El proverbial calor a orillas del Paraná, mezclado con alguna llovizna reparadora, no impidió que 4.000 santafesinos asistieran a las funciones de la sexta, bienvenida edición de este tradicional encuentro de teatro federal (ver recuadro), en la capital provincial.
En apretada síntesis, los anfitriones abrieron la oferta con “Una tragedia argentina” de Daniel Dalmaroni, plasmada en clave grotesca por su director Luis “Lito” Senkman, donde una familia disfuncional se transforma en paradigma de la sociedad argentina y permite el lucimiento actoral de Raúl Kreig y Silvana Montemurri como los atribulados padres.
Rosario presentó “La temperatura” de Gustavo Guirado, una obra con personajes inquietantes, que dan vida a una poesía de lo siniestro en la que se destaca el trabajo excelente de Claudia Shujman, como la mujer barbuda, sobreviviente de un circo, abandonada en la pampa y destinada a ser preñada para poblar el desierto. De Entre Ríos llegó “Bardo criollo”, dramaturgia colectiva con la que la agrupación homónima celebra diez años de existencia. Tucumán participó con “Payasadas”, destinada al público menudo y elaborada utilizando técnicas de clown, acrobacia, danza y música. Neuquén ofreció la graciosa puesta de “Un simio oscuro” de María Rosa Pfeiffer, en la que tres folkloristas aficionados son engañados por un empresario inescrupuloso. Con ternura y humor, los entrañables seres ponen en escena frustraciones en las que es fácil hallar eco.
El plato fuerte de la programación fue “La muerte de Dantón” de Georg Büchner, en la que el joven director cordobés Luciano Delprato –también trajo su aplaudida versión de “El jardín de los cerezos”– vuelve a arriesgarse escénicamente. Ambientada entre lo que parecen las paredes de un hospicio, encuentra una manera válida, aunque algo exaltada y cercana al hiperrealismo, de representar el grado de locura desatado durante la Revolución Francesa. Un Dantón voluptuoso tiene su opuesto en un Robespierre mesiánico y difusor de la austeridad y el recato. En el extenso elenco de la Comedia Universitaria de la UNL se destacan, en especial, los trabajos femeninos.
Buenos Aires aportó “Ala de criados”, “Amor a tiros”, “Lote 77”, “Así da gusto” y “La de Vicente López”, todas ya comentadas en esta sección. Entre las actividades paralelas, sin duda, las más relevantes fueron los merecidos homenajes al dramaturgo Carlos País y al director Oscar Fessler.
Aunque la propuesta es valiosa, y es deseable que goce de buena salud por mucho tiempo, nos permitimos sugerir para futuras ediciones una mayor cantidad de propuestas santafesinas y fomentar aún más –quizás a través de clases magistrales o talleres– el intercambio de experiencias entre los artistas que congrega.