Hay una manera casi obvia de comenzar esta entrevista. Todos lo presentan como “el multifacético Gillespi”. ¿La definición no es un facilismo?, le pregunto. “Me rompe los huevos, porque parten del prejuicio de que la gente normal es unifacética. Un doctor juega al fútbol con los amigos y es un 9 goleador”, asegura. Hecha la aclaración, su carrera es bastante más ecléctica que la de cualquier hijo de vecino. Antes de ser trompetista, humorista y escritor, supo ser Marcelo Rodríguez, un alumno “nerd” de Psicología. En cuarto año dejó los estudios y formó parte de Sumo. En televisión, participó de “Orsai a la medianoche” y “Duro de acostar”. Fue compañero de Adolfo Castelo en Radio Mitre y hoy anima las tardes de la Rock&Pop;, con “Falso impostor”. Presentando su tercer libro, “Manual animal de la sexualidad humana”, habla de sexo, su época de estudiante, sus trabajos más raros y se le anima a la polémica con “6,7,8”.
Noticias: En los formularios de migraciones, Pappo no sabía cómo llenar el recuadro de ocupación y ponía: “estrella de rock”. ¿Y usted?
Gillespi: Empleado, para no avivar giles. Es una de las definiciones más impersonales que hay. Otra sería decir “artista”, una palabra que me queda enorme. Aunque cada uno se considera lo que quiere, ¿viste? Capaz que va la Niña Loly y pone artista. Yo las veo en esos programas sacando pecho, hablando de sus trayectorias… ¿qué carajo les pasa?
Noticias: Si un marciano cae a la tierra y pregunta qué es el sexo, ¿obtendría la misma respuesta de Gillespi que de Alessandra Rampolla?
Gillespi: Con Rampolla coincidimos en que nuestras maneras de ver el sexo son fantasiosas. La mía porque la inventé y la de ella porque se la habrán contado. Yo creo que la vinculación entre macho y hembra aparenta ser natural y sencilla, pero no lo es tanto. Casi te diría que parecen macho y hembra de especies distintas.
Noticias: ¿Cómo es eso?
Gillespi: La mujer tiene un cerebro más complejo. Nosotros vemos las grandes cosas, las grandes tetas y los grandes culos. Ellas tienen una mirada telescópica, notan si tus uñas están sucias y detectan un anillo de casado a tres mesas de distancia en un bar. Piensan las relaciones desde la búsqueda de la permanencia en el tiempo. Nosotros queremos el momento. Somos depredadores.
Noticias: ¿Cómo era el Marcelo Rodríguez universitario? ¿Militante, ganador, estudioso o un burro?
Gillespi: Yo siempre fui un nerd. Me gustaba mucho la lectura y me metí en Psicología. Era un tipo tímido. No necesitaba ser encarador porque por cada 30 minas había un hombre. Con un buen chiste a tiempo, salvaba la noche.
Noticias: Dejó en cuarto año. ¿Le gustaría retomar y recibirse, como hizo Brian May?
Gillespi: Ni loco, a mi me pasó lo contrario. El rock era “todo bien” y la facultad no. Tocaba tres notas, venía un tipo y decía “¡esto es lo más genial que escuché en mi vida!”. En clase era “Rodríguez, tiene un cuatro”. Eso me marcó el camino. Hoy paso por la facultad y no quiero saber nada.
Noticias: La frase “papá, dejo la universidad para ser trompetista” le habrá traído complicaciones.
Gillespi: Siempre fui muy independiente y generé dinero. Ellos se desentendieron, porque suponían que me la iba a rebuscar. Cuando era adolescente crié peces. Llegué a tener más de 500 en la casa de mi abuela, les vendía a los acuarios y veterinarias de la zona. Fui acompañante terapéutico de gente en tratamientos psiquiátricos. Tuve casos tremendos de enfermos terminales. No soy un bohemio que está tirado con la barba crecida y se come una rata. Siempre hice plata.
Noticias: En una entrevista aseguró que la gente “vive a través de la televisión”. ¿Es tan así?
Gillespi: Mirá loco, yo soy de clase media hasta el día de hoy. Todas las casas tienen el televisor en el centro de todo. No es un electrodoméstico más, como dicen los tipos que hacen programas aberrantes. La licuadora no transmite todo el día ideas y formas de ver la realidad.
Noticias: ¿Qué es lo más aberrante que vio en TV?
Gillespi: Los noticieros, porque son el lugar donde en teoría la gente tiene contacto con lo que pasa. Presentan cosas más ficcionales que “ShowMatch” y encima están manipulados por gente más turra. ¿Qué carajo hace Fierita en un noticiero mostrando un helicóptero a control remoto? Mezclan, frivolizan y te dan a un muerto reventado por un tren, con Fierita al lado jugando a la Playstation.
Noticias: Tuvo un blog en Clarín. ¿Se sentaría en la mesa de “6,7,8” o teme que le reprochen haber sido “un soldado a sueldo de la corpo”?
Gillespi: Supongo que no me dirían nada, porque la mayoría laburó conmigo en programas del Grupo. Barragán fue compañero cuatro años en Mitre, cuando era la radio más prestigiosa del país. Ahora, de golpe, es una mierda y nadie sabe muy bien por qué. Pocos diarios se pueden dar el lujo de sacar todos los artículos de Borges, como hizo Clarín. Tiene una trayectoria larga, pasaron buenas plumas. La guerra es medio insólita. Clarín perdió seriedad con esto de estar entre la defensa y el ataque. Yo no estoy de ninguno de los dos lados.
Noticias: ¿Qué opinión le merecen ese tipo de programas que hacen del archivo el último árbitro de la gente?
Gillespi: Las personas evolucionan, uno no puede ser el mismo imbécil toda la vida. Si el archivo te da perfecto es porque no te pasó nada y no aprendiste. ¿Qué tiene de malo cambiar? Si me preguntabas hace 60 días, mi opinión de Shocklender era la mejor. Ahora puede ser la peor. No sabía que el tipo había hecho semejantes negociados y es lógico que no piense lo mismo que hace dos meses. Yo no tenía la edad para laburar en la época de la dictadura, pero otros lo han tenido que hacer. Pasaron por diarios, revistas y radios. Estar contándole las costillas a todo el mundo me parece una trampa muy fácil. Sería lo mismo que decir que Luis Alberto Spinetta colaboraba con los milicos porque tocaba en esa época.