L o reveló Cristina Fernández de Kir chner en un discurso de campaña. Allá por 1976, cuando su entonces flamante marido Néstor la llevó a vivir a Santa Cruz a poco de comenzada la dictadura militar, él le dijo cuál era el objetivo: “Tengo que ganar mucha plata para ser gobernador”. Ella lo observó con una mezcla de admiración e incredulidad, pero la profecía terminó cumpliéndose.
El dinero y la política siempre fueron de la mano para el ahora ex presidente. Lo confirma la última declaración jurada que debió presentar ante la Oficina Anticorrupción antes de abandonar el poder: allí establece que tiene un patrimonio de 17.824.941 de pesos, un número impactante que lo convierte en el gobernante más rico de la historia argentina. Lo que no explica esa rendición de cuentas es cómo logró multiplicar por nueve su fortuna en sólo cinco años, desde el 2002 hasta hoy. En ese período no le sobró tiempo para hacer negocios ni planificar inversiones, sino que estuvo al frente de la Presidencia de la Nación. ¿Cómo hizo Kirchner para casi agregarle un cero a su fortuna cuando parecía tan ocupado gobernando el país? ¿Ese enriquecimiento relampagueante guarda relación con su paso por el poder?
NOTICIAS consultó a tres contadores reconocidos para analizar el aumento patrimonial que los Kirchner experimentaron año tras año. Dos de ellos aceptaron ser citados con nombre y apellido, mientras que el otro prefirió el anonimato por temor a las posibles represalias oficiales. Pero todos coincidieron en un punto: la declaración jurada del ex presidente no cierra.
¿Qué zonas oscuras hay en el patrimonio de quien aún hoy es el hombre más poderoso de la Argentina?