenaje.
De acuerdo al artículo quinto de este documento y para que no haya sorpresas, el destino de los fondos donados por Di Nucci será fiscalizado y auditado por Red Solidaria, que preside Juan Carr, y Transparency Internacional Capítulo Argentino, representado por Carlos José María Facal, de Poder Ciudadano. Asimismo, dos periódicos de la colectividad, Renacer y Vocero Boliviano, tendrán libre acceso a la información sobre los gastos y movimientos de una donación, que comenzó con un escándalo en el ámbito literario local y terminó conquistando el corazón de los bolivianos, merced a la aventura de un Robin Hood contemporáneo de la pluma.