Pablo Sirvén se especializa en analizar las tendencias de la pantalla chica. Y para la televisión, este fue un año con una nueva camada de sorpresas, novedades, éxitos y fracasos a los que no duda en ubicar con nombre y apellido en la grilla. El crítico más acérrimo del prime time, reciente autor de los libros “La mirada incandescente” y “¡Qué desastre la TV!” –junto a Carlos Ulanovsky– y que prepara una Breve Historia del Espectáculo en la Argentina de pronta publicación, asegura que el 2009 fue un año con sorpresas televisivas. Cree que la “hegemonía Tinelli” ya no tuvo el vigor de los últimos años y que el conflicto entre el Gobierno y el campo marcó un antes y un después no sólo para la programación politizada de Canal 7, sino para toda la lógica del entretenimiento televisivo. “Pero el cambio más grande del 2009 fue el retorno del fútbol a la televisión abierta. La paradoja es que viene a cubrir un espacio que Tinelli ya ocupa de manera insuficiente”, opina Sirvén, que este año desembarcó en Canal (á) como conductor de un ciclo de entrevistas sobre medios.
Noticias: ¿Por qué se terminó la hegemonía Tinelli?
Pablo Sirvén: Este año no fue tan hegemónico como el anterior. Él tuvo un año inestable desde todo punto de vista: emocional y físico, con su separación y sus tatuajes. También se quebró un acuerdo tácito: el Gobierno no se metía con los excesos de la televisión y la televisión no se metía con los excesos del Gobierno. En ese esquema, Tinelli representaba una televisión pasatista que, después del conflicto con el campo, dejó de funcionar.
Noticias: ¿Cuál fue el punto de quiebre?
Sirvén: La televisión empezó a mirar más la crisis y el Gobierno se encontró con que le faltaba un anestesiante eficaz, algo que representaba Tinelli y su repetición permanente.
Noticias: ¿El giro político lo perjudicó?
Sirvén: El adelanto de las elecciones trastornó todos sus planes. Lo que podía cerrar el año, como Gran Cuñado, terminó abriéndolo. Después le costó mucho sostener su rating histórico.
Noticias: Y el fútbol desembarcó en Canal 7.
Sirvén: Con el fútbol, el Gobierno tuvo que dar unos zarpazos más brutales. El perfil variado y cultural que había armado Rosario Lufrano se
desarmó y dejó a la luz un móvil muy grosero, porque toda la publicidad en las trasmisiones es del Gobierno.
Noticias: Pero tampoco fue un gran éxito.
Sirvén: El fútbol iba a sustentarse a sí mismo y no pudo hacerlo. Eso fue lo más llamativo del año.
Noticias: ¿“Valientes” fue la vuelta al culebrón?
Sirvén: “Valientes” es un retorno con la particularidad de un protagonismo tripartito, sin una pareja protagónica. Es una de las fortalezas del programa. Por otro lado, este año también hubo mucho duelo televisado. Tuvimos el entierro de Alfonsín, de Fernando Peña, de Mercedes Sosa, a nivel internacional, Michael Jackson. Estuvo muy transitada también por catástrofes naturales. Desde la gripe A y el dengue hasta sequías, inundaciones y aviones caídos.
Noticias: ¿Cómo ve el rol de Telefe ante el poder político?
Sirvén: Claramente hay una muy buena amistad entre el grupo Telefónica y el Gobierno. El tándem presidencial no es muy generoso a la hora de dar entrevistas exclusivas, y este año le dio tres a Telefe. Evidentemente, el canal no es molesto para el poder.
Noticias: ¿Tiene un contenido afín?
Sirvén: Sí. Por un lado, los noticieros son como magazines pasatistas, no se meten mucho en política. Desde la ficción, hay una inclinación hacia temas afines al Gobierno, como fueron “Montecristo” y “Televisión por la identidad”, con el tema de los desaparecidos, o “CQC”, el único programa donde los Kirchner hacen declaraciones.
Noticias: ¿Puede hablarse de una programación más comprometida?
Sirvén: Más allá de los valores que como productora general tenga Bernarda Llorente, tampoco nos olvidemos que está casada con el canciller Jorge Taiana. También está Rudy Ulloa, el “Citizen Kane santacruceño”, dando vueltas alrededor del canal.
Noticias: ¿Qué le parece la gestión de Tristán Bauer en Canal 7?
Sirvén: Bauer es un cuadro político y un tipo muy eficaz en lo suyo. Desde el conflicto agrario, el canal entró en un período sin concesiones. O estás con ellos, o no estás. No hay término medio. Y en ese sentido, Bauer llenó la grilla de noticieros.
Noticias: Hay contenidos culturales interesantes, pero los noticieros funcionan como “el diario de Yrigoyen”.
Sirvén: Bauer estuvo muy activo a favor de la Ley de Medios y contrató a Diego Gvirtz para hacer con “6,7,8” una tira al estilo “TVR” pero ultra
kirchnerista.
Noticias: Recordando a Tinelli, Susana y Mirtha hablar sobre inseguridad, ¿pueden pensarse como símbolos antikirchneristas?
Sirvén: Así como hay un gobierno político, hay un gobierno de las emociones en poder de las estrellas. Mucha gente dice: “¿Qué importa lo que digan Mirtha, Susana y Tinelli si no entienden de seguridad?”. Pero ellos hablan desde un lugar intuitivo, a veces tosco, pero muy representativo del ciudadano medio. Ellos saben que están siempre; en cambio, los políticos, se van. Me parece que en la Argentina de los últimos años se van dejando espacios vacíos y los ocupan los famosos. Durante el menemismo el lugar de la Justicia fue ocupado por el periodismo de investigación, aunque finalmente sus resultados no fueron demasiados y sólo María Julia Alsogaray terminó encarcelada.
Noticias: También hubo personajes con un discurso opuesto sobre el tema seguridad.
Sirvén: Diego Capusotto o Alejandro Dolina lo hicieron desde un lugar peronista. Ellos son peronistas más allá de los cambios de colores que significa la llegada de un nuevo poder. Llama la atención Florencia Peña por su decisión abrupta de opinar, no porque no tenga derecho a hacerlo.
Noticias: ¿Cómo vio a “CQC” sin Pergolini?
Sirvén: Durante los últimos años Pergolini estaba un poco disperso. De golpe lo sorprendían cosas en el aire o no barajaba bien los imponderables de estar en vivo. La llegada de Ernestina fue muy audaz. Ella lo pasó bárbaro, incluso con más rating que antes y en algunos momentos le ganó a “ShowMatch”.
Noticias: ¿Pondría a Pettinato como uno de los perdedores del año?
Sirvén: No entiendo cómo Pettinato no dice “me bajo” ante una mala opción y hace el papelón de conducir “Un Mundo Perfecto”, rodeado de mediáticos y con un rating ínfimo.
Noticias: ¿Julián Weich fue el mejor conductor del año?
Sirvén: Sí, es un conductor que engancha, incluso en una época donde la televisión está muy zarpada, vuelve a ser un conductor impoluto.
Noticias: ¿Y la televisión chimentera?
Sirvén: Mirtha Legrand recibió a Jorge Rial en un almuerzo exclusivo, una muestra de cómo toda la cultura chimentera se fue desbordando sobre el resto de la programación. Anabela Ascar fue llevando el tema a un grado de locura y surrealismo con sus invitados, comenzando por el “gran aporte” de este año, que fue Zulma Lobato. Y el año termina con Ricardo Fort, que tiende a ser como un medio en sí mismo, atravesando todos los canales.
Noticias: ¿Qué le parece el uso paródico de la violencia entre Fort y Alé en “ShowMatch”?
Sirvén: Es parte del doble discurso de Tinelli, que habla de “la mejor televisión del mundo” y después hace programas como ese. Es evidente que los vasos comunicantes entre su programa y el programa de chimentos de Rial se retroalimentan. Es atractivo aunque la gente no se los crea, y sirve para ganarle a “Botineras”, que apostaba a la ficción del escándalo, aunque finalmente el público decidió recurrir a la fuente del escándalo original, que es “ShowMatch”.